jueves, 4 de julio de 2013

El ejército egipcio derrocó a Mursi y lo reemplazará el titular de la Corte. El jefe de las Fuerzas Armadas anunció una "hoja de ruta" que incluye la suspensión de la Carta Magna, la creación de un comité para su revisión y el llamado a elecciones legislativas. Choques entre seguidores y opositores al mandatario

















El presidente egipcio, Mohamed Mursi, fue derrocado por el Ejército y el jefe de la Suprema Corte Constitucional asumirá el poder, anunció anoche el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Abdel Fattah al Sisi, quien también aseguró que se celebrarán nuevas elecciones. El mandatario, que el domingo había cumplido su primer año al frente del gobierno, denunció el golpe de Estado desde su cuenta de Twitter, y llamó a "todos los hombres libres del país" y a los altos mandos militares a rechazarlo. En ese clima de tensión e incertidumbre grupos partidarios y opositores al presidente egipcio se enfrentaron en las calles dejando un saldo de al menos 23 personas muertas y más de 600 heridas. 

"El Ejército no quiere permanecer en el poder", aseguró el ministro de Defensa y jefe de la Armada que había sido nombrado en el cargo por el propio Mursi al asumir sus funciones. En un discurso televisado, Al Sisi dijo que se formará un gobierno de unidad nacional que asumirá el poder hasta los nuevos comicios y anunció que se anulará la Constitución, que había sido elaborada por una mayoría islamista.
Irónicamente, la persona que reemplazará a Mursi será el presidente de la Corte Suprema Constitucional, Adly Mansour, que había asumido el último domingo tras ser nombrado por el titular del ejecutivo hace tres semanas. Mansour tiene 68 años y llegó a la presidencia del alto tribunal gracias a una ley que autoriza al primer mandatario a elegir el presidente de la Corte entre los tres vicepresidentes de la Corte de mayor antigüedad, con acuerdo de la asamblea general de la Corte. 

Según el jefe del Ejército, que habló junto al gran jeque Ahmed al Tayyeb, el Papa copto Tawadros II y líderes militares, "las Fuerzas Armadas escucharon la voluntad del pueblo", que protestaba contra el gobierno de Mursi. En su discurso anunció también la "hoja de ruta" para el futuro del país. Esta incluye, además de la suspensión de la Constitución y el otorgamiento de poderes presidenciales al titular de la Corte, formar un gabinete compuesto por tecnócratas, revisar la Constitución sancionada en diciembre, preparar elecciones parlamentarias, "empoderar a los sectores juveniles para que puedan formar parte de la toma de decisiones y garantizar la libertad de expresión y de prensa".
El Ejército había fijado el lunes un ultimátum de 48 horas a Mursi para que resolviera la crisis política en el país. En ese lapso, el presidente se reunió con Al Sisi, llamó a un gobierno de unidad y propuso la formación de un comité para modificar la constitución. Sus reacciones no satisficieron a los militares ni a la oposición.

En ese clima de tensión, la cúpula militar convocó ayer por la mañana a una reunión de crisis con los líderes de la oposición y las máximas autoridades religiosas. Entre los asistentes al encuentro estuvo además el premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei, que fue elegido representante del movimiento de protestas Tamarud.
Aunque no se conocieron detalles de las conversaciones, El Baradei fue uno de los primeros en reaccionar tras anunciarse el golpe. "Se corrige así la Revolución del 25 de Enero", que derrocó a Hosni Mubarak, y se responde a las demandas del pueblo egipcio, señaló.
La Plaza Tahrir, principal escenario de las manifestaciones que a principios de 2011 provocaron la caída de Hosni Mubarak, estaba repleta de personas que parecían celebrar el fin del gobierno del islamista Mursi entre sofisticados fuegos artificiales. 

En el ámbito internacional, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió a los militares que derrocaron al mandatario de Egipto que devuelvan la autoridad "a un gobierno civil elegido democráticamente" tan pronto como sea posible y ordenó revisar la ayuda que Washington otorga a ese país. La Casa Blanca se cuidó de hablar de golpe de Estado porque, de hacerlo, deberían suspender la ayuda militar de 1.300 millones de dólares que cada año aportan al ejército egipcio. El Pentágono, por su parte, informó que el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, había llamado por teléfono a Al Sisi el martes por la noche, aunque no se develaron detalles de las conversaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario