miércoles, 8 de mayo de 2013

El gobierno lanzó ayer dos nuevos bonos para blanquear capitales. Los analistas creen que el Certificado de Depósito para Inversión Inmobiliaria (CEDIN) permitirá revivir en parte la caída en ese sector. Por el contrario, el orientado al sector energético tiene un rendimiento atractivo pero es más riesgoso.

El lanzamiento de un nuevo blanqueo de capitales, anunciado por la totalidad del equipo económico esta tarde, no servirá para combatir la escalada imparable del dólar blue. Ese es el diagnóstico en el que coinciden entre los economistas consultados .

El gobierno envió un proyecto de ley que incluye la creación de dos bonos para canalizar dólares fuera del circuito formal para destinarlos a energía o en el mercado inmobiliario.

El segundo consiste en un Certificado de Depósito para Inversión Inmobiliaria (CEDIN) que se recibe a cambio de depositar los dólares en una cuenta que irá a parar a las arcas del Banco Central. Es un título endosable y se cobra en el momento en que se concreta la operación inmobiliaria, ya sea con un bien nuevo o usado. A diferencia del bono destinado a energía, es un instrumento que permanece completamente líquido. Y entre los especialistas sostienen que tendrá más éxito que el otro bono, porque podrá revivir parte de la moribunda actividad inmobiliaria.

El otro instrumento probablemente se destinará a financiar a YPF, tiene un rendimiento del 4% anual que se cobra semestralmente y su vencimiento es en el lejano 2016. Por eso muchos analistas creen que con esta medida el gobierno le desliga esa carga a la próxima administración.

En ambos casos se trata de bonos que tendrán circulación secundaria, es decir pueden comercializarse por fuera los tenedores originales.

“Es una medida que no cambia para nada el escenario económico. Va a resultarle útil a alguna gente para hacer algunas operaciones”, comentó el economista Jorge Todesca. “El bono lo veo más difícil, pero el certificado inmobiliario puede servir para resucitar un poco el mercado”, opinó el director de la consultora Finsoport.

"En el mercado inmobiliario puede haber alguna oportunidad, pero también es cierto el que está afuera con capitales lo puede blanquear entrando al mercado comprando títulos", dijo en declaraciones al canal TN el ex secretario de Finanzas Daniel Marx.

Sin embargo, Todesca consideró que “están reconociendo un fracaso rotundo en la pesificación”, porque vuelve a dolarizar al mercado inmobiliario. Además, cree que esta medida es una respuesta ante las necesidades de YPF de captar inversiones para poder aumentar su producción, en un panorama en donde no consigue deuda en el exterior y le está costando colocar las emisiones locales. Y es que la última emisión no tuvo la recepción esperada, sino que fue inferior a las anteriores, que incluso gozaron de sobresuscripción.

Respecto al riesgo, Todesca señaló que la tasa del 4% en el bono destinado a energía “es un rendimiento maravilloso”, pero que el que decida comprarlo “deberá balancear el riesgo”. Además, los analistas resaltaron que ya existen bonos emitidos por el gobierno que incluso tienen un rendimiento superior.

Entre esos riesgos a tener en cuenta está la posibilidad de un default o una pesificación. El economista jefe del Banco Ciudad Luciano Laspina aseguró que el bono a 2016 “tiene más riesgo de default” que el Cedim, aunque este último puede estar sujeto a modificaciones de mayor urgencia como una eventual pesificación.

"El bono del gobierno para energía es puro riesgo soberano, ese 4% después opera con descuento del 9 10 por ciento en el mercado secundario", explicó Laspina. “El que lo compra, se da vuelta y en el segundo siguiente ya perdió plata”. Es que dificilmente el inversor pueda vender el título al cien por ciento en el mercado secundario, sino que sufrirá un descuento.

¿Impactará en el blue?

Algunos especialistas consideraron que, al ser un blanqueo exclusivo en dólares y ante la imposibilidad de hacerse de divisas en el mercado oficial, podría fomentar nuevas subas en el más que recalentado blue. “Algo puede subir”, arriesgó el titular de Quantum Finanzas Daniel Marx en diálogo con el canal TN. Fausto Spotorno, del estudio de Orlando Ferreres, también habló de este efecto. "No queda claro es si yo tengo plata negra en pesos. Eso puede generar una presión sobre el mercado blue", remarcó.

Por otro lado Laspina afirmó que “esta medida no tiene impacto directo” en el blue. “Quizás pueda tener un efecto en el mercado secundario, por medio del contado con liqui”, agregó.

Tampoco está claro el mecanismo por el cual se chequeará si esa plata en negro no proviene de lavado, trata de personas o narcotráfico. “Hay mecanismos de presunción”, contó Laspina, pero nada indica que en medio de un gran blanqueo parte de esa plata obtenida de manera ilegal ingrese al circuito, por más que el gobierno no quiera.

Ya en el 2009 el gobierno había lanzado una medida similar, y se habían conseguido unos 4000 millones de dólares que volvieron a entrar al circuito formal. No fue una cifra significativa, que haya cambiado las variables macroeconómicas de aquel entonces. Por eso no hay esperanzas de que con el actual escenario en donde hay pérdida de reservas y controles cambiarios, pueda obtenerse el éxito que el gobierno dice buscar.

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