sábado, 20 de abril de 2013

Maduro fue investido como presidente de Venezuela


Con la presencia siempre latente del fallecido presidente bolivariano, se inicia el período que completa el mandato hasta 2019. Maduro se asumió como el hijo de Chávez y, dijo, será "un garante de sus sueños, pero en colectivo". Abrió el juego para dialogar con la oposición.


La ceremonia de jura fue acompañada por una multitud "roja-rojita" que rodeó el edificio de la Asamblea Nacional (Congreso) y que festejó y sufrió cada instancia de este proceso que comenzó el mismo día de la muerte del líder socialista.
Poco antes de hablar, Maduro juró como presidente, mientras sostenía en una de sus manos la Constitución bolivariana. En las afueras, los militantes y simpatizantes chavistas levantaron su mano izquierda y repitieron una a una las palabras de Maduro. Cuando el titular de la Asamblea, Diosdado Cabello, lo proclamó presidente, el gentío estalló en gritos, vivas y aplausos. Algunos lloraban y no era para menos, hacía poco más de un mes habían despedido al presidente socialista Chávez y, tras una corta pero intensa y disputada campaña electoral, lograron retener el poder político para seguir desarrollando el socialismo del siglo XXI.
Maduro al ingresar al recinto de la AN saludó a todos y cada uno de los presidentes. A su derecha se ubicaron en primera fila el cubano Raúl Castro, Cristina Kirchner, Dilma Rousseff y Evo Morales. Más atrás se encontraba el hondureño Porfirio Lobo. Hacia la izquierda se podía ver a José Mujica, Daniel Ortega (Nicaragua) y el iraní Mahmud Ahmadineyad, entre otros. 
El espíritu y la imagen de Chávez estuvo presente en toda la ceremonia. Un cuadro gigante con la foto del presidente fallecido presidió el espacio de la jura, y su hija María Gabriela Chávez fue quien le colocó la banda presidencial. María Gabriela luego se estrechó en un largo abrazo con la presidenta Kirchner, con quien mantuvo un diálogo por varios minutos.  
En su discurso, Maduro hizo un emocionado racconto del proceso bolivariano, agradeció el respaldo de los presidentes que lo acompañaban, al pueblo que lo respaldó para encabezar esta nueva etapa que significa construir el chavismo sin Chávez. Avisó que era preciso revisar el ajustado resultado electoral, pero no rompió lanzas sino que les dijo a todos aquellos que siendo chavistas no lo acompañaron con el voto que "les tiendo la mano, recorreré el país para trabajar con todos y cada uno de ustedes". También le dirigió un mensaje a los opositores, a quienes los convocó a terminar con la intolerancia: "Los llamo a conversar en función de la patria, la economía, los Derechos Humanos." Incluso aclaró, aunque sin nombrarlo, que está dispuesto a conversar con el derrotado candidato de la MUD, Henrique Capriles "para que cese la intolerancia y respete la Constitución".
La condición de presidente chavista no fue un tema secundario en el discurso presidencial. Reconoció que esta fue la elección más difícil, pero que no por ello eludirá el desafío: "Yo no soy Chávez, me asumo como su hijo y como garante de sus sueños pero en colectivo", afirmó, y el hemiciclo estalló en un aplauso. El único momento de tensión se produjo cuando un muchacho llegó hasta Maduro tras sortear la seguridad (ver aparte).
Las muertes de militantes chavistas, que se produjeron a mano de seguidores de Capriles, no estuvieron ausentes. Maduro saludó a los familiares de los fallecidos allí presentes, y anunció que ya se había detenido al autor material de dos crímenes. 
El presidente anunció que va a profundizar las misiones sociales, que inició en su momento Chávez, y que trabajará para terminar con la corrupción, mejorar la eficiencia y combatir la delincuencia en pos de transformar la sociedad venezolana en una verdadera democracia socialista. Poco después, un imponente desfile cívico-militar realizado en el Paseo Los Próceres. Cientos de miles presenciaron el acto. Los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana desfilaron al grito de "Chávez vive, la lucha sigue, somos socialistas y antiimperialistas". «
 

 un intruso mediático que preocupó a la seguridad oficial
Como un flash, un muchacho enfundando en una campera roja y una gorra del mismo color subió corriendo hacia el estrado desde donde el presidente Nicolás Maduro dirigía su discurso luego de la jura. Le puso un brazo en la espalda y con la otra mano tomó el micrófono para gritar su nombre: "Soy Yendrik Sánchez", alcanzó a escucharse. Luego se supo que era una especie de "besuqueiro" local que gusta de hacer estas arriesgadas maniobras.
Cuando llegó hasta Maduro, el titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, saltó de su silla y casi colgando del escritorio buscó agarrar al hasta ese momento peligroso individuo. "La seguridad ha fallado, podrían haberme disparado", dijo Maduro rodeado de 16 presidentes, pero luego calmó al resto al sostener que "el incidente fue superado". En las afueras de la Asamblea todo fue confusión entre los militantes chavistas que no sabían qué sucedía porque la transmisión televisiva se cortó. El "besuqueiro" fue retirado y todo continuó con normalidad. El pasado 10 de abril, Sánchez le hizo lo mismo a Henrique Capriles, a quien le arrebató la gorra con los colores de la bandera venezolana. En 2007 lo hizo con una reina de belleza.


la ceremonia contada por cristina a puro tweet
En la Asamblea, me saludan, tomo manos que se extienden y agradecen. Cuánto más lindas que las que sólo sirven para insultar o golpear. Siempre me pregunto: Qué sentirá cuando llega a su casa alguien que sólo grita, agrede o golpea? Dormirá mejor? Será más feliz? Andá a saber.
Ingreso al recinto de la Asamblea Nacional. Una vez hablé allí. Hugo me había invitado a disertar frente a los parlamentarios. Se lo comento a Dilma que está sentada al lado mío. Al otro lado está sentado junto a mí Raúl Castro, Presidente de Cuba y de la CELAC.
Nicolás levanta una y otra vez durante su discurso, la Constitución venezolana. Le cuento a Dilma que tengo un ejemplar igual.
En su primera página dice: "A mi amigo entrañable y compañero Néstor Kirchner." Firmado por Hugo el 25 de Mayo de 2003, el día que Néstor juró como Presidente. Van a ser diez años. Siempre estuvo en el escritorio de la Rosada. Decidí llevármela y ponerla sobre la mesa de luz de Néstor. Confieso que me dio miedo que pudiera perderse. La siento como una verdadera reliquia histórica.
Discurso excelente de @NicolasMaduro convocando a todos los venezolanos y también al futuro. Habló de los problemas y de cómo encararlos. De proyectos y de obras. Me gustó. Lo vi firme y sereno.
Condenó la xenofobia, contra cubanos... y colombianos. Aunque no lo crean contó que durante la campaña lo trataban de "perro colombiano". Porque decían que su madre era colombiana. Como si fuera un estigma. También contó que golpearon a una médica cubana que perdió un ojo. A estos tipos les chifla el moño. 
Me gustó su autodefinición: "Soy el primer Presidente chavista y obrero." Dios mío. Qué continente, este, el de la América del Sur.
También me encantó el giro poético, cuando recreó el golpe del 2002: "Amanecimos de bala." Impresionante. 
Entre el público de la Asamblea, están los familiares de los muertos del día 15. Dolor y alegría. Todo junto. La vida.