martes, 20 de agosto de 2013

A 37 años de su secuestro, recuerdan el asesinato de los 30 militantes en la llamada “Masacre de Fátima”.

Familiares de las víctimas recordaron a los treinta militantes asesinados durante la dictadura cívico militar con un acto en la Superintendencia de Seguridad Federal, donde estuvieron secuestrados hace 37 años.


En la puerta del ex edificio de Coordinación Federal, ubicado en Moreno 1417, una placa identifica al lugar como centro clandestino de detención y torturas que funcionó durante la dictadura cívico militar, y allí, una veintena de familiares recordaron a los militantes que el 20 de agosto de 1976 fueron trasladados desde allí a la localidad bonaerense de Fátima, a 60 kilómetros, donde fueron asesinados y dinamitados.

Haydée Gastelú de García Buera, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, fue, como todos los años, acompañada por su esposo Oscar a rendir homenaje a su hijo, Horacio, conscripto de la Armada, secuestrado a los 21 años junto a su novia en la localidad de Banfield el 7 de agosto de 1976.

"Yo tenía un negocio a tres cuadras de aquí, sin saber que mi hijo era torturado en este lugar, y recién 25 años después conocí la verdad gracias al Equipo Argentino de Antropología Forense que identificó sus restos", contó a Télam García Buera.

La madre de Horacio afirmó que "conocer la verdad nos iluminó, porque mientras nuestro hijo estaba desaparecido, vivíamos en un túnel negro sin salida", y recordó de su hijo "la sonrisa permanente, su caracter alegre y su deseo de ayudar a los demás".

Familiares de las víctimas de la Masacre de Fátima, antes de colocar una ofrenda floral frente al cartel de señalización, leyeron un documento leído por Paula Argente -sobrina de Daniel Argente- en el que señalaron que "por más que el tiempo pase, seguirán siendo ejemplo de lucha y parte de la historia que quisieron borrar y no pudieron".

Asistieron al acto la madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Enriqueta Maroni, Carlos López, asesor de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, en tanto acercaron sus adhesiones el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda; la referente de Kolina, Victoria Montenegro; el diputado nacional del FpV, Horacio Pietragalla -ambos nietos recuperados- y el programa de Derechos Humanos de la Biblioteca Nacional.

El 19 de agosto de 1976 un grupo militar se instaló en un control caminero sobre la ruta 8 y después de las 4 de la madrugada del 20, una gran explosión despertó a toda la localidad bonaerense de Fátima.

La zona fue cercada por soldados que impedían el paso, mientras otros -junto a personal civil- recogían pedazos de los cuerpos dinamitados y los cargaban en un camión de la Municipalidad de Pilar.

Con la vuelta de la democracia, se iniciaron diversos procesos judiciales que fueron archivados poco después de la sanción de la ley de Obediencia Debida.

Recién en 2003, con la anulación de las leyes de perdón, la causa fue reabierta y en julio de 2008, los ex policías Juan Carlos Lapuyole y Carlos Enrique Gallone fueron condenados a prisión perpetua en tanto otro de los procesados, Miguel Angel Trimarchi, fue absuelto.

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