miércoles, 25 de septiembre de 2013

ONU: Obama busca entenderse con Irán. El discurso de un presidente golpeado por su inclinación al militarismo y el espionaje.



"Estados Unidos es especial." Una definición que, en boca de Barack Obama, sirvió para defender el papel de gendarme del mundo del país del Norte. "Estados Unidos está preparado para usar todo su poderío, incluso el militar" para garantizar sus "intereses vitales". Cuarenta minutos duró su discurso ante la Asamblea General, cuando el pedido y lo que se respetaba eran 15 minutos por mandatario. Nadie se lo hizo notar. Claro, si "Estados Unidos es especial".

En una alocución que dedicó casi en su totalidad a Medio Oriente, el presidente norteamericano anunció la posibilidad de un histórico entendimiento con Irán –con quien desde 1979 no existen relaciones diplomáticas–, para poner bajo control el proyecto nuclear de Teherán. El secretario de Estado John Kerry, se reunirá con el nuevo canciller iraní, Mohamed Jawad Zarif, –más sus pares de Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania–, mañana, en una reunión al margen de la Asamblea General, pero que se convertirá en un paso histórico y que le podría dar a Obama –tan golpeado dentro y fuera de su país–, un triunfo político internacional enorme si logra por parte del nuevo gobierno iraní el compromiso de no desarrollar armamento nuclear.

Obama resumió en cuatro puntos centrales la columna vertebral de la política de Washington respecto de Medio Oriente: 
1) velar por los intereses de Estados Unidos en la región, 
2) desmantelar las redes terroristas, 
3) cuidar que fluya el petróleo desde la región al mundo, y 
4) no tolerar el desarrollo de armas nucleares.
En base a estos puntos, el presidente norteamericano llamó a que el Consejo de Seguridad apruebe una resolución "fuerte" sobre las armas químicas en Siria y reclamó "consecuencias" en caso de que Damasco no cumpla con la destrucción de ese armamento a partir del proyecto negociador propuesto por Rusia y que dijo aceptar.

Sin embargo, y aunque aclaró que Washington no quiere decidir quién gobernará Siria, sentenció que Al Assad "no debe seguir en el gobierno", y aclaró que "es hora de que Rusia e Irán se den cuenta en que insistir en que Assad siga a cargo del país sólo va a generar un espacio para que los grupos extremistas sigan operando".

Sobre el conflicto israelí-palestino repitió su esquema de dos Estados independientes, pero siempre garantizando la seguridad de Israel. "Debemos asumir riesgos por la paz", aseguró, reclamando adelantos en las negociaciones entre ambas partes.

Fue el discurso más extenso de la jornada de ayer. Obama bajó un poco el tono en el discurso bélico, pero reafirmó el liderazgo de Estados Unidos en el mundo. "A veces hace falta el uso de la fuerza militar multilateral", aclaró, por si hacía falta.

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