El titular de la ONG La Alameda, Gustavo Vera, aseguró que la ”proliferación de talleres clandestinos” se dio bajo el amparo de grandes marcas de indumentaria que desarrollaron un “sistema de acumulación mafiosa de capital” .
Gustavo Vera declaró como testigo ante el Tribunal Oral Federal 6, que realiza el primer juicio por explotación y trata de personas en talleres clandestinos en los tribunales federales de Retiro.
“Se desarrolló un sistema de acumulación mafiosa de capital: las marcas armaban los talleres, alquilaban las máquinas y se los daban a testaferros” declaró Gustavo Vera, titular de La Alameda
“Se desarrolló un sistema de acumulación mafiosa de capital: las marcas armaban los talleres, alquilaban las máquinas y se los daban a testaferros. Había una relación de falsa independencia”, agregó Vera y mencionó a empresas como Kosiuko, Cheeky y Montagne, entre otras.
Vera aseguró que su Fundación comprobó casos donde los encargados viajaban a Bolivia a “buscar gente” y mientras tanto dejaban encerrados a los talleristas durante días, además de tener jornadas de 12 horas diarias, salarios muy inferiores a los de convenio y maltrato físico y verbal.
“Nos empezamos a dar cuenta que estábamos en presencia de un sistema, un circuito aceitado de talleres clandestinos incorporados a la caja negra de la recaudación policial y esto sigue ocurriendo con absoluta impunidad”, denunció.
El testigo alertó sobre la “proliferación de talleres clandestinos” regenteados por personas como las que son juzgadas actualmente.
El juicio se inició la semana pasada y se juzga a once personas por “reducción a la servidumbre agravada” e infracción a la ley de Migraciones por manejar seis talleres clandestinos de costura en la ciudad de Buenos Aires.
Entre los acusados están Juan Carlos Salazar Nina, Remedios Flores Alarcón, Amalia Cancari Nina, Han Ki Gone y Esteban Lucana Choque.
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