viernes, 1 de noviembre de 2013

El gobierno de Mariano Rajoy reinstaló elementos cortantes en la verja de su frontera para evitar la entrada de inmigrantes.

El gobierno español de Mariano Rajoy volvió a colocar en lo alto de la doble verja que rodea Melilla, la colonia ibérica en Marruecos, las llamadas concertinas, que son unas cuchillas que se entremezclan con los alambres para evitar que quienes pretenden emigrar puedan hacerlo. 

Tras las protestas de ONG españolas e internacionales, las chuchillas se quitaron en 2007 porque provocaban profundos cortes en las manos y piernas de los subsaharianos que trataban de entrar en la ciudad autónoma escalando la verja. Su instalación y la elevación de la verja de tres a seis metros habían costado unos 30 millones de euros. 

La presión migratoria en lo que va del año sobre Melilla, y en menor medida sobre Ceuta, similar a la de 2005, incitó al Ministerio de Interior a reintroducir unas cuchillas que el presidente del PSOE, José Luís Rodríguez Zapatero, se comprometió a quitar en 2006 después de haber ordenado su colocación un año antes, después de que se demostró que eran lesivas para los inmigrantes. Fueron finalmente retiradas en 2007 y sustituidas por una sirga tridimensional, a veces descrita como la tercera valla. Ahora no van a ser desplegadas a lo largo de los nueve kilómetros de valla sino en aproximadamente un tercio de su recorrido. 

"Se situarán en los lugares en los que se ha estudiado" que se producen más saltos de inmigrantes, explicó el delegado del gobierno en Melilla, Abdelmalik el Barkani, aunque no reveló su ubicación exacta. Los trabajos ya comenzaron y acabarán a finales de mes. "La reintroducción de cuchillas en el perímetro de Melilla representa una asombrosa vuelta a los orígenes de la oscura tradición fortificadora", escribió en su blog Xavier Ferrer, experto en fronteras y profesor de geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona. "Asistimos a un palpitante maridaje de innovación y tradición”, aseguró en un texto que reprodujo el diario El País.

Para reforzar la verja se va a colocar además una malla metálica en la que los subsaharianos no podrán introducir sus dedos para trepar. La Guardia Civil dispondrá de un segundo helicóptero mientras, que el primero ha sido equipado con una cámara térmica y un potente foco que barre de noche el territorio marroquí. El instituto armado cuenta además con dos Módulos de Intervención Rápida que se desplazan para repeler los asaltos. En Ceuta, donde se han producido muchas entradas por mar, está previsto prolongar el espigón para dificultar el acceso a la playa, a la que llegan a nado. Como esa obra toma tiempo, es posible que se instale provisionalmente un pantalán flotante que cumpla la misma función.

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