Un modo de valorar los resultados de una contienda electoral es analizar la evolución de una fuerza política. En ese sentido, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) sacó en las parlamentarias del pasado 27 de octubre más del doble de los votos que había conquistado en las presidenciales de 2011. Pasó de 497.082 sufragios, el 2,3%, a 1,5 millones, el 5.6 por ciento. "Tuvimos un resultado de características excepcionales", remarca al respecto el dirigente del Partido Obrero (PO) Néstor Pitrola, que hace ocho días se transformó en diputado nacional electo por la provincia de Buenos Aires, y ocupará uno de los tres escaños que el FIT tendrá en la Cámara Baja a partir de diciembre.
Hay algunos datos más que cabe señalar sobre la votación lograda por el Frente a nivel nacional. Conquistó el segundo lugar en Salta, con el 20% de los sufragios, y el tercero en Mendoza, con 14 puntos. "Esta gran elección ha sido de carácter nacional. Hemos obtenido legisladores provinciales en varios distritos –agrega Pitrola–. No sólo donde había dirigentes expectantes sino en provincias donde parecía imposible, como en Santa Cruz, donde sacamos el 11% de los votos, o en Neuquén, con el 10 por ciento”.
–¿Qué demostraría el haber hecho una buena elección en varios distritos?
–Esto para nosotros es la prueba de que lo que se votó fue un programa, un planteo político nacional. Un visión que está a la izquierda de la experiencia kirchnerista.
–¿De dónde cree que vienen los votos que ahora tiene el FIT?
–Lo que más nos importa a nosotros es que hay un caudal muy importante del movimiento obrero. Sacamos porcentajes muy altos en los lugares con experiencia fabril y lucha sindical.
–¿Sería entonces un voto que viene del peronismo?
–Sí. No hay duda de eso. En algunos municipios del conurbano, como Almirante Brown y José C Paz, hicimos una gran elección. De hecho, en todo el conurbano bonaerense le ganamos a (Francisco) De Narváez, y quedamos como cuarta fuerza. Por ende, no hay dudas de que una buena parte de ese respaldo viene del peronismo y del kirhcnerismo. Nosotros hemos trabajado sobre las contradicciones del Frente para la Victoria, las diferencias entre el discurso y algunas realidades, como el pacto YPF–Chevrón, o la decisión de (Daniel) Scioli de nombrar a (Alejandro) Granados al frente del Ministerio de Seguridad provincial. Son contradicciones que hemos marcado durante todos estos años, y creo que en estas elecciones cosechamos lo que habíamos sembrado.
–¿El resultado no fue también producto de la unidad de distintos partidos de izquierda, en parte empujada por las límites que impuso la reforma política, que exige un piso del 1,5% del padrón en las PASO para poder competir en la general?
-La creación del FIT es la decisión política de agrupar al campo de la izquierda combativa, anticapitalista y autónoma. La ley de partidos políticos, en realidad, nos colocó una barrera. Que nosotros hayamos podido saltarla es una virtud del atleta y no de la altura de la valla. Nos dimos los métodos y el planteo para lograrlo. Pero este reagrupamiento de la izquierda anticapitalista va más allá de la ley electoral.
–¿Hay algún otro motivo por el cual cree que la sociedad apoyó al FIT en esa ocasión?
–Hay una situación económica compleja, con inflación, con una posible devaluación en puertas, con déficit energético. Y el FIT ha planteado muy claramente que la salida no puede ser un ajuste. Creo que esa postura quedó muy clara en la campaña. Los votantes que nos acompañaron apuestan a que vayamos al Parlamento a luchar como leones contra cualquier intento de ajuste.
–¿Cómo explica el resultado del FIT en Salta, donde quedaron segundos con 20 puntos?
–Con sus particularidades, la crisis del Partido Justicialista y de otras fuerzas históricas en Salta es mayor. Por otra parte, el PO fue ganando espacio en las muchas luchas sociales salteñas y tenemos posiciones en el parlamento provincial desde hace más de 10 años. Esa representación nos ha permitido alimentar nuestra construcción política en desde lugares institucionales, con las posturas que hemos plasmado allí. Por eso nos parecen tan importantes las tres bancas que conseguimos en el Congreso Nacional.
–¿Se imagina acordando posturas con otras fuerzas?
–Nosotros somos un bloque independiente. Las leyes que mejoren la situación de los jubilados y los trabajadores, nos van a encontrar a nosotros apoyando.
Es un congreso de delegados congresales, que se realiza con los secretario Generales de la CTA en todo el país; tanto nacional, provincial, regional y locales. Son convocados a los efectos de tomar decisiones y propuestas para elevarlas al congreso nacional de la CTA y ser aprobadas.
