miércoles, 31 de julio de 2013

Uruguay: comenzó el debate por la legalización de la marihuana.

En la que se prevé que será una larga sesión, el oficialista Frente Amplio (FA) necesita los 50 votos de sus diputados para que el asunto pase al Senado para su sanción definitiva. El autocultivo permite hasta seis plantas por hogar y las farmacias venderán hasta 40 gramos.

Desde las 10, el Congreso uruguayo debate la ley de despenalización de la marihuana. De obtener media sanción, la ley pasaría con comodidad en Senadores. En la que se prevé que será una larga sesión, los diputados del país votarán un proyecto de ley para regular el cultivo, la distribución y la venta, un plan inédito en América Latina.

El oficialista Frente Amplio (FA) necesita los 50 votos de sus diputados (la cámara tiene 99 miembros) para que el asunto pase al Senado para su sanción definitiva. Pero no se sabe qué hará en el recinto uno de esos 50, Darío Pérez, elegido por Punta del Este, quien no se opone pero cree que "este no es el momento adecuado".

Los alrededores del Palacio Legislativo, la sede del Congreso uruguayo, lucían ayer adornados con guirnaldas verdes y leyendas sobre el "amanecer verde", el lema de los defensores de la legalización del mercado de la marihuana. Es que hoy los diputados votarán el proyecto en ese sentido que impulsa el gobierno.

Los partidos Nacional (blanco) y Colorado mandataron a sus legisladores a votar en contra, aunque muchos de ellos están de acuerdo con regular el mercado de la marihuana y podrían asegurar una sólida votación a favor del proyecto. Dos colorados dijeron que no les queda otro camino que someterse a la "disciplina partidaria" que impuso el presidente del partido, Pedro Bordaberry, hijo del dictador civil Juan María Bordaberry (1973-1976). Lo mismo sucede entre los blancos, donde dos diputados creen que la iniciativa es buena para enfrentar al narcotráfico, pero sucumben ante la obligación de votar en contra, dispuesta por la cúpula partidaria.

El proyecto impulsado por el presidente José Mujica contempla la legalización de la compraventa y el cultivo de hasta seis plantas de marihuana, al tiempo que crea un organismo que se encargará de regular todo el proceso, desde la importación de semillas hasta la distribución y venta, si bien descarta que sea el Estado el encargado directo de la producción. Los consumidores podrán registrarse ante ese organismo y comprar hasta 40 gramos mensuales de la hierba en farmacias especialmente habilitadas.

El gobierno obtuvo el respaldo de personalidades externas, como el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien que es saludable que se haya abierto el debate sobre el tema. Tiene, además, la opinión favorable de los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), César Gaviria (Colombia) y Ernesto Zedillo (México), del ex canciller español Javier Solana y el excritor Mario Vargas Llosa. Insulza señaló que no cree que la legalización provoque algún escándalo internacional, ni que deba ser debatido con los países vecinos por el impacto que pueda generar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario