martes, 2 de abril de 2013

Último momento: Después de la exitosa competencia de Súper TC 2000, Macri anuncia Regata Internacional en los barrios mas altos de la Capital Federal.


El trágico temporal dejó seis muertos en la Ciudad y graves destrozos
El número de víctimas fue confirmado por Alberto Crescenti, director del SAME. Por su parte, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, dijo a Radio América que hay dos muertes más que resta confirmar. Hay viviendas inundadas, destrozos en locales comerciales y autos arruinados.


Seis personas murieron como consecuencia del intenso temporal de lluvia y viento que afectó esta madrugada a la Ciudad de Buenos Aires y algunas zonas del Gran Buenos Aires, donde numerosos barrios colapsaron como consecuencia del agua que inundó calles, viviendas y vehículos.
Las últimas víctimas, aún no confirmadas, son un hombre que falleció aplastado por una heladera y una mujer que sufrió un paro cardíaco producto del pico de estrés por la situación que estaba viviendo. Con estas dos víctimas el número total sería de 8 muertos.

En declaraciones a Radio América, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, informó: "Son 6 los muertos confirmados más 2 que se está analizando si fue por el temporal".
Durante el temporal cayeron más de 155 milímetros de agua en dos horas y numerosos puntos de ingreso a la capital del país quedaron bajo el agua y sin luz, con graves consecuencias para los vecinos de las zonas afectadas, como viviendas inundadas, destrozos en locales comerciales y autos arruinados.

Alberto Crescenti, titular del SAME confirmó que las ambulancias de ese organismo trasladaron los cuerpos de cinco hombres y una mujer fallecidos tras el temporal.
Se trata de "un operario del Subte B que murió en la estación Los Incas, un hombre de unos 60 años fallecido en Burela y Tomas Le Bretón, una mujer de 88 años muerta en Cabildo 410, otro hombre de 45 años fallecido en Álvarez Jonte al 5600 y un hombre de 88 años en Manzanares 4300".
Crescenti recordó que "aún no se determinaron las causas de muerte" ya que "faltan realizar las pericias correspondientes".

Las zonas más afectadas fueron los accesos a General Paz, sobre todo Lope de Vega, la autopista Panamericana a la altura de Thames y Márquez. Y los barrios de Palermo, Belgrano, Colegiales, Saavedra, Villa Urquiza y Floresta y Flores, entre otros, se inundaron completamente.
Ante la situación de emergencia los vecinos de los barrios afectados reclamaron infructuosamente la presencia de las máximas autoridades del gobierno porteño, pero ninguno de ellos se hizo presente en los lugares críticos.















Las paritarias 2013, son un enigma para todos. Los popes sindicales acuerdan sin consultar las bases

La UOM, gremio que encabeza la CGT oficialista, acaba de patear el tablero al reclamar un aumento salarial del 35% para el próximo año. En vez de seguir el ejemplo de los metalúrgicos, otros sindicatos de la central sindical, como el de los colectiveros y los ferroviarios, se conforman con incrementos bastante inferiores. Eso sí: exigen que en sus convenios se incluya una cláusula gatillo que permita reabrir la discusión salarial en caso de que la inflación se dispare después de mitad de año.


El planteo va en contra de las pretensiones oficiales. La Casa Rosada quiere que los aumentos en 2013 sean inferiores al 25% y que los acuerdos sean a largo plazo, al menos por un año. En otras palabras: el Gobierno está absolutamente en contra de que los convenios que se firmen este año puedan reabrirse. Eso, argumenta el oficialismo, sería generar una elevada expectativa inflacionaria.

La UTA, gremio que agrupa a los choferes de colectivos y los choferes de media y larga distancia, se encuentra en conciliación obligatoria hasta el próximo martes 9. Trabajo les dictó la conciliación luego de que anunciaran una medida de fuerza porque tenían trabada su discusión paritaria.

El gremio reclama un aumento salarial del 23% retroactivo al 1° de enero pasado. Según Roberto Fernández, secretario general de la UTA, “el porcentaje que pedimos no sería el problema para alcanzar un acuerdo. El problema es que no nos quieren aceptar una cláusula gatillo que establezca que si se dispara la inflación podamos volver a discutir otro aumento”.

El líder de los colectiveros agregó: “Pongámosle el nombre de cláusula gatillo o el que sea, a mí lo que me importa es que haya un mecanismo que me permita cubrirme de la inflación. Esta es la única garantía de no quedarme corto en la paritaria”.

Fernández recordó a Clarín que le transmitió su exigencia a los ministros del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y el de Trabajo, Carlos Tomada. “Me contestaron que se lo trasladarían a la Presidenta, pero aún no obtuve respuesta”, confió el dirigente.

De acuerdo con Fernández, el 9 de abril cuando se venza la conciliación “el gremio tendrá las manos libres. Ahí decidiremos, en caso de que todavía no hayamos llegado a un acuerdo, si trabajamos a reglamento o si disponemos una medida de fuerza”.

El sindicalista es miembro de la conducción de la CGT oficialista. Aunque por cantidad de afiliados la UTA es considerada un gremio mediano -nuclea a 22.000 choferes de larga distancia y 48.000 de corta-, su poder de fuego es inmenso: un paro de colectiveros paralizaría casi por completo la Ciudad. Hoy, el sueldo básico de convenio de los choferes es de $8.100.

El próximo jueves 4, el Ministerio de Trabajo citó a los cuatro gremios del sector ferroviario -La Fraternidad, Unión Ferroviaria, Señaleros y Personal Jerárquico- para empezar la discusión paritaria. Allí, los sindicalistas oficializarán una cifra que ya se conoce: pretenden un aumento salarial del 28%. “El año pasado nos dieron un 23% y la inflación fue del 25%, otra vez no nos queremos quedar cortos”, fundamentó el jefe de La Fraternidad, Omar Maturano.

El maquinista, sin embargo, dijo a Clarín que podrían aceptar un incremento menor siempre y cuando “en el acuerdo figure una cláusula gatillo que permita reabrir la discusión en caso de que se dispare la inflación”.

La paritaria ferroviaria promete ser brava. El Gobierno buscará que la suba se mantenga dentro de la pauta oficial: por los subsidios que recibe el transporte ferroviario de pasajeros, el aumento impactará en las arcas estatales.