martes, 19 de marzo de 2013

Asumió Francisco: "El verdadero poder es el servicio humilde

La presidenta le solicitó a Francisco que intervenga en las negociaciones para lograr que Gran Bretaña se siente a discutir el reclamo de soberanía de la Argentina. En una cálida reunión, Jorge Bergoglio reinvindicó el concepto de "Patria Grande" para Latinoamérica. 


Tras recorrer la Plaza San Pedro en un sencillo papamóvil descubierto y detenerse en una oportunidad para saludar a una persona enferma que se encontraba entre los miles de fieles que se acercaron al Vaticano, se inició la ceremonia ritual en la Basílica de San Pedro.
Poco más tarde, el Sumo Pontífice, en procesión, subió a la basílica para salir a la Plaza de San Pedro, donde el cardenal protodiácono, Jean Louis Tauran, le colocó el palio y el decano, Angelo Sodano, le entregó el anillo del Pescador que, como signo de austeridad, Francisco dispuso que sea de plata dorada, en lugar de una joya de oro.
Luego, el Papa Francisco comenzó la homilía de la misa de su pontificado, donde dijo que "el verdadero poder es el servicio" y, en particular, "especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños, el hambriento, el sediento, el forastero, el desnudo, el enfermo y el encarcelado". El Santo Padre afirmó que también él mismo, como nuevo pontífice, "debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe". 
"Custodiar a Jesús con María, custodiar toda la creación, custodiar a todos, especialmente a los más pobres, custodiarnos a nosotros mismos. He aquí un servicio que el Obispo de Roma está llamado a desempeñar, pero al que todos estamos llamados, para hacer brillar la estrella de la esperanza", concluyó su mensaje, seguido por un impresionante silencio en la Plaza San Pedro y luego acompañado con un fuerte aplauso. 
El papa exhortó a los fieles a no tener miedo de la bondad, de la ternura, que -dijo- "no es la virtud de los débiles sino más bien todo lo contrario, denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de amor".
Tras iniciar oficialmente su Pontificado, el papa Francisco saludó a los representantes y mandatarios de los más de 120 países que enviaron una delegación para la ceremonia. 
La delegación argentina, encabezada por la Presidenta de la Nación, ocupa un lugar preferencial en la ceremonia de inicio del ministerio petrino de Francisco. Cristina Fernández aguardaba esta mañana en la plaza San Pedro del Vaticano, acompañadad por el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, al canciller Héctor Timerman y al titular de la Unión Industrial Argentina, José de Mendiguren, entre otros.
También participaban de la misa inaugural delegaciones de otras religiones y una multitud de fieles católicos, en la jornada inicial del ministerio petrino a cargo de Francisco, el primer Papa de América Latina y jesuita.

Un cartonero formó parte de la comitiva

Sergio Sánchez abordó ayer con su uniforme de cartonero el avión de la comitiva oficial que viajó a Roma a la entronización del Papa Francisco. Fue sometido a una radiografía de tórax en el aeropuerto por la desconfiada mirada de los inspectores, que dudaban de que su traza congeniara con la del resto. Sin embargo, sí, Sergio formó parte de la comitiva luego de que la Secretaría General de la Presidencia de la Nación accediera al pedido de miembros de la Iglesia de Buenos Aires.

Se trata de un vecino de Villa Fiorito, cartonero e integrante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), quien participó por cinco años consecutivos de las misas que el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio celebró en la Plaza de Constitución bajo el lema "por una sociedad sin esclavos ni excluidos".