sábado, 4 de mayo de 2013

Leonardo Boff: "Francisco dará una lección a la Iglesia"

Venimos de un invierno tenebroso y muy fuerte. Ahora llega la primavera." El brasileño Leonardo Boff, uno de los principales referentes de la Teología de la Liberación, está más que entusiasmado con el papa Francisco, a quien define "un pastor cercano al pueblo, que no viene como profesor para dictar doctrinas, sino para animar la fe".

No espera grandes cambios doctrinales. Pero está convencido de que Francisco pondrá en marcha "un nuevo estilo" en el ejercicio del poder, basado en la caridad, que no gobernará con el derecho canónico en la mano y asumirá el desafío de rescatar "la credibilidad perdida".

"Va a subrayar mucho más la dimensión de una Iglesia pobre, sencilla, despojada de poder, que una renovación en la doctrina", consideró Boff, de 74 años, que llegó a Buenos Aires para presentar el libro Las cartas de Clelia y Jerónimo Podestá , que rescata el pensamiento de la pareja que se formó cuando el ex obispo de Avellaneda abandonó la jerarquía episcopal, a través del correo epistolar que ambos mantuvieron con distintas figuras de la Iglesia, la política y las organizaciones sociales. Incluye la correspondencia que Clelia Luro mantuvo con Jorge Bergoglio. "El libro refleja lo que será el futuro de la Iglesia, que va hacia una apertura, quitando la ley del celibato como imposición y dejándola como opción", precisó el teólogo brasileño, en diálogo con LA NACION.

-¿Esa apertura se dará en breve?

-No sabemos los tiempos y los momentos. Depende de la cabeza de la Iglesia, que debe tener la valentía de romper toda una tradición. Posiblemente se esperen conflictos, pero él no abrirá frentes nuevos. El primer gran desafío es la reforma de la curia, rescatar la credibilidad de la Iglesia y conferirle un rostro aceptable para el hombre moderno, que vuelva a ser un hogar espiritual. Por ahora no lo es. Es un campo de tensiones, de rupturas, de persecución de teólogos. Eso lo cambiará absolutamente.

-¿A qué atribuye esas tensiones?

-A los últimos dos papas, que han interpretado el Concilio Vaticano II desde el Vaticano I, en el cual la figura del Papa es la única central, infalible. Vaciaron todo lo nuevo que surgió en el Vaticano II: la Iglesia en diálogo con el mundo moderno, la colegialidad, el diálogo con otras religiones. Todo eso fue puesto bajo sospecha.

-¿Francisco podrá revertir esa concepción?

-No sólo asumirá el Vaticano II: va a avanzar. Ya dio señales. Primero, en la curia. Será una lección para los obispos y cardenales que siempre han rendido obediencia al Papa. Que ahora lo imiten, que sean sencillos, que depongan todos los símbolos de poder. Avanzará en la colegialidad en el gobierno de la Iglesia, donde el Papa será el articulador, pero no estará solo. La primera señal fue la creación de un equipo de ocho cardenales para que lo ayuden a gobernar.

-¿El sector conservador pondrá piedras en el camino?

-Tengo la esperanza de que el Papa abra la discusión para avanzar en una pastoral de la Iglesia que vaya al encuentro de las personas. A Francisco le interesan no tanto la doctrina, sino las personas. No va a cambiar mucho en temas doctrinales. Pero sí en términos pastorales, va a tratar bien a la gente. Que no se sientan alejadas de la Iglesia, sino parte de ella.

-¿El peso de la doctrina no será tan determinante?

-Será claramente un pastor. Y dejará a los teólogos hacer teología. La competencia del Papa es testimoniar la fe y la esperanza. Ratzinger gobernó compitiendo con los teólogos escribiendo libros. Eso crea confusión. Francisco quiere ser pastor, estar en el medio del pueblo y aplicará lo que les pidió a los sacerdotes: que tengan olor a oveja. Para mí, Francisco no es un nombre: es un proyecto de Iglesia.

-¿Cómo explica que un papa de estas características haya surgido de un cónclave en el que predominaban sectores conservadores?

-Los cardenales europeos estaban tan avergonzados y humillados por los delitos del Banco del Vaticano y la pedofilia, que nadie sentía ganas de ser papa. Y eligieron uno del fin del mundo. En ese contexto, emerge la figura de Bergoglio, además de sus dotes personales. Hay en él señales de santidad. Necesitamos un papa así.

-¿Es optimista frente a los desafíos que le esperan a la Iglesia?

-Venimos de un invierno tenebroso y muy fuerte. Una Iglesia que dejó de ser una referencia de espiritualidad y se hizo una Iglesia de conservación, una isla del siglo XIII perdida dentro del siglo XX. Ahora llega la primavera.

UTA ratifico el paro por tiempo indeterminado. El vocero de prensa del gremio, Mario Caligari, afirmó que "el ofrecimiento empresario sigue siendo cero, pese a las reuniones que venimos manteniendo con las cámaras que los nuclea".

La Unión Tranviarios Automotor (UTA), que nuclea a los conductores de colectivos de larga distancia, ratificó el paro por tiempo indeterminado que dispuso en demanda de una recomposición salarial de 23 por ciento en el marco de las paritarias.

El vocero de prensa de la UTA, Mario Caligari, afirmó que "el ofrecimiento empresario sigue siendo cero, pese a las reuniones que venimos manteniendo con las cámaras que los nuclea y pese a las reuniones que los empresarios mantuvieron con los ministros Carlos Tomada y Florencio Randazzo, donde tampoco se llegó a ningún acuerdo.

Ante esta situación, mantenemos la medida de fuerza", afirmó Caligari.

Los choferes de ómnibus de larga distancia agrupados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) ratificaron la huelga general en demanda de un aumento salarial del 23 por ciento retroactivo a enero, "la plena estabilidad laboral y el cese de la precarización", informó el titular del gremio, Roberto Fernández.

El dirigente gremial aseguró que la protesta continuará hasta que las cámaras empresarias de la actividad ofrezcan "respuestas definitivas y satisfactorias a todos los reclamos planteados".

La huelga general impactó fuertemente, y millares de usuarios continuaban ayer totalmente varados en la terminal de ómnibus de Retiro y en las principales cabeceras del interior del país.

En tanto, los ministros de Trabajo e Interior y Transporte, Carlos Tomada y Florencio Randazzo, respectivamente, y el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, se reunieron esta tarde en Casa de Gobierno con la cámara CELADI.

La Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI) ratificó en ese encuentro que "no está en condiciones de afrontar el incremento salarial del 23 por ciento que reclaman los choferes".

Los funcionarios y el titular de la CELADI, Mario Verdeguer, conversaron durante algo más de una hora en Gobierno.

"Ahora no es posible afrontar esa recomposición", señaló el empresario, quien se quejó de que todas "las gratuidades caen" sobre ese sector del transporte: "pasajes para discapacitados, jubilados, estudiantes y docentes, de modo que la ecuación de la actividad está actualmente totalmente rota", aseguró.

Verdaguer formuló declaraciones en Gobierno al término de la reunión con los funcionarios nacionales, ocasión en la cual subrayó que la cámara que encabeza presentó "un sinnúmero de posibilidades para auxiliar al sector, como por ejemplo que se controlen los servicios `truchos` o eventuales que compiten y provocan una absoluta desigualdad de condiciones".

Por su parte, el gobierno nacional sostuvo en un comunicado que "los empresarios se retiraron de la reunión con el compromiso de evaluar las propuestas presentadas y procurar la forma de ofrecer respuestas al reclamo de aumento salarial" de los trabajadores.

Sindicalistas y empresarios se reunieron ayer en el Ministerio de Trabajo y no alcanzaron un acuerdo que permitiese destrabar el conflicto, por lo que la protesta nacional fue ratificada en todas las empresas ante "la ausencia de respuestas patronales".

Trabajo había asegurado ayer que "la intransigencia de las partes no permitió llegar a un acuerdo", según señalaron Tomada, la viceministra Noemí Rial y Ramos al término de ese encuentro.

La cartera laboral había formulado una propuesta "conciliatoria" que ambas partes rechazaron, en tanto subrayó que "los empresarios no realizaron ninguna oferta salarial y, la UTA, exigió el mismo tratamiento que, en su momento, merecieron los choferes de corta distancia, quienes lograron un aumento del 23 por ciento".

"Las patronales niegan un acuerdo salarial, amenazan con producir cinco mil despidos alegando costos laborales y con precarizar el empleo, ya que advirtieron que aplicarán la monoconducción, es decir, quitarán a un chofer de los micros", denunció Fernández.

El sindicalista señaló ayer su "preocupación" a partir de la extensión de las negociaciones y la ausencia de acuerdo.

"En el verano la UTA aceptó un aumento no remunerativo para no afectar a los pasajeros, pero ahora quiere el 23 por ciento, porque no es una barbaridad y es lo que logró para los choferes de micros de corta y media distancia", puntualizó Fernández.

Miles de pasajeros permanecían ayer varados en las principales terminales de ómnibus del país como consecuencia de la huelga.

Además de la paralización total de las tareas por parte de los choferes, también adhirió a la protesta el personal de boletería.