martes, 25 de junio de 2013

INFORME ESPECIAL: Se cumplen 11 años de la "Masacre de Avellaneda".

Una de las mentiras mas famosas del Grupo Clarín.
El 26 de junio de 2002, las principales organizaciones de desocupados del país se plantearon desarrollar la primera jornada de presión para conseguir un aumento general del salario y una duplicación de 150 a 300 pesos en el monto de los subsidios para los desocupados; más alimentos para los comedores populares; y en solidaridad con la fábrica ceramista Zanón ante el peligro de ser desalojada. Los movimientos piqueteros programaban cortar, en Buenos Aires, los principales puentes de acceso a la Capital Federal.
El reclamo piquetero que cortó varios accesos a Buenos Aires fue reprimido con balas de goma y municiones por un operativo conjunto entre la Policía Federal, la Policía de la provincia de Buenos Aires, la Gendarmería Nacional Argentina y Prefectura Naval Argentina.
Una cámara filmó el momento en que dos efectivos de la policía provincial dispararon sobre Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, que en ese momento se encontraban separados del resto de los manifestantes.
Además de los piqueteros asesinados, hubo 34 personas con probadas heridas con balas de plomo.


La conmoción también sacudió a los medios periodísticos. La cobertura periodística del día siguiente a los sucesos no hizo más que desinformar. Con la excepción de Página/12, todos los diarios porteños coincidieron en publicar hipótesis equivocadas. En estos once años, muchos jóvenes se acercaron a la profesión periodística y, en sus memorias, aquellos hechos tal vez sean hoy recuerdos borrosos. DsD [Diarios sobre diarios] presenta entonces estas “instantáneas”, para volver sobre los hechos y confrontarlos. Reflexionar y mantener viva la memoria.




Aunque la Historia no es una suma de “anécdotas”, la serie de hechos, dolorosos, que se desarrollaron en la estación Avellaneda del sureño ferrocarril General Roca, hicieron que el 26 de junio de 2002 cambiara de manera brusca la coyuntura política del país. El giro concluyó el 25 de mayo de 2003 con el patagónico Néstor Kirchner comandando los destinos del país desde la Casa Rosada, previo a un ballotage frustrado debido a la deserción de Carlos Menem.

En estos seis años, DsD nunca editó una nota en esta sección referida a aquellos sucesos. Esta es la primera, aún cuando en junio de 2002 DsD ya se distribuía por mail y aún no se había “subido” a la web. DsD recién empezaba su tarea.

Han pasado seis años. Tiempo y distancia suficientes para que los responsables sean juzgados y condenados. Es tarea del periodismo volver sobre los hechos, analizarlos, confirmarlos. Y aportar a que entre otros aspectos, la memoria permanezca. Y sus errores y aciertos sean confrontados.

Por eso esta nota se presenta como si fueran “instantáneas”. Fotos para no olvidar.




Instantáneas de los hechos

El 26 de junio de 2002 perdieron la vida -porque fueron asesinados por la Policía Bonaerense-, Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, dos muchachos que, con los cambios sufridos en la Argentina desde el golpe de 1976, debilitada por la crisis de representatividad de los partidos políticos, no eran militantes políticos, sino “sociales”, en este caso del Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, o bien como se hubiesen definido ellos, de “La Verón de Lanús” y “del MTD”.

La “Verón” de entonces hoy se denomina Frente Popular Darío Santillán -el primero-, y “el MTD” de la localidad de Guernica, también ahora lleva su nombre, el segundo. Ese mismo día fueron heridos con postas de plomo los manifestantes Aurora Cividino, Marcial Bareiro, Sebastián Conti, Walter Medina, Miguel Ángel Paniagua, Héctor Pantoja.

Un grupo de uniformados ajustó sus correajes, cargó sus armas, cuando aún no era día pleno en Avellaneda y sin saber que terminarían imputados por 2 homicidios y 7 tentativas de homicidio (comisario inspector Alfredo Fanchiotti y cabo Alejandro Acosta), por el delito de encubrimiento agravado (los por entonces policías Félix Vega, Gastón Sierra, Lorenzo Colman, Carlos Quevedo y Mario de la Fuente) y por el delito de usurpación de “títulos y honores”, al actuar como policía durante la represión (ex policía Francisco Robledo). El juicio se estiró desde mayo de 2005 hasta el 9 de enero de 2006, cuando el Tribunal Oral Nº 7 de Lomas de Zamora condenó a reclusión perpetua a los dos primeros y a penas menores a los restantes.

Instantáneas del periodismo 

Los hechos también provocaron un sacudón mediático. El título de Clarín del 27 de junio –al día siguiente de los asesinatos- fue “La crisis causó dos nuevas muertes”, con la volanta “No se sabe aún quienes dispararon contra los piqueteros”. El titular marcó una polémica. Aún se lo recuerda como un estigma que el matutino carga desde aquellos días. A excepción de una nota del entonces jefe de fotografía del diario, Diego Goldberg, el matutino nunca se preocupó por dar una explicación editorial clara y contundente a sus lectores desde sus páginas. Sólo algunos de sus editores dieron sus razones en entrevistas radiales, en documentales o en seminarios o debates.

En la nota de Goldberg, se afirma que “la edición de Clarín del día jueves que reflejó los sucesos del miércoles en Avellaneda, contiene algunas inexactitudes que fueron revelándose al cotejar los datos de ese día” (…) “Al realizar la edición de ese día, ni él (por “Pepe” Mateos) ni los editores fotográficos, ni los editores de texto que trabajaron en esa cobertura, con la información que teníamos en ese momento, pudimos armar el rompecabezas de la secuencia. Recién al día siguiente, sabiendo que Santillán había sido herido de muerte en la estación de tren, cerca de Kosteki, volvimos a revisar todo el material fotográfico y, con el testimonio invalorable de Mateos, logramos reconstruir lo que había sucedido”.

Pero el silencio que el matutino mantuvo a nivel de editores periodísticos, ayudó a que empezaran a circular varias hipótesis conspirativas de todo tipo y color. La última mención a ese título la hizo Kirchner el pasado martes 17 de junio de 2008, cuando se quejó porque Clarín tituló con la palabra “represión” la detención transitoria del ruralista Alfredo De Ángelis, mientras que ante un asesinato prefirió acusar en abstracto a “la crisis”. Se dijo de todo: que Clarín ayudó al gobierno de Duhalde culpando a la “crisis”; que sus editores no quisieron publicar al otro día “todas las fotos”; que fue una “maniobra de desinformación”. Sólo hace falta buscar un poco en la web para encontrar aún hoy diversas teorías, que hasta aquí se basan en primeras impresiones, testimonios aislados y presunciones. Ha sido fácil “politizar” los hechos. Pero de investigación periodística real, ha habido poco o nada.

Sin embargo Clarín no fue el único diario que en ese día fatídico confundió a la opinión pública. El resto de los matutinos acompañaron esa construcción. Y, al igual que Clarín, faltaron explicaciones a los lectores, disculpas a los familiares de las víctimas.

La Nación editó como título principal “Dos muertos al enfrentarse piqueteros con la policía” y en el texto de tapa incluyó que “el jefe del operativo de seguridad en el puente, comisario Alfredo Franchiotti, aseguró que sus fuerzas no portaban proyectiles de plomo y acusó a los piqueteros de disparar con armas de fuego”.

El periodista Fernando Laborda, escribió: “No debe descartarse que ese nivel de desorden y de rebeldía (el que existía en la manifestación piquetera) haya sido generado por las diferencias suscitadas entre las distintas agrupaciones que convocaron a los actos de protesta de ayer, frente a la advertencia oficial de que las fuerzas de seguridad no permitirían los cortes de los caminos”. A la columna de Laborda la rodearon títulos como “El Gobierno cree que hubo infiltrados entre los piqueteros” y “El presidente, golpeado, sospecha de una escalada de violencia organizada”. El matutino tampoco logró afirmar que fue la Bonaerense la que mató a los piqueteros.

Ámbito editó como título de tapa “Violencia en piquetes: 2 muertos y 90 heridos”. En la bajada afirmó: “Enmascarados y portando palos, gomeras y, según la Policía, con armas de fuego y coordinados por radios interconectadas, los manifestantes se enfrentaron con fuerzas policiales y de la Prefectura con el resultado de dos muertos con proyectiles de plomo”. Este diario, al consignar que los piqueteros estaban “con armas de fuego” y que dos habían muerto “con proyectiles de plomo”, también dio crédito en su portada a igual instalación: los piqueteros se habían matado entre ellos. Fanchiotti aparecía también en Ámbito como un mero descriptor de los hechos, tanto que al diario le pareció “insólito” que los piqueteros lo hayan agredido ante las cámaras de TV.

El Cronista, en aquella época propiedad del español Grupo Recoletos, tampoco señaló la posible responsabilidad policial en los hechos. En su crónica señaló que “un grupo de piqueteros se desprendió de la movilización central e intentó cortar el puente Pueyrredón y se enfrentó a la policía, que reaccionó con balas de goma y gases lacrimógenos”. Luego dijo que los muertos presentaban heridas de balas de plomo. La lectura que el diario impulsó era la misma del resto: los piqueteros se enfrentaron entre ellos con armas de fuego.

En tanto, el diario BAE, en aquella época en manos de Daniel Hadad, fue el más duro hacia los manifestantes: editó como gran bajada de tapa: “Gravísimos hechos de violencia provocaron agitadores de izquierda. Intentaron cortar el puente Pueyrredón y a su paso amenazaron a vecinos, rompieron comercios, autos e incendiaron un colectivo. Tuvieron un duro choque con la Policía, a la que emboscaron. La provocación partió de grupos trotskistas y guevaristas que estaban organizados y armados”. La crónica interior llevó como título “Los piqueteros se sacaron la máscara: ayer desataron violencia y muerte”.

Página/12 fue el único matutino que en esa jornada se abrió de la hipótesis oficial que rezaba que los piqueteros se habían matado entre ellos. Por una cuestión ideológica, el matutino no podría dar crédito a la instalación generada desde el Gobierno de turno. Pero tuvo otro ingrediente que lo salvó del incendio. Quien cubrió los hechos de la estación Avellaneda fue Laura Vales, quizá la periodista de diarios nacionales que mejor conoce el terreno de las organizaciones sociales y que mejor llegada tiene a fuentes de movimientos piqueteros.

En su tapa señaló que “la salvaje represión policial tras un choque con los piqueteros provocó dos muertos y cuatro heridos graves con balas de plomo, otros 90 heridos con balas de goma o contusos y más de 150 detenidos”. Y en la nota interior, sin la información concreta de cómo habían ocurrido los hechos, Vales se jugó y afirmó que “por lo que se sabe hasta ahora, (Kosteki y Santillán) cayeron escapando de la policía, uno de ellos porque decidió auxiliar a otro herido, los dos bastante después de iniciado el operativo de represión que la bonaerense desató en la bajada del Puente Pueyrredón como inicio de una cacería que prolongó durante varias horas por las calles de Avellaneda”. El tiempo le daría la razón a Vales. La Justicia lo acreditaría.

Instantáneas de los fotógrafos



La confirmación en sede judicial de la responsabilidad de agentes de la Bonaerense en los asesinatos de aquel día se conoció –entre otros elementos- gracias al trabajo de fotógrafos, cuya profesión muchas veces es ninguneada por algunos periodistas. Una tarea sobre la que en forma recurrente se escuchan profecías sobre su posible desaparición y que con la evolución de la teconología se recurre al falaz eslogan: “Ahora cualquiera puede ser fotógrafo”. Este caso es un buen ejemplo de la necesidad imperiosa de reconocer a los reporteros gráficos como un componente fundamental del periodismo, al mismo nivel de que aquellos que trabajan redactan.

Los hechos fueron revelados por fotógrafos que ese día, como todos los días, fueron a su lugar de trabajo: la calle. Que llegaron “al lugar de los hechos”, en donde no había cronistas de medios gráficos ni cámaras de TV y en donde el “periodismo ciudadano” se convierte en una broma pesada. Que pusieron su cuerpo apenas a centímetros de las balas de plomo que silbaron aquella tarde. Que testimoniaron para la posteridad las imágenes de la masacre. Y que siguen haciendo su trabajo con el mismo profesionalismo que aquel día: sin pretender ser “famosos”, sin la necesidad de obtener premios, sin autoelogiarse ni dar cátedra sobre su profesión.

Valga entonces esta “instantánea” como reconocimiento a esos fotógrafos: “Pepe” Mateos del diario Clarín; Martín Lucesole y Fernando Massobrio de La Nación. Y un día después, el aporte de Sergio Kowalewski que cedió sus fotos a Página/12.

Dos de esos reporteros, Mateos -de Clarín- y Kowalewski -fotógrafo independiente que cubría actos de las Madres de Plaza de Mayo y se ganaba la vida, como él mismo lo dijo, como “fotógrafo de ceremonias familiares”-, también vieron sus vidas convulsionadas a partir de aquella jornada. Las 240 imágenes que registró Mateos y las fotos que tomó Kowalewski, con una máquina “absolutamente manual” y reveló en su propia casa, fueron incorporadas a la causa y, finalmente, fueron pruebas irrefutables para demostrar el accionar criminal de los policías.

Kowalewski reveló los rollos al día siguiente. Se comunicó con la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) para avisar de la importancia de sus registros. Se pusieron en contacto con Página/12.

Alejandro Elías, por entonces editor de fotografía de Página llamó entonces a Kowalewski y le pidió el material y le preguntó por los honorarios que pretendía por el material. El precio fue que “cualquiera que las quiera pueda usarlas de la misma manera que ustedes: gratis”. A instancias de su compañera hizo, horas después, una corrección a su demanda y le propuso al diario que compraran medicamentos para entregar al MTD de Almirante Brown.

Mateos también dio testimonio durante el juicio. Estaba en la estación, mirando el cuerpo de Kosteki y “en eso, entró la policía levantando las armas. Escucho gritos y veo que Darío Santillán sale corriendo con otro muchacho que no sé quién es. Los policías gritaban. Escucho dos o tres disparos y quedo paralizado unos segundos. Cuando salgo al patio veo el cuerpo de Darío moviéndose. Y enseguida percibo al comisario muy nervioso. Casi inmediatamente dos policías levantan a Darío de los brazos y lo arrastran. Era una situación muy desaprensiva. Él intenta un gesto, pero no puede moverse, y lo dejan tirado en el puesto de diarios. El comisario lo palpaba, yo interpreté que le pegaba. Le advertí que le estaba haciendo fotos, para que lo dejara tranquilo. El comisario me miró y me dijo algo que interpreté como una puteada”.

Después de escuchar la declaración, el fiscal Bernardo Schell pidió la exhibición de un video. Las imágenes mostraban a Fanchiotti revisando a Santillán, sin preocuparse por las heridas provocadas por las propias balas policiales.

Se escucha una voz -Eh, viejo. Mirá que te estoy sacando fotos”.
El fiscal interroga: -¿Reconoce esa voz?
-Sí, soy yo. – responde Mateos.
-¿Por qué dijo eso?- repreguntó Schell.
-Yo, generalmente, cuando hago fotos no intervengo. Pero era una manera de pedirle un poco de piedad, después de ver cómo arrastraban y palpaban a Santillán.

Instantáneas de un documental

Patricio Escobar, graduado en Ciencias de la Comunicación de la UBA, y Damián Finvarb, egresado de la Escuela de Cine de Avellaneda, realizaron un documental que apuntó a mostrar la “manipulación de la información que ejercen los medios de comunicación”. La obra fílmica reconstruyó y analizó los asesinatos de Kosteki y Santillán, y el manejo de la información por parte de los medios de comunicación nacionales.

El diario les dejó servido el título de la película: “La crisis causó 2 nuevas muertes”. Después de tres años de trabajo finalizaron esa obra “totalmente independiente y sin ningún tipo de apoyo, pues criticamos en él al multimedio más poderoso de la Argentina como es el grupo Clarín”, según las expresiones de Escobar.

El documental tiene dos partes. La primera relata cómo mataron a Kosteki y Santillán y analiza la forma en que se diseñó la represión policial, que empezó a las 12 y concluyó a las 17 horas del miércoles 26. La segunda trata de explicar “qué sucedió con la secuencia fotográfica de Mateos en la redacción de Clarín, y así demostrar que hubo manipulación de la información en el diario argentino más importante”, según los documentalistas.

Al justificar el título Escobar señaló que “nos daba a entender lo que realmente había pasado. Y a su vez, dejaba vía libre al discurso de Duhalde en ese momento, que decía que se habían matado entre ellos”. El documental de 85 minutos comienza con un testimonio del editor jefe del diario Clarín, Julio Blanck.

En el documental, Blanck mira durante un buen rato la tapa del Clarín del 27 de junio de 2002 y termina por aceptar: “Es cierto, ese título no dice la verdad”. “Cometimos un error con este título”, dice quien para esa fecha era editor de Política Nacional del diario, y lanza un par de preguntas que, seguramente, no buscaban respuestas: “¿Qué tengo que hacer? ¿Cortarme las venas?”.

Instantáneas del Gobierno

Otro actor de los hechos fue Eduardo Duhalde, convertido en presidente de la Argentina de la inestabilidad política, la volatilidad partidaria, la convertibilidad y el corralito desde el primer día del 2002, cuando la Asamblea Legislativa, en medio de los desordenes en las calles de Buenos Aires, decidió convocarlo para poner fin al caos desatado tras la huida de Fernando de la Rúa, con mandato hasta el 10 de diciembre de 2004.

El Gobierno guardó silencio durante las ocho horas posteriores de producidos los asesinatos, algo que destacó la edición del día 27 de Página/12. El primer relato de los acontecimientos estuvo a cargo del secretario de Seguridad Interior de la Nación, Juan José Alvarez, quien buscó presentar los hechos desde una óptica policial, en la que la protesta se desbordó producto de una interna piquetera. El propio ministro del Interior, Jorge Matzquin brindo una conferencia de prensa, en la cual no descartó que los grupos de “piqueteros” se hubieran enfrentados con armas entre sí.

Sin embargo, ese miércoles de comienzos del invierno austral, estos hechos hicieron tambalear la estrategia de estabilización del propio Duhalde. Decidió evitarlo con una jugada dramática, el 2 de julio, anunció el adelanto de las elecciones presidenciales de septiembre a marzo de 2003 y el 18 de noviembre, por acuerdo de los poderes políticos, se estableció el 27 de abril como fecha definitiva de los comicios, con asunción del nuevo binomio el 25 de mayo.

Desde La Plata, el gobernador Felipe Solá reportaba a Olivos que la Bonaerense no se hacía cargo de los disparos que mataron a Kosteki y Santillán. Poco le duró esa postura. La aparición de las fotografías lo llevó a corregir su posición inicial y expresar, ahora que el comisario inspector Alfredo Fanchiotti era un “psicópata, un demente”. “Me mintió”, aseguró el mandatario y agregó que creía que “también les mintió a sus superiores”.

Había recibido una llamada telefónica, desde Olivos. Se hizo rogar, ignorante del sacudón que recibiría su carrera política y el gobierno de quien lo había colocado al frente de la provincia cuando Carlos Ruckauf decidió abandonarla. Solá tendría que ajustar esa tarde –noche su relato a la verdad, a esa altura documentada en los archivos digitales de Mateos. Le hicieron entender que la llamada era por un asunto gravísimo y, entonces sí, respondió. Enmudeció cuando le transmitieron el mensaje de El Jefe -como se gustaba llamar a Duhalde por entonces- haciéndole cambiar el discurso, tras comprobar que las fotos mostraban de modo irrefutable que los asesinos estaban en la Bonaerense y no entre los piqueteros.

El grupito de Olivos que rodeó al Presidente en esas horas tensas no necesitó de profesionales del espionaje, la SIDE nada tuvo para aportar. Uno de ellos, sobre el mediodía, recibió una llamada en su celular, de alguien acostumbrado a leer diarios, a disfrutar del papel y el olor a tinta. El cruce de las tapas, la superposición del conjunto de fotos permitían, prácticamente, construir las tres dimensiones de la escena, con los asesinos en primer plano y uniformados, con Santillán vivo, agonizante y muerto. El colaborador de Duhalde no acudió a otra metodología que juntarse con esos mismos diarios, concluyó que el dato que le pasaron era correcto, que el Jefe se embarcaba en terreno sin retorno si avanzaba por el camino de responsabilizar a los piqueteros por los hechos del día anterior.

El hombre de Banfield escuchó en Olivos, miró con atención las fotos que le presentaban sobre su mesa de trabajo, comprendió que era cierto. Lo llamaron a Solá y el resto es historia conocida, y juzgada. Hoy por hoy, dicen los hombres que siguen junto al ex Presidente que algún día escribirán la historia de esta coyuntura y que darán los nombres de sus protagonistas.

Instantáneas de DsD

La jornada siguiente a los asesinatos fue tensa, dura, en todas las redacciones periodísticas. También en las modestas instalaciones de Diario sobre Diarios (DsD). Su director, el jefe de redacción, el redactor principal, el webmaster y alguno de esos amigos que nunca faltan cerca de los periodistas. Todos alrededor de una mesa con los diarios de “el día después”, el 27 de junio.

“¿Qué ven…, pero qué ven?”, preguntaba, casi amenazaba, uno de los periodistas… Silencio, hasta que otro dijo, “¡Está vivo!, ¡El muerto está vivo!”. Una nota emitida por la señal TN en forma reiterada presentó una entrevista a un joven en el GBA, que decía que el que estaba en la tapa de Clarín, en forma borrosa era Darío Santillán. No el muerto en la foto, sino el vivo . Así surgió la nota que DsD publicaría al día siguiente. El encargado de ponerle letras a la misma, fanático de Cortázar, como tantos de su generación en un país en que los pibes “se leían todo”, asoció el esfuerzo para encontrar lo que estaba oculto en la foto de tapa de Clarín con la película Blow-Up, de Michelangelo Antonioni y estrenada en 1966, basada, muy libremente, el cuento “Las babas del diablo”, del cronopio mayor. La trama lleva a un fotógrafo londinense de modas a realizar unas instantáneas en un parque de las afueras, para ilustrar el libro de un amigo; cuando las revela se da cuenta que hay un cadáver en uno de los registros.

Como un Blow-Up al revés, la foto de Pepe Mateos mostraba que el muerto estaba vivo. Hasta que llegó Fanchiotti, claro.

Hoy reproducimos nuestra propia nota, y aprovechamos para agradecer a José Ignacio López que la incluyó en el Apéndice de su libro sobre “El hombre de Clarín”, Héctor Magnetto, de editorial Sudamericana (2008). Paradojas del oficio: quien escribió sobre la “vida privada y pública” del mandamás del grupo de medios más importante de la Argentina, usó para reseñar ese momento, dramático, de la historia presente, a la notita que le dijo al matutino de los Noble que tenía un muerto vivo en la portada mas leída del país y no se había dado cuenta por entonces. Claro que DsD, no existía en la web, era sólo un correo electrónico. Esa “perla” – que López se las ingenió para conseguir por otra vía que no fue DsD- y que leyeron muy pocos por entonces, ahora se reproduce:

“Cuando Pepe se levantó, junio era amenaza de lluvia en la ciudad. No sabía que le había ofrecido a los lectores de su diario dos imágenes imposibles de lograr por un fotógrafo: la de un muerto que estaba vivo y la de un asesino en el momento de su crimen. Con ese empecinamiento de reporteros y periodistas, arrancó la jornada volviendo hacia las noticias que había recorrido unas horas antes; lógico, seguía la información a través de TN, el canal de la empresa. No prestó demasiada atención al pronóstico del tiempo ni al recuento de los hechos del día anterior; todavía le quedaba el regusto de los gases, de la pólvora. La sangre derramada sobre el suelo sucio de la estación le golpearía en la boca del estómago. De golpe le estalló la cabeza: un muchacho miraba a cámara y decía que la foto de la tapa de Clarín demostraba que su hermano, Darío Santillán, uno de los dos muertos del miércoles, estaba vivo cuando llegó la bonaerense. De golpe se le ordenaron las imágenes disparadas en ráfaga, con cadencia de 1,6 segundos entre una y otra; el caos, la violencia y la confusión del cierre del diario, dieron paso a la desesperación por llegar hasta el edificio de la calle Piedras, meterse en el laboratorio y revelar el rollo de película sensible del que le habían pedido sólo un corte para la incluir en la edición. Habían decidido ilustrar la tapa con la foto de un muerto y no vieron que el muerto estaba vivo. En el cajón de los rollos descansaron las fotos de los asesinos. Por unos minutos, Pepe Mateos, tuvo los ojos celestes de David Cummings, el fotógrafo del Blow Up de Antonioni que revelaba con obsesión los negativos de unas tomas que traían a primer plano un asesinato imaginado por Cortázar. Al anochecer el diario decidió publicarlas. Más tarde aún, el gobernador Felipe Solá se enteraba que, comparando fotos, cruzando escenas, escuchando víctimas, algún periodista sagaz y con las ganas que Rodolfo Walsh le ponía a la búsqueda de la verdad, también había concluido que la Policía bonaerense había fusilado a Darío. Junio vuelve a amanecer con amenaza de lluvia sobre la ciudad; si el aguacero finalmente se descarga, hay dos oficiales que sólo podrán verlo desde atrás de las rejas”





Pepe Mateos es, además de un gran fotógrafo, el autor de una secuencia que -presentada ante la justicia- expuso la responsabilidad del ex comisario Alfredo Fanchiotti y del cabo Alejandro Acosta en los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. A once años de la masacre de Avellaneda, persentamos esta entrevista hecha en el año 2009 para la revista Nuestra Mirada.

Avellaneda. La vida profesional de Pepe Mateos tiene un punto de inflexión. La del fotoperiodismo argentino, también. Pero lo curioso no es esto sino que ese quiebre –ese comienzo- sucede en ambos casos en el mismo lugar y en el mismo día negro. El 26 de junio de 2002, en un marco de crisis generalizada y durante una de las tantas protestas sociales que se venían dando, el gobierno del entonces presidente Eduardo Duhalde decidió impedir -a cualquier precio- que un grupo piquetero cortara un puente en el partido de Avellaneda, zona sur del conurbano bonaerense. Esa intervención supuso una represión feroz que terminó con dos piqueteros asesinados a mansalva por la Policía Federal. Se llamaban Maximiliano Kosteki y Darío Santillán y contaron con un horroroso privilegio: la muerte de uno de ellos –Santillán- fue registrada por la cámara de Pepe Mateos.

Esas imágenes lívidas, caóticas –crispantes- funcionarían posteriormente como un elemento clave para establecer las responsabilidades sobre lo que terminó llamándose “la masacre de Avellaneda”. Gracias a ese documento -240 fotos incorporadas a la causa- un comisario terminó preso; el gobierno del entonces presidente Eduardo Duhalde anticipó sus elecciones y –efecto colateral- el fotoperiodismo amaneció en su terrible esplendor. Y estableció –como nunca antes- una suerte de manifiesto sobre el carácter “real” de la imagen fotográfica.

En un bar del barrio de San Telmo, a metros de su casa, Pepe Mateos -50 años, 22 en el oficio, 18 de ellos como reportero gráfico del diario Clarín- recuerda el episodio con ademanes austeros: no hay gestos, no hay alteraciones en la voz; la economía –se verá a lo largo de la charla- opera en Pepe como una forma perfecta del pudor.

-Ese día para mí tuvo una carga tremenda. Y lo que sucedió después superó definitivamente todo lo que yo podía pensar del fotoperiodismo.

-¿Creés que la fotografía en Argentina tuvo alguna vez, antes del episodio de Avellaneda, semejante carga documental?

-Dicho así parece un poco presuntuoso… Pero bueno, es cierto que estas fotos dieron vuelta una versión y tuvieron un valor de prueba increíble. Pero ojo, no tuvo que ver conmigo. Clarín me mandó y yo estuve ahí, en ese momento. A veces se trata de estar en el momento.

-¿Cómo te afectó eso: estar en el momento?

-De una forma muy rara. Es un poco inevitable sentir una cosa de vanidad, de orgullo, incluso hasta de delirio trascendental, de pensar “por qué me tocó estar ahí”… Yo conozco muy bien la zona, estudiaba cine por ahí y en una época iba todos los días. Y sin embargo, después de ese día toda la zona parecía distinta. Me parecía grande, inmensa, como expandida. La verdad que no tengo mucha explicación interna a lo que me pasó.

-¿Te has llevado imágenes a la almohada?

-Claro. Pensé mucho en fotos que no saqué.

-¿Reprochándotelo?

-Un poco, sí. Hubo un primer plano de Kosteki que no tomé y que me persiguió bastante tiempo. No pude tomarlo. Yo sentía que lo que estaba sucediendo superaba lo fotográfico. Fotografiaba, sí. Pero a la vez estaba muy impactado por la situación.

-La cámara no era distancia suficiente.

-No, ninguna distancia. Yo estaba ahí.


Luján. La primera vez que Pepe trabajó como fotógrafo fue a sus 28 años y en la provincia de Neuquén, oeste de Argentina (adonde se había mudado temporalmente por motivos personales). Estuvo unos años en un diario local hasta que en 1992 regresó a Buenos Aires y terminó en Clarín, donde ha cubierto –desde entonces- moda, actualidad, espectáculos, en fin: todo.

Pero antes de esos 28 años hubo otra vida. Distinta.

Hijo de una familia de carpinteros (padre, abuelo, tíos dedicados siempre al mismo oficio), Pepe creció en Luján –provincia de Buenos Aires- bajo el signo de las cosas concretas. Sólo existía lo que podía crearse, abarcarse y romperse con las manos, y la cultura del esfuerzo (físico) era también una moral. Pepe trabaja desde chico. A los diez años, luego de emplearse durante un verano usó el dinero ganado para comprar su primera cámara de fotos. Era de plástico. Con ella empezó a tomar fotos esporádicas: de un puente, de su hermano.

Luego pasaron los años y Pepe trabajó en bibliotecas, casas de alfombras, tornerías. Pintó paredes. Fue obrero en una fábrica. Hasta que un día de sus veintitantos años, le pidió a su madre aquel sobre con fotos.

-Le pregunté dónde estaba ese sobre. Y me contestó: “Ah, lo tiré porque eran fotos de nada”. Fue una frase fabulosa. No la olvido. ¿Cómo convencer a mis padres de que yo sacaba fotos de “algo”? Mis comienzos con la fotografía fueron una lucha. A ciegas. Me acuerdo cuando empecé a revelar. Un sufrimiento. La primera vez que compré químicos me los vendieron vencidos, entonces yo revelaba y no aparecía nada y yo pensaba “¿qué mierda pasa?”. Tendría 18 años. Seguía en Luján. No había nadie a quien preguntarle, porque el único que sabía en el pueblo era un fotógrafo chanta que me había vendido todo vencido. Como en mi casa existía esa cosa de hacer rendir las cosas hasta el final, una vez que terminé esos químicos me compré unos nuevos y ahí sí: fue maravilloso. Salían las fotos. Yo revelaba todo el tiempo y revelando hice todo tipo de desastres. Una vez se me volcaron los químicos arriba de la cama y mi vieja casi me mata. Mucho tiempo después, cuando yo trabajaba en el diario de Neuquén, ella dijo: “Quién hubiera pensado que, con todos los desastres que hizo, iba a terminar trabajando”.

-¿Cómo hiciste para llegar a fotógrafo con ese concepto tan desmoralizante?

-Fue complejo, porque efectivamente mi origen familiar es muy concreto y acá tendríamos que hablar de la relación con el padre, ¿no? Siete años en el psicoanalista y los siete años hablando de eso –ríe-. Cuando trabajo, me resulta inevitable preguntarme por el “para qué” de las cosas. ¿Qué sentido último tiene lo que hacés, más allá de la satisfacción inmediata y personal? Sé que hay una gran negatividad en todo ese pensamiento, algo casi nihilista, de pensar “de nada sirve todo lo que haga”. Pero bueno, en ese sentido trabajar en un diario me da una justificación existencial total, que a la vez es económica y social. Saco fotos para que salgan en el diario.

-Esa justificación te tranquiliza. ¿Pero te conforma?

-Sí, porque para mí no hay grandes divisiones entre el trabajo que se hace movido por un factor económico y el que se hace movido por otra cosa. Cuando trabajo no me doy cuenta de que estoy trabajando por dinero. Para mí, el trabajo puede gustarme o no gustarme. Y lo que marca la diferencia entre lo uno y lo otro es que exista un intercambio entre las dos partes que componen el hecho fotográfico. El acto de fotografiar debe modificar algo: debe haber un roce, una fricción entre quien fotografía y el que es fotografiado, que derive en algún tipo de pérdida. Y no me refiero solamente a personas. Podés estar fotografiando un objeto aparentemente inanimado y, ahí, algo puede estar sucediendo.

Buenos Aires. Las fotos que se presentan en Nuestra Mirada son, justamente, el resultado de un intercambio sensual –táctil- entre Pepe Mateos y la ciudad de Buenos Aires. La obra –compuesta por una serie de capturas hechas a lo largo de la última década- funciona a la manera de un relato cinematográfico: cada imagen parece un fotograma rescatado al azar –no hay principio ni final evidentes- e integra el rompecabezas de una ciudad volcánica. Dos ancianas esperando lo peor, un rebaño de soldados y el ominoso poder del Estado –entre tantas otras-forman parte de una historia coral signada por la fisura: en cada foto hay algo que se rompe, una máscara partida.
Pepe Mateos supo ver, en el caos de la ciudad, una verdad. Y un orden.

-Pero con estas fotos no hay ni hubo ninguna pretensión superior. Me dejo llevar por lo que veo, que no necesariamente tiene que estar diciendo “algo”. Por ejemplo, en una época trabajaba bastante de noche y me tocaba circular por lugares donde veía gente y situaciones interesantes. Entonces empecé a trabajar sobre eso. Pero cuando empecé a ser conciente de que me estaba marcando una línea de trabajo, bueno: ahí la recontra cagué.

-Casi como con los sueños: desaparecen cuando uno se da cuenta de que está soñando.

-Igual. Cada vez que pienso “quiero esto” lo arruino. Por eso admiro a gente como Marcos López, que se configura en una dirección y va hacia ahí. Con el detalle de que, además, si a Marcos lo sacás a la calle con una cámara también es muy bueno. No es un artista que corta figuritas. Marcos es un maestro de la luz, un tipo con una visión, uno de los fotógrafos más inteligentes del país.

-Alguien que va en una dirección.

-Claro. En cambio yo siento que voy y me encuentro con las cosas. Pero tampoco me quiero subestimar. Siempre hay una intención, lo difícil es hacerla conciente. Siento que ahí fracaso. Las fotos que seleccioné para Nuestra Mirada… Siento que están bien para regalársela a la gente, pero acá no hay una obra, un cuerpo de algo… Eso siento. Igual, creo que hay un mecanismo muy autodestructivo en lo que digo sobre mi trabajo. Y a la vez a mí me sirve para seguir intentando, ¿no? En lugar de dejar de hacer fotos, sigo haciéndolas y encontrándome con mi límite.

-¿Pensaste en dejar de hacer fotos alguna vez?

-Sí, cerca del 2002. Venía de un par de años de no saber qué hacer. Hacía fotos de moda y, digamos, no era malo pero no era un fotógrafo estrella. Tampoco era maravilloso haciendo actualidad. Haciendo entrevistas, menos… Es como que hago un poco bien todo, pero no tengo una cosa que digas “uy, qué bueno lo que hago”. Y en esa época todo ese pensamiento tan particular que tengo sobre mí llegó a su punto máximo. No sentía entusiasmo por nada. Entonces en el 2002 dije “voy a salir a la calle a ver qué pasa”. Porque el deseo de fotografiar no lo perdí nunca.

Y Pepe, entonces, salió a la calle. Y “lo que pasó” fue esto: la masacre de Avellaneda, Maximiliano Kostecki, Darío Santillán, las fotos -el peso furioso de las fotos en la historia política de un país- y una verdad: que algunos trabajos -como la madera- tienen límites, volumen, cuerpo. Y permanencia.

WikiLeaks: Snowden podría quedarse atrapado "permanentemente" en Rusia. EE.UU contactó con Ecuador sobre el caso Snowden.

El ex empleado de la CIA, Edward Snowden, podría quedarse atrapado "permanentemente" en Rusia si EE.UU. continúa "intimidando" a países involucrados en el caso, advirtió el portal WikiLeaks.
"Cancelar el pasaporte de Snowden e intimidar a países intermediarios podría mantener a Snowden permanentemente en Rusia. Los del Departamento de Estado no son los más brillantes", informó el portal a través de su cuenta de Twitter.

WikiLeaks asegura haber ayudado a Snowden a organizar su huida este domingo de Hong Kong, donde se hallaba refugiado desde el 20 de junio, y publicó sus revelaciones sobre el espionaje electrónico masivo por parte de los servicios de inteligencia estadounidense.
Por el momento Snowden se encuentra en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo, según afirmó este martes el presidente ruso Vladímir Putin.
Anteriormente el Gobierno de Ecuador recibió una solicitud de asilo por parte de Snowden, mientras el Departamento de Estado estadounidense exige su detención y extradición a EE.UU.
Al abandonar Hong Kong el ex colaborador de la CIA llegó a Moscú para dirigirse de allí a un tercer país, en un vuelo con escala en Cuba, pero no subió al avión en el que estaba previsto que viajara a La Habana.

Rusia no puede extraditar a Edward Snowden a EE.UU. porque no tiene firmados los "acuerdos correspondientes" con Washington, según dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, en una conferencia de prensa en Finlandia.
Putin confirmó también que el ex técnico colaborador de la CIA se encuentra todavía en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo pero "llegó a Moscú como un pasajero de tránsito más y no necesita ningún visado ni otros documentos para comprar los billetes y volar a donde quiera". 
Además, Putin aseguró que "en el territorio de la Federación de Rusia, Snowden no ha cometido ningún crimen", lo que también confirma la imposibilidad de su extradición. Snowden es una "persona libre" y "cuanto antes decida su destino final, mejor tanto para nosotros como para él", señaló el mandatario.
Los servicios especiales de Rusia "nunca han trabajado con Snowden y no lo hacen ahora" y "las acusaciones contra Rusia en el caso de Snowden son un delirio", concluyó.
El fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, también había revelado secretos de EE.UU., "también es requerido" por ese país y, "al igual que Snowden, es considerado un defensor de los derechos humanos y de la lucha por la divulgación de la información", dijo Putin.
"Pregúntense si es necesario entregar a estas personas para encarcelarlas o no. Yo personalmente preferiría no meterme en esos asuntos", añadió.
El 6 de junio Edward Snowden filtró a la prensa desde Hong Kong la existencia de un programa ultrasecreto de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense. El Gobierno de Ecuador recibió una solicitud de asilo por parte de Snowden, mientras que el Departamento de Estado estadounidense exige su detención y su extradición a EE.UU.
Al abandonar Hong Kong el ex colaborador de la CIA llegó a Moscú para dirigirse de allí a un tercer país, en un vuelo con escala en Cuba, pero no subió al avión en el que estaba previsto que viajara a La Habana. El paradero de Snowden en estos momentos se desconoce.

EE.UU. contactó con Ecuador en torno a la petición de Edward Snowden de solicitar asilo político. 
Esa información ha sido revelada por el canciller del país latinoamericano, Ricardo Patiño.
"El Departamento de Estado de EE.UU. ha enviado un mensaje al Gobierno del Ecuador, a nuestra Cancillería en Quito, respecto al tema del señor Snowden", declaró el canciller ecuatoriano a la prensa durante su visita a Vietnam, según lo cita la agencia AFP.
"Como solamente es verbal hasta ahora ese mensaje, he pedido que lo envíen por escrito para poder considerarlo cuando nosotros estemos analizando el pedido de asilo del señor Snowden", agregó Patiño, aunque no reveló más detalles.


EE.UU.: "No buscamos confrontaciones con Rusia"
Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha suavizado su discurso de los últimos días declarando que el país norteamericano no busca confrontación con Rusia sobre el caso Snowden.
“No queremos confrontaciones, no estamos dando órdenes a nadie, simplemente estamos pidiendo bajo un procedimiento muy normal”, señaló Kerry en una rueda de prensa durante su visita a Arabia Saudita.
Las declaraciones de Kerry llegan un día después de que advirtiera a China y Rusia de las posibles consecuencias negativas por su implicación y actitud en el caso del revelador de secretos de la CIA y anunciara que "sería obviamente decepcionante si permitieron [a Snowden] intencionalmente subir al avión".









Deuda interna: 37% de los trabajadores está en negro

Según datos recogidos del Indec intervenido, el trabajo en negro afecta a 4,5 millones de trabajadores que no tienen jubilación ni obra social. Pero si se suma el millón 300 mil hombres y mujeres que están desocupados, el número asciende al 47%: casi la mitad de la población en edad activa tiene problemas de trabajo.

Según los registros del intervenido Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el trabajo en negro alcanza al 37,2% de los trabajadores de todo el país demostrando que desde que el INDEC empezó a medir, esta realidad social no ha tenido modificaciones.

Los 4,5 millones de trabajadores en negro no tienen aportes jubilatorios, ni obra social y mucho menos aguinaldo y vacaciones pagas, derechos sociales que el movimiento obrero consiguió luego de décadas de lucha y organización.

Dentro de este mapa de la precarización laboral, Chaco cuenta con el índice más preocupante: 51,9% de los trabajadores está en negro. Así como las regiones son dispares en relación al porcentaje de explotación laboral, entre los géneros también hay una marcada diferencia: mientras que el 40,4% de las mujeres no está en blanco, entre los hombres el número es del 34,8%.

Pero detrás de los números están las personas y las familias: si a los 4,5 millones de trabajadores en negro se agrega el 1,3 millón de hombres y mujeres que no tienen trabajo se revela que el 47% de las personas en edad de trabajar tienen problemas de empleo.

Las formas del trabajo en negro varían desde los contratos que ponen de manifiesto la precarización en el sector público (sólo por poner un ejemplo, la mayoría de los trabajadores del Ministerio de Trabajo no están en blanco sino que son contratados) hasta los monotributistas que se pagan sus propios beneficios sociales como la jubilación y la obra social.

EE.UU ejerce un poder dictatorial sobre el mundo entero.

"EE.UU., en su búsqueda por el poder supremo, le habla al resto de países como si de niños se trataran", aseguró a RT el periodista Charlie McGrath. En su opinión, ese país parece olvidar que en realidad se dirige a naciones soberanas.

"Si China se niega a enviar [a Snowden a EE.UU.] porque no quiere que sea sometido a una persecución política, aparentemente tiene todo el derecho a hacerlo", apuntó el periodista. 

McGrath también defendió el papel de Rusia y Ecuador. A su juicio, Rusia tiene derecho a facilitar la llegada a Ecuador de Snowden, y Ecuador a proporcionarle un lugar en el que vivir de manera segura.

"Nos han hecho creer que EE.UU. ejerce algo parecido a un poder dictatorial, no solo sobre su propio pueblo, demostrando su ilimitada vigilancia, sino también sobre el mundo entero", afirmó.

La vida de Snowden corre peligro

"Parece que el Gobierno de EE.UU. está dispuesto a hacer todo lo necesario para ponerlo en manos de la Justicia", señaló el periodista a RT.

"Estoy de acuerdo con muchos comentaristas que dicen que la historia lo juzgará como un héroe y espero que llegue a su destino final todavía con vida", señaló McGrath, quien subrayó que Snowden actualmente "se encuentra en peligro".

De acuerdo con el fundador del portal Wide Awake News, "muchos están en lo correcto cuando dicen que el Gobierno [estadounidense] está enfadado, que las personas influyentes en Washington están muy molestas y que el entramado de la industria de la seguridad también está muy disgustado con lo sucedido".

"Sus esfuerzos se reducen a desviar la atención de los datos revelados a la persona que dio a conocer esta información", recalcó. No obstante, "la verdadera historia aquí es el menoscabo de las libertades personales dentro de EE.UU.", apuntó McGrath en RT.

El domingo pasado el Gobierno de Hong Kong comunicó que Snowden partiría hacia un tercer país de manera voluntaria y como un ciudadano más. EE.UU. solicitó a Hong Kong la extradición del exanalista subcontratado por la NSA, pero las autoridades afirmaron que la solicitud no cumplía con los requisitos legales y que no había justificación legal para impedir que Snowden abandonara Hong Kong. De momento se desconoce el paradero actual de Snowden. Según varios medios, debía viajar este lunes rumbo a La Habana desde Moscú. Sin embargo, testigos a bordo del avión en el que tenía previsto volar afirmaron que no se encontraba en dicha aeronave. 


La memoria de las cenizas: a 33 años de la quema de libros de la Dictadura

Mañana, en las calles Ferré entre Agüero y Lucena de Sarandí, se realizará el primer acto de señalización en el terreno donde se produjo la quema de 24 toneladas de libros del Centro Editor de América Latina durante la última dictadura cívico militar.

Durante la dictadura, la censura y el control cultural estaban centralizados en el Ministerio del Interior, el gran controlador de la cultura en Argentina, donde funcionaba la Dirección Nacional de Publicaciones. “Operación Claridad” fue el nombre del plan de instrucciones para la detectar y secuestrar bibliografía considerada “subversiva”.

El 26 de junio de 1980 se produjo en Sarandí, partido de Avellaneda, una de las quemas más importantes de libros de la editorial del Centro Editor de América Latina, experiencia que dirigía el mítico editor y matemático Boris Spivacow.

Desde el depósito, que la editorial alquilaba en la calle Agüero, la actual Crisólogo Larralde y O´Higgins, salieron 24 toneladas de libros que trasladaron en camiones hasta el baldío ubicado en la calle Ferré entre Agüero y Lucena.

Apenas a cinco cuadras, allí, en el baldío, se procedió a la quema. El expediente judicial habla de un millón y medio de ejemplares (once toneladas) que fueron incinerados ese día. Los libros ardieron durante tres días.

Estuvieron presentes el personal de la editorial: el fotógrafo Ricardo Figueiras, Amanda Toubes, Alejandro Nociletti, Hugo Corzo y el Director, Boris Spivacow; y personal de la policía de la provincia, entre otros, el cabo primero Boreowski.
Mañana, el grupo platense La Grieta hará el primer acto simbólico en el lugar de la quema. "Porque llevamos la memoria encendida y traemos en nuestras manos una de las colecciones que ardieron como la Nueva enciclopedia del mundo joven del CEAL que dirigía la señora Amanda Toubes”, dijo Graciela Vanzán, una de las integrantes del grupo a La Pulseada Radio.

“Estaremos a las 10.30 con la muestra extendida sobre las mesas, en la misma calle que se produjo el incendio que nadie apagó. Allí estaremos, con música y con palabras. Con protagonistas directos y con niños y abuelos y madres y vecinos. Para celebrar los hallazgos. Para reivindicar cada encuentro. Ojalá puedan estar. Será un acto sencillo e intenso. Una señal. Una manera de reivindicar lo nuestro”, dijeron desde La Grieta.
Muchos escritores hoy reconocidos fueron parte de este proyecto editorial.

Florencia, integrante de La Grieta, dijo que se van a presentar libros que “estamos recolectando desde hace varios años”. Relató que “fuimos a Sarandí a charlar con los vecinos y nos dimos cuenta de que en el barrio no había memoria sobre ese hecho, donde se quemaron alrededor de un millón y medio de libros, que ardieron durante todo un día”.

“Lo particular de esa quema, además de la cantidad y la importancia de esos libros, es que se le dio un cierto viso de legalidad porque hay un acta de incineración, es parte de un proceso judicial que se inició en 1978 al dueño del Centro Editor”.

La idea es “que los libros vuelvan a ese lugar” en este acto en el que se presentará el show del grupo de música latinoamericana “Fulanas Trío”.

Rousseff evalúa descartar plebiscito por Asamblea Constituyente

La presidenta de Brasil descartaría la convocatoria a una consulta popular tras reunirse con la Orden de los Abogados de Brasil para no atrasar el proceso de la reforma política e instalar rápidamente una Constituyente.

Dilma Rousseff, evalúa desistir de su idea de convocar a un plebiscito para instalar una Asamblea Constituyente destinada a debatir una reforma política en respuesta a las masivas movilizaciones que se vienen registrando en todo el país.

Así lo informó el presidente de la Orden de los Abogados de Brasil (OAB), Marcus Vinícius Coelho, tras reunirse con Rousseff.

El abogado explicó que la presidenta desistirá de la propuesta de la consulta popular, la más polémica de las varias que realizó el lunes, tras convencerse de que “atrasaría todo el proceso" de la reforma política.

"Sobre la Constituyente, le manifestamos a la presidenta el peligro (que significaría) para nuestras instituciones si una Constituyente es convocada. Buscamos demostrar que es posible, necesario, urgente, más rápido y efectivo haber una reforma política alterando la Ley de las Elecciones y la Ley de los Partidos Políticos, sin alterar la Constitución Federal", dijo Coelho.

Manifestaciones masivas comenzaron a registrarse a principios de este mes en San Pablo, convocadas por el Movimiento Passe Livre (MPL), para protestar por el aumento de la tarifa del colectivo, que trepaba a 1,5 dólares.

Rápidamente el malestar se trasladó a otras cuestiones y las protestas se multiplicaron por todo el país con enfrentamientos entre la policía y los ciudadanos.

Supercard: La tarjeta única de los supermercados entrará en vigencia el jueves; requisitos y prestaciones

La Supercard, la tarjeta que las grandes cadenas de supermercados emitirán por iniciativa del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en el marco del congelamiento de precios, entrará en vigencia a partir de pasado mañana. Así lo confirmó Yolanda Durán, presidenta de Cedeapsa, la cámara que reúne a los autoservicios chinos.

En un acto en el Mercado Central, la presidentaCristina Kirchner recibirá el jueves próximo la tarjeta número uno. La segunda, en tanto, será para la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María "Pimpi" Colombo. La tercera será para Durán.

¿Cómo se financiará? Con fondos aportados por un fideicomiso integrado por las empresas de seguros, que están obligadas a reinvertir sus capitales en "actividades productivas".

¿Cómo se obtiene? El interesado deberá concurrir a los supermercados que la ofrezcan con su DNI, un servicio a su nombre y recibos de sueldos que comprueben sus ingresos.

Límite de compra y costo financiero:
Ofrecerá un crédito de $3000 y tendrá un costo de financiamiento del 1% (inferior al 3% de las tarjetas tradicionales). Este último implica un ahorro de $720 millones para el sector de retail, que permite mantener el acuerdo de precios, según el Gobierno.

Cuotas : Permitirá realizar compras en más de un pago con una tasa de interés promedio del 22%.

¿Quiénes la ofrecerán? Está previsto que adhieran los supermercados de comunidad, los chinos, los regionales y cadenas de electrodomésticos. Los que ya poseen una tarjeta propia podrán seguir usándola.

¿Excluyente? La Supercard no será excluyente, es decir, los supermercados seguirían operando con los plásticos tradicionales (Visa, Mastercard, American Express, etc.)

El consumo de agrotóxicos en Argentina aumenta continuamente

Recientemente CASAFE (cámara de agrotóxicos argentina) informo la evolución de su mercado: el consumo de pesticidas aumentó 858% en los últimos 22 años, la superficie cultivada lo hizo en un 50% y el rendimiento de los cultivos solo aumentó un 30%. En Argentina hay gran negocio para la industria mundial de venenos (encabezadas por Monsanto y Bayer) y se genera un gran problema para la salud colectiva.

Durante la última campaña (2012-2013) las ventas de agrotóxicos aumentaron un 16% en dólares. Como todos los años Argentina incrementó sus gastos en este rubro y alcanzó una facturación de 2.381 millones de u$s en el último período. 317 millones de kg/litros de pesticidas fue la cantidad aplicada a los campos del país(1).
La pujanza del negocio no nos preocuparía tanto si no se fumigaran con esta enorme cantidad de veneno áreas de monocultivos intensivos donde viven más de 12 millones de personas. Estos mismos ciudadanos son expuestos todos los años, durante los mismos meses, a los mismos venenos, pero todos los años se aumenta la dosis de los mismos y paulatinamente se los mezcla con otros tóxicos más peligrosos aun.

Porque los llamamos “agrotóxicos”

Estos preparados químicos son utilizados para exterminar “pestes” o “plagas” de los cultivos (pesticidas o plaguicidas), todas ellas generadas por organismos biológicos con vida. Herbicidas, insecticidas, acaricidas, fungicidas, son todos venenos destinados a matar seres vivos. Claramente son productos tóxicos, de uso agrario (de allí: agrotóxicos), de distintas toxicidades, algunos más letales otros menos agresivos, pero todos son venenos con impacto sobre la salud humana, aun los que creímos en su momento que no lo eran (recordar la historia del DDT).

Existe una deliberada intención comercial de ocultar la peligrosidad de estos productos. Imponer la convicción de que no son dañinos o que son “poco tóxicos” predispone a su utilización cotidiana y generalizada. Desgraciadamente esta intención también se verifica en ámbitos académicos, con esa artera finalidad se los denomina como “productos defensivos”, cuando no hay nada más “agresivo” para la naturaleza y su biodiversidad; o “fitosanitarios” como si propendieran a la salud vegetal o rural cuando sus efectos son claramente biocidas, lejos de algo sanitario.
Las cosas debemos llamarlas por su nombre y los venenos de uso agrario deben llamarse agrotóxicos en forma genérica. Recordemos que Monsanto e incluso el mismo Ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Dr. Lino Barañao, afirman que se puede tomar un vaso lleno de glifosato (roundup) sin ningún peligro, aunque está demostrado científicamente que todas las personas que lo hicieron fallecieron(2).

La evolución del consumo de agrotóxicos

El año pasado, en que volvió a aumentar el gasto en dólares correspondiente a agrotóxicos, las Cámaras del sector afirmaron que disminuyó levemente el volumen utilizado (un 5%), porque se vendieron preparados con mayor concentración de los principios activos, sobre todo para reemplazar a la dilución habitual de glifosato, ya que al no ser efectiva la concentración habitual, se requieren dosis más altas (concentración al 66 y 74%).
El glifosato es el agrotóxico más utilizado en Argentina, concentra el 64% del total de las ventas y se aplicaron 200 millones de kg/l de glifosato en la última campaña agraria.

En 2012 el volumen total de todos los plaguicidas había llegado a 335 millones de Kg/l y venía aumentando continuamente, como se puede apreciar en el grafico nº1 en base a datos de CASAFE, elaborado por REDUAS. En algunos años, por cuestiones más que nada climáticas, disminuyeron levemente los volúmenes fumigados, pero la serie extendida demuestra una consistente curva ascendente en el consumo de agrotóxicos.
El carácter progresivo de estas series de datos con aumento de la utilización de agrotóxicos, no coincide con aumentos proporcionales de las superficies cultivadas. En 20 años, de 1991 a 2012, la superficie cultivada de cereales y oleaginosas aumentó un 50%, de 20 millones a 30 millones de has(3,4) y el consumo de agrotóxicos pasó de 39 millones a 335 millones de kg/l/ año(1), un 858% más de volumen utilizado.

La premisa de que las semillas transgénicas utilizan menos agrotóxicos no se puede verificar en la realidad Argentina.
Incluso cuando analizamos que en 1996/7, momento en que comienza a sembrase soja transgénica, se recomendaba hasta 3 litros de glifosato por ha por año, actualmente se aplican 12 litros de glifosato en la misma ha y por año; lo que demuestra la incapacidad del modelo de agricultura tóxica para enfrentar las respuestas adaptativas de la naturaleza, como el surgimiento de resistencia en las plantas. La única respuesta refleja es aumentar la dosis de venenos por ha (vender más pesticidas a los productores), tanto herbicidas como insecticidas, y agregar agrotóxicos más peligrosos a las mezclas para fumigar.
En Brasil también se verifica el mismo fenómeno. En ese país se calcula que más de 3.000 ingenieros agrónomos son empleados/representantes de la industria de agrotóxicos(5), y sostienen la prosperidad del negocio químico rural. En nuestro país es probable que esa cantidad de agrónomos sea mayor aun.

Otro mito de la industria de biotecnología, es que aumenta el rendimiento del cultivo.
Sin embargo cada vez son más numerosos los estudios científicos independientes que demuestran que esto es una falacia (6,7,8). Se reconoce un aumento en la producción de granos, pero estas investigaciones demuestran que el incremento de rendimiento por hectárea (ha) se vincula a técnicas de agricultura tradicional que se fueron incorporaron en los últimos 20 años; como el aumento de densidad de plantas por unidad de superficie (menos separación entre plantas en el surco y entre surco y surco, etc.).

En Argentina el rendimiento promedio en 1994 fue de 2,2 tn por ha y en 2010 fue de 3 tn; aumentó un 30% el rendimiento promedio de los cultivos…pero en ese periodo consumimos un 858% más de venenos agrarios, algo no está bien.
Comparando consumo de agrotóxicos en millones de kg/l por año, con aumento de la superficie sembrada en millones de has y aumento del rendimiento en toneladas por ha, encontramos que los 858% de crecimiento del mercado de agrotóxicos no se relaciona con un aumento del 50% del área sembrada, ni con un 30% de mayor rendimiento de los cultivos por hectárea. (ver grafico abajo)

En insecticidas la utilización de productos de reconocida toxicidad, como clorpirifós (el más utilizado con 61 millones de u$s en 2012), también acompaña este proceso de aumento progresivo y sistemático a lo largo de los dos decenios.
La distribución de consumo por cultivos también muestra como los transgénicos demandan la mayor cantidad de agrotóxicos. Maíz y soja significaron 258 millones de kg/l de plaguicidas en el último año (incluyendo sus barbechos químicos).
Es también cierto que el empleo de estos químicos fue extendido a todas las prácticas productivas e incluso a la jardinería hogareña; pero en el análisis de la distribución del consumo de agrotóxicos por cultivos, las magnitudes son mínimos comparadas con las consumidas por los laboreos transgénicos.

Por ejemplo la producción de hortalizas explica menos del 2% del consumo nacional de agrotóxicos. Aunque es preocupante que este aumentando desde el punto de vista de la salud colectiva, sigue siendo escaso este volumen comparado con la cantidad que utilizan los transgénicos (40 millones de u$s gastados en pesticidas para hortalizas contra 1800 millones para soja y maíz transgénico).

Agrotóxicos por habitantes

Los 315 millones de kg/l de venenos que se vierten en el país, significan una dosis de 8 kg/l por habitantes. Sin embargo en las zonas agrarias estas cifras son muy superiores.

En el informe(9) realizado por el Ing. Agr. Aldo Viscovich de la Sociedad Rural de Chovet (Santa Fe, Dpto. de Gral. López), en el extremo sur santafesino se aplicaron 6.000.000 litros de agroquímicos en 621.000 has durante la campaña 2009/10, de esta manera correspondieron 31,5 litros por cada uno de los habitantes de la región en ese año.
Estas macro-dosis de exposición explican, en gran medida, el severo impacto sobre la salud colectiva que las evaluaciones epidemiológicas de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario vienen detectando en la región.
Por ejemplo, en la localidad de Murphy, del mencionado Dpto. Gral. Lopez, la mortalidad de los vecinos por cáncer viene aumentando y en 2011 fue un 50% mayor al promedio nacional (10) . Este dato se reitera en toda el área de extensión de la soja.
En la ciudad de Hernando, provincia de Córdoba, la Secretaria de Salud Municipal encontró en un Análisis de Incidencia de Enfermedad Oncológica, investigación realizada en el marco del Plan Estratégico en Salud del estado municipal, que se concretó revisando registros del Hospital Municipal y de la Clínica privada local, que en el período trianual de 2001 a 2003 se internaron 67 pacientes con cáncer, mientras que en el período 2010-2012 este registro aumentó a 173 enfermos (un 258% de aumento en 10 años). El vínculo con la elevada y progresiva exposición a los agrotóxicos de reconocida potencialidad oncológica(11) es muy fuerte.

Buenas Prácticas Agrícolas

Las buenas prácticas agrícolas (BPA) son una serie de recomendaciones que generó la FAO-ONU para controlar de alguna manera el daño ambiental y a la salud que genera la producción agrícola cuando sólo busca producir una renta y no considera la necesidad de resguardar el equilibrio ecológico del territorio ni la capacidad de regeneración de la naturaleza. En el capítulo para uso de agrotóxicos el INTA(12) realiza recomendaciones con propuestas muy generales, como avisar a la población que en 48 hs va a ser fumigada o que aplique los tóxicos según la recomendación del marbete (¿del marbete de Monsanto?).

En Argentina, el modelo de agricultura basada en venenos de uso masivo y semillas manipuladas por bioingeniería, se instauró en la década de los años 90’, y lo hizo bajo la premisa de que el Estado no debe controlar ni regular el mercado y que éste generará su regulación según sus leyes propias. Hoy estas “leyes” se cumplieron cabalmente (desde el año 1996 este mercado sigue bajo el escaso control del SENASA una institución estatal totalmente cómplice del agronegocio) y el mercado, controlado totalmente por las grandes empresas de biotecnología y agrotóxicos, fue conducido a consumir, por ejemplo, 858% más de plaguicidas que hace 20 años, un verdadero caso de mala praxis agrícola.

Los médicos de los pueblos fumigados no aceptamos “buenas prácticas agrícolas”, cuando las poblaciones de los pueblos fumigados son expuestas sistemáticamente a dosis crecientes de pesticidas año tras año. Con el nivel superlativo de fumigaciones que lleva adelante el modelo de agricultura tóxica en Argentina, consideramos que estas BPA son totalmente insuficientes, más aun cuando recogemos glifosato en agua de lluvia de los pueblos sojeros argentinos lo que demuestra los niveles incontrolables de deriva de pesticidas y el impacto en la salud colectiva rural no deja de aumentar.

Agrotóxicos en el Norte argentino

En las zonas del norte argentino, donde las sociedades anónimas y pooles de siembra de soja están “intrusando” territorios campesinos y de pueblos originarios, los datos son muy escasos y la informalidad es una regla que acompaña los abusos de poder en la región. 
Más de 1 millón de has están ocupadas por estas empresas depredadoras en Santiago del Estero, 250.000 has en Tucumán, mas de 1 millón en Salta y 1 millón de has en el Chaco entre soja y algodón transgénico, reflejan la depredación ambiental en una región donde estimamos que los niveles de contaminación con agrotóxicos son muchísimos más elevados que en el resto del país.
Allí las condiciones climáticas en primavera-verano (época de los cultivos) hacen imposible la concreción de BPA; nunca se registran menos de 25ºC de temperatura y los niveles de humedad y viento hacen que todas, absolutamente todas, las fumigaciones estén fuera de las normas internacionales de la FAO y por lo tanto, no deberían ser autorizadas por los agrónomos. De haber jueces dispuestos a defender los derechos de las comunidades nativas no se podría fumigar sistemáticamente en la región.
En estas condiciones se fumiga en el norte argentino. Como reconocen que la atmósfera les aspirará la casi totalidad del químico aplicado, los empresarios aplican dosis enormes para lograr su objetivo (en glifosato se acercarían a 20 o 25 kg/l por ha por año). Paralelamente, las condiciones tóxicas del ambiente, que se reflejan en la alta mortalidad que sufren los rebaños o bien, en las enfermedades que afectan a las familias, alientan a los pobladores ancestrales para abandonar sus territorios.

Agrotóxicos a nivel mundial

En Brasil se da un fenómeno parecido al argentino, un mercado desregulado (o de laxas regulaciones que solo considera la producción y no al ambiente y a la salud de la población como objetos de ptotección), aumenta progresivamente la superficie cultivada con transgénicos, pero sufre un aumento explosivo del consumo de agrotóxicos que lo llevo a alcanzar el primer lugar como consumidor mundial de pesticidas. Brasil tuvo un uso promedio por ha de 12 kg/l en el año 2011 y una demanda de 850 millones de kg/l por año para una superficie de 70 millones de has para todo cultivo, la soja y maíz OGM ocupan 35 millones de has(5).
En EEUU, el 2º mayor consumidor (el 3º es Argentina), los promedios de utilización son inferiores, reflejando mayores controles de las autoridades de fiscalización, pero también tiende a un aumento constante que es inevitable dentro del sistema de agricultura tóxica.

El aumento del consumo de agrotóxicos es un fenómeno mundial, dentro de él, Brasil y Argentina son los casos más emblemáticos; pero el aumento de la contaminación con pesticidas no es un destino inevitable. Hay países (Holanda, Suecia, Dinamarca, Bélgica) que buscan con políticas activas disminuir el consumo nacional de venenos agrarios con metas específicas. Para ello lo primero que hicieron fue declarar a los productos como “tóxicos” y desaconsejar su utilización, después elaboraron una serie de mecanismos para lograrlo, como disminuir retenciones y facilitar créditos y comercialización a quienes certifican que usan “menos” o nada de agrotóxicos en su producción.
En nuestros países el influjo político de las empresas de venenos como Monsanto, Bayer, Dupont, etc. posibilita la expansión del agronegocio, avanzando sobre los derechos al ambiente y a salud de millones de ciudadanos, desplazando campesinos, desmontando los bosques, concentrando la producción y generando alimentos de muy mala calidad con crecientes residuos de agrotóxicos.-


Un grupo de empresarios liderados por el multimillonario Richard Branson promueve el 'Plan B' del capitalismo sin fines de lucro.

Las actividades del nuevo capitalismo deberán tener como fin no solo la obtención de beneficios, sino el bien de todo el planeta, según un grupo de empresarios liderado por el fundador de la compañía Virgin, el multimillionario Richard Branson.

La semana pasada, un grupo de hombres de negocios liderados por el multimillonario Richard Branson anunció la creación de un equipo que va a promover un 'Plan B' para el capitalismo. Según ellos, el llamado 'Plan A', el que siguen los empresarios únicamente para obtener beneficios, ya no funciona, informa la revista 'Foreign Policy'.

Sus razonamientos son:

• La humanidad está en una encrucijada: el medio ambiente se está deteriorando rápidamente, la población crece, la desigualdad aumenta;

• Los Gobiernos nacionales no quieren o no pueden resolver estos problemas. Por lo tanto, son las empresas privadas las que deben actuar como principal motor del cambio.

Por ello los capitalistas del 'Equipo B' plantean oponerse al principio tradicional de obtener beneficios a cualquier precio y promover en cambio la idea de responsabilidad social, que redunda en el bienestar de las personas y en la conservación del planeta.

Pero por detestable que sea la codicia de los empresarios actuales, rechazar el afán de lucrarse constituiría un grave error, apunta el economista Daniel Altman, profesor de la Universidad de Nueva York.

La materialización de este plan por parte del 'Equipo B', es decir, el rechazo al modelo clásico de hacer negocios, puede destruir los fundamentos del orden social, advierte Altman.

Para que cualquier empresa tradicional tenga éxito es muy importante que esta se haya formulado un objetivo claro que permita a los gerentes de las compañías saber qué esperan de ellos los accionistas. Los accionistas, por su parte, saben cómo evaluar el desarrollo de la empresa estudiando la cuenta de resultados.

Sin embargo, en el caso de una empresa que tenga como objetivo el bienestar social este modelo no funcionaría, puesto que no estaría claro cómo evaluar los resultados de su labor en beneficio del planeta, y más difícil todavía sería atraer a los inversores.

El mismo Branson, cuando estaba construyendo su negocio, prometió a los inversionistas que la empresa sería rentable. Es poco probable que hubiera conseguido crear una empresa multimillonaria hablándoles a los inversores sobre responsabilidad social.

Aparte de Branson, muchos empresarios de compañías que han obtenido el éxito financiero y que al principio se autodefinían como organizaciones sin fines de lucro con el tiempo han comenzado a actuar de acuerdo con el modelo clásico de negocios. Por ejemplo, la institución india de microfinanzas SKS comenzó como una empresa comprometida socialmente, pero ahora sus acciones se cotizan en la bolsa de valores.


Diez economistas, en las listas de precandidatos de cara a las PASO

Por el lado del oficialismo, el Frente para la Victoria presenta al presidente del Credicoop, Carlos Heller, quien va por la renovación de su banca en la Cámara de Diputados en representación de la ciudad de Buenos Aires, y a la directora de la Cámara del Mercado Eléctrico Mayorista (CAMMESA), Paula Español, que secunda a Daniel Filmus, en la lista de senadores nacionales porteños.

Español es licenciada en Economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y doctora en Economía de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París.

Se desempeñó en el Centro de Estudios para la Producción (CEP), un organismo dependiente de la ex Secretaría de Industria y Comercio, y también fue vicepresidenta de la Asociación de Economía para el Desarrollo de la Argentina (AEDA), que presidía el actual director del Banco Nación Matías Kulfas.

En tanto, del lado de la oposición la oferta se concentra principalmente en la ciudad de Buenos Aires, aunque con algunas presencias destacadas en las provincias de Córdoba y Santa Fe.

De los ocho economistas distribuidos en tres fuerzas, UNEN, PRO y Compromiso Federal, la mitad tuvo cargos de relevancia política y económica durante los `90, en que predominaron las políticas neoliberales, con cuya máxima expresión fue la Convertibilidad monetaria, que mantuvo al peso atado al dólar durante diez años.

Se trata de un ex ministro de Economía, dos miembros de su equipo económico, y un ex ejecutivo del banco JP Morgan, uno de los principales defensores de las políticas de ajuste y endeudamiento de aquella década pero también de la actual.

Domingo Cavallo, el ministro de Economía de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, padre de la convertibilidad y del corralito financiero, compite por una banca de diputado en el Congreso nacional en representación de Córdoba, por Compromiso Federal, el partido de los ex gobernadores de San Luis, Adolfo y Alberto Rodríguez Saá.

Previo a su paso por el Ministerio de Economía, Cavallo fue presidente del Banco Central durante la última dictadura cívico militar, y posibilitó la estatización de una gran masa de deuda privada, que pasó a engrosar el pasivo público nacional.

Un ex funcionario de Cavallo, Federico Sturzenegger, quien ocupara la Secretaría de Política de Económica en 2001, cuando se desencadenó la mayor crisis argentina en décadas, y ahora preside el Banco de la Ciudad de Buenos Aires, irá en busca de una diputación nacional por parte del PRO.

En sus últimas declaraciones, Sturzenegger consideró que el gobierno nacional debería devaluar en un 40 por ciento el valor del peso con respecto al dólar.

También por el PRO, pero por una diputación nacional por Santa Fe, compite Luciano Laspina, otro ex miembro del equipo económico de Cavallo, en 2001, cuando asesoró a Guillermo Mondino, quien ocupó la Secretaría de Política Económica, en los últimos meses de gestión de De la Rúa, cuando se implementó el corralito financiero.

Previo a su paso por el Palacio de Hacienda, Laspina fue asesor por dos años de Pedro Pou, quien se encontraba al frente del Banco Central, y con posterioridad acumuló denuncias y procesos por defraudación al Estado.

El ex JP Morgan es Alfonso Prat Gay, quien también ocupó la presidencia del Banco Central durante el final de la gestión de Eduardo Duhalde al frente del Poder Ejecutivo Nacional en 2002, y perduró con Néstor Kirchner como presidente, hasta que las diferencias con el mandatario respecto a la renegociación de la deuda pública lo llevaron a renunciar en 2004.

Prat Gay, que se precandidatea a senador nacional por la Ciudad, será parte de la interna de UNEN, el espacio que aglutina a radicales, socialistas, y otras fuerzas, y del cual también forma parte, el ex ministro de Economía Martín Lousteau, que se prepostula a diputado nacional porteño.

Diez economistas, muchos de ellos ex funcionarios de gestiones anteriores, con predominio de quienes ocuparon lugares de decisión en los 90, conforman las listas de pre-candidatos a diputados y senadores nacionales de cara a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias que se realizarán en agosto próximo.




En esta alianza también aparecen como precandidatos a diputados nacionales por la Ciudad, Adrián Ramos, economista coordinador de la Unión Cívica Radical, y Fernanda Reyes, quien ya ocupó bancada en representación del ARI, cuando lo comandaba Elisa Carrió.

Otro que compite dentro del PRO es Jorge Triacca, en busca de la renovación de su banca porteña en el Congreso Nacional.

Afuera quedaron otros economistas de renombre que supieron mostrarse como candidatos casi hasta última hora, como el caso del ex ministro de Economía Roberto Lavagna, que llegó a inscribir a Acción Ciudadana como partido para participar, una agrupación que supo llevar entre sus filas al líder neonazi Alejandro Biondini y al ex coronel carapintada Mohamed Seineldín.

Parecido fue el caso de Carlos Melconian, quien hasta llegó a gastar a cuenta, colocando carteles a los costados de las autopistas porteñas y de la General Paz, anunciado su precandidatura a legislador nacional por la provincia de Buenos Aires, pero como el PRO no se presenta en este territorio, sus posibilidades se desvanecieron, al igual que el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti.

Bastante antes se bajó Martín Redrado, también ex presidente del Banco Central, quien compitió sin suerte en la última elección, y fue tentado por el PRO.