martes, 20 de agosto de 2013

Buenos Aires marcha contra las leyes homofóbicas de Rusia.

Moscú aprobó un paquete de leyes que son una verdadera casa de brujas. Criminalizan la homosexualidad, y penan con multas y prisión a quienes hagan públicas muestras de afecto. Lo mismo para la “propaganda gay” desde los medios. Buenos Aires se moviliza para exigir a Rusia respeto por la libertad y la diversidad.


En Rusia dos personas del mismo sexo ya no pueden caminar de la mano por la calle, ni abrazarse al sol, ni besarse en una plaza. Tampoco se pueden mostrar expresiones de afecto por televisión, cine o teatro. Un programa como El Vahído, que Gustavo Pecoraro tiene en Radios Sentidos, es hoy inimaginable en la Moscú de Putín. Contra todo ello marcharán esta tarde a la Embajada de Rusia cientos de argentinos, entre ellos, Pecoraro. 

“Se multará con 125 dólares a quienes se den un beso en la calle y con hasta un millón de dólares a quienes participen en una publicación masiva sobre homosexualidad como podría ser SOY en Argentina”. También se condenará con penas carcelarias a quienes promuevan o practiquen propaganda homosexual.

La norma sancionará con fuertes multas cualquier información positiva sobre la realidad LGTB que pueda alcanzar a menores, haciendo imposible la lucha contra el acoso homofóbico y los crímenes de odio y dificultando sobremanera la celebración de eventos LGTB, como las marchas del Orgullo y similares.

“Estamos volviendo a un lugar de represión parecido al nazismo. Agarran a pibes y los queman vivos. Es una cuestión ideológica. Se criminaliza a los gays, lesbianas y transexuales. Creen que sólo hay una sexualidad posible”, explicó el conductor de El Vahído, quien destacó dos puntos preocupantes de la flamante normativa. Por un lado “habilita a los sectores neonazis a realizar todo tipo de secuestros y torturas como los que ya hemos visto, contra homosexuales”, y por otra parte no es menor que Rusia “es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, con derecho a veto”.

Si bien más de seis países en todo el mundo castigan con métodos atroces la homosexualidad, que ahora una serie de castigos de ese tipo sean promovidos por un país como Rusia "simbólicamente es todo un dato. Rusia es potencia, es un país con peso internacional. No podemos quedarnos callados. Es una cuestión humanitaria, mucho más allá del activismo”.

Pocas personas homosexuales, en Rusia, reconocen abiertamente su orientación sexual y quienes lo hacen son, con frecuencia, acosados. Cuando algunas personas gay protestaron contra la ley de propaganda, besándose frente a la Duma Estatal -la rama baja del Parlamento- funcionarios policiales permanecieron en las cercanías y miraron a medida que los manifestantes eran empapados por el agua y golpeados por personas religiosas y antigay, que apoyan la ley.

Gestiones en la embajada


Otra de las organizaciones que dirán presente en la movilización de esta tarde es la FALGBT (Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans). “Estuvimos reunidos con el primer embajador de Rusia en Argentina, pero no reconocen todo lo que ocurre. Nos acusan de hacer una lectura desde occidente y de tergiversar los hechos” pero lo que vemos es que a un pibe fue asesinado por neonazis por ser gay, aseguró Esteban Paulón, presidente de FALGBT.

En su afán por demostrar que en la Rusia de Putín no pasa nada de todo lo que salió a la luz, el Consejero Alexey Kapustin “nos invitó a recorrer Rusia. Pero si la semana pasada echaron a un conductor de televisión por salir del armario. Y esto no pasa sólo con los rusos, cualquier turista homosexual que esté de visita” también está en riesgo de ser agredido, alertó Paulón.

Pero las trabas no detienen a los defensores de la diversidad sexual, y son constantes las reuniones de organizaciones como la FALGBT con la dirección de Derechos Humanos de la embajada rusa, o la propuesta de que Argentina sea un país para refugiados LGTB que corren riesgo en su país. Por ahora, una idea. Primero la marcha de esta tarde.

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