lunes, 21 de octubre de 2013

Una nueva ley sindical ya está en debate.

Como respuesta a la necesidad colectiva de más y mejor representación sindical, desde la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) se elaboró un Anteproyecto de Ley de Organizaciones de Trabajadores y Trabajadoras Sindicalizados que da cuenta de las injustas realidades que atraviesan la clase trabajadora y propone herramientas concretas para transformarlas.


El anteproyecto fue presentado, analizado y discutido en una Audiencia Pública en el Congreso Nacional por el diputado Víctor De Gennaro, del Instrumento Electoral por la Unidad Popular, el pasado 15 de agosto, junto al secretario General de la CTA, Pablo Micheli, el director del Departamento Jurídico de la Central, Horacio Meguira, y el secretario General de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Julio Fuentes, entre otros.

Para conocer el proyecto completo: http://xnuevaleysindical.org/

“La personería gremial hoy existe en la Argentina como torniquete para impedir el desarrollo de la lucha y la defensa de las organizaciones de los trabajadores. Abrimos este espacio de debate para pensar y lograr un proyecto consensuado”, sostuvo De Gennaro durante la audiencia.

La necesidad de una nueva norma responde a que la actual ley 23.551 de Asociaciones Sindicales obstaculiza la libre organización de los trabajadores y permite que se perpetúen condiciones injustas en la vida laboral.

En relación a esto, De Gennaro afirmó: “Hoy, podemos decir que es posible debatir este anteproyecto gracias a la experiencia concreta de la CTA y de cientos de organizaciones que, no estando en la CTA, encauzaron la lucha por una mayor libertad y democracia sindical”.

Anteproyecto de Ley (TEXTO) http://xnuevaleysindical.org/antepr...


Garantizar libertad y democracia sindical implica libertad de organizarse, garantías sindicales, derecho a la negociación colectiva, y derecho a huelga, entre otros.

Pero la actual ley 23.551 de Asociaciones Sindicales obstaculiza la libre organización de los trabajadores y permite que se perpetúen condiciones injustas en la vida laboral.

En la práctica, esta ley obstruye y hasta impide la libre organización sindical, favorece y privilegia el autoritarismo del unicato con la figura de “Personería Gremial”, y el crecimiento del llamado sindicalismo empresario.

Por otro lado, discrimina a una porción mayoritaria de los trabajadores al no incluir en su texto a los precarizados, al empleo informal, a los desocupados, ni a los cuentapropistas.

De esta manera, contradice a la Constitución Nacional, que exige la “organización sindical libre y democrática”, y a los principios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo que ya ha señalado en 16 oportunidades las deficiencias de la Ley vigente.

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