Buenos Aires no es la única ciudad latinoamericana que se lleva los beneficios turísticos que acarrea el Papa Francisco. La brasilera Río de Janeiro será la primera metrópolis del continente en recibir la visita del Sumo Pontífice en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que organiza la Iglesia Católica. Al evento asistirán dos millones de personas, entre las que habrá 42.500 argentinos.
Los jóvenes locales saldrán esta semana para el vecino país desde distintos puntos del país. Muchos irán con congregaciones, escuelas religiosas o iglesias. Algunos lo harán en avión y otros como aquellos que saldrán desde Ushuaia, con más de 70 horas de viaje en ómnibus.
El evento constará con misas, guitarreadas, obras de teatro, concursos de canto y convivencias. "Existen aquellas que están previas como actos centrales de la JMJ (ceremonia de apertura, bienvenida al Papa, Vía Crucis, la vigilia de los jóvenes con el Papa y la Misa de clausura) y los eventos extraordinarios", adelanta la web de la jornada.
El grupo más grande de argentinos partirá de la Catedral Metropolitana el viernes próximo a las 21. Serán en total siete ómnibus que transportarán a unos 400 fieles. Otros grupos saldrán de las terminales de ómnibus y de las iglesias. Lo mismo ocurrirá con los peregrinos del Gran Buenos Aires.
La mayoría se alojará en casas de familia, en iglesias y en gimnasios. Algunos estarán hospedados en localidades de las afueras de Río de Janeiro.
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