jueves, 27 de junio de 2013

Nelson Mandela está conectado a un respirador artificial. Los médicos piden a la familia que tome una decisión sobre la posibilidad de desconectarlo de los aparatos que lo mantienen con vida

El expresidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, está conectado a un respirador artificial. Así lo ha explicado a la CNN un funcionario que conoce pormenorizadamente la condición de Mandela.

Cada tres horas Mandela debe ser sometido a diálisis por un fallo renal, informaron hoy los familiares del líder sudafricano, de 94 años, desde Qunu, la localidad natal del ex presidente.

Los médicos le pidieron a la familia que tome una decisión sobre la posibilidad de desconectarlo de los aparatos que lo mantienen con vida, indicó el diario The Citizen en base a declaraciones de familiares, que hablaron desde el anonimato.

La posibilidad de que el premio Nobel de la Paz pueda morir en breve empañó los preparativos para la visita a Sudáfrica del presidente estadounidense Barack Obama, que llegará el viernes a Johannesburgo.

Los diplomáticos estadounidenses temen que el programa de la visita de tres días de Obama, minuciosamente planeado, sea muy poco realista ante la posible defunción de Mandela, dijeron fuentes diplomáticas a dpa.

Según indicaron las fuentes, si Mandela fallece el viernes por la mañana podría incluso considerarse la posibilidad de cancelar la visita de Obama a Sudáfrica, que estaría en medio del luto nacional.

El mandatario estadounidense viajaría en ese caso a Sudáfrica para los funerales de Mandela, probablemente cinco o seis días despues de su muerte. La oficina presidencial sudafricana describió hoy nuevamente al estado de Mandela como "crítico".

El premio Nobel de la Paz lleva 19 días hospitalizado, tres de ellos en estado crítico, por una infección pulmonar recurrente. El muro externo del hospital donde se encuentra ingresado se ha convertido en un colorido mural de balones, ramos de flores y numerosas tarjetas pintadas a mano con buenos deseos para el líder sudafricano.

Amigos, familiares y líderes religiosos visitaron el martes al héroe de la lucha contra el Apartheid, mientras que numerosas personas se reunieron fuera del hospital en Pretoria a última hora de la noche, encendieron velas y dejaron nuevos mensajes y más flores para Madiba, el nombre con el que cariñosamente se dirigen al ex mandatario de 94 años. La prensa local indica que una delegación de ancianos de Qunu, la aldea natal de Mandela, se trasladará a Pretoria para visitar a Mandela en el hospital.

El presidente sudafricano, Jacob Zuma, canceló hoy un viaje a Mozambique previsto para mañana, tras visitar en el hospital a Nelson Mandela, que sigue en estado crítico.


"El presidente Jacob Zuma visitó al expresidente Nelson Mandela en el hospital esta noche, 26 de junio de 2013, sobre las 22.00 horas (20.00 GMT), y pudo comprobar que sigue en estado crítico", se puede leer en un comunicado emitido hoy por la presidencia.


"El presidente Zuma ha decidido cancelar su visita de mañana, 27 de junio, a Maputo (capital de Mozambique), donde debía atender a una cumbre del SADC (Comunidad para el Desarrollo del África Meridional) sobre inversiones en infraestructura regional", añade la nota.


Zuma volvió a transmitir "en nombre del gobierno su gratitud a todos los sudafricanos que apoyan a la familia de Madiba".


El texto fue divulgado minutos después de que el jefe del Estado sudafricano fuera visto abandonando el hospital de Pretoria donde tratan al expresidente Mandela.

Mandela fue hospitalizado el pasado 8 de junio en estado "grave pero estable", tras sufrir una recaída de una infección pulmonar. El pronóstico del símbolo de la lucha contra el régimen racista del "apartheid" pasó de "grave" a "crítico" el pasado domingo.

Desde el pasado diciembre, Mandela ha sido hospitalizado hasta en cuatro ocasiones. El primer presidente negro de Sudáfrica contrajo los problemas respiratorios que sufre de forma recurrente durante los 27 años que estuvo preso en las cárceles del "apartheid".


Mandela se ganó el aprecio de los sudafricanos y del mundo por su coraje a la hora de combatir el racismo institucionalizado impuesto por la minoría blanca. Pero, sobre todo, por su nítida apuesta por la reconciliación y la convivencia en la transición modélica que encabezó junto al último presidente del "apartheid", Frederik De Klerk, lo que le valió a ambos el Premio Nobel de la Paz en 1993.


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