El Servicio Penitenciario Federal secuestró una cámara de video camuflada en una lapicera a un ex militar de Inteligencia del Ejército que se encuentra detenido en la cárcel de Marcos Paz por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención de La Plata conocido como La Cacha. Por el hecho, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de la capital provincial mandó a peritar la filmadora para verificar su contenido, mientras que la Unidad Fiscal evaluaba denunciar penalmente el episodio por el que hasta el momento le valió al ex espía una sanción disciplinaria de suspensión de visitas.
La cámara fue encontrada por penitenciarios durante una inspección de rutina entre las pertenencias del ex oficial del Destacamento 101 de Inteligencia del Ejército de La Plata, Ricardo Armando Balmaceda, quien cumple prisión preventiva desde marzo de 2012 a la espera del juicio por 21 casos de privación ilegal de la libertad y 22 de aplicación de tormentos cometidos en ese centro, en carácter de coautor mediato.
El incidente, que ayer hizo público la Procuración General de la Nación, ocurrió el 17 de septiembre a las 11:40. Según se lee en el acta del SPF, la cámara fue incautada durante "un procedimiento de control y registros de carácter ordinario" dentro de la
celda 4647 de la Unidad 4 del Complejo Penitenciario Federal Nº II de Marcos Paz.
Según precisaron, Balmaceda tenía "oculto en forma subrepticia entre las pertenencias (…) una (01) cámara filmadora color negra y detalles plateados con apariencia similar a una lapicera con puerto USB". El SPF calificó el hallazgo como una "infracción disciplinaria GRAVE" al Reglamento, por lo que le impuso una sanción de "quince días de suspensión o restricción parcial de los derechos reglamentarios de visita y correspondencia".
Según precisaron, Balmaceda tenía "oculto en forma subrepticia entre las pertenencias (…) una (01) cámara filmadora color negra y detalles plateados con apariencia similar a una lapicera con puerto USB". El SPF calificó el hallazgo como una "infracción disciplinaria GRAVE" al Reglamento, por lo que le impuso una sanción de "quince días de suspensión o restricción parcial de los derechos reglamentarios de visita y correspondencia".
El episodio trascendió cuando los fiscales Marcelo Molina, Hernán Schapiro y Gerardo Fernández de la Unidad Fiscal de La Plata, le negaron al militar un permiso para una salida excepcional para visitar a su suegra enferma. Además, anoche evaluaban la presentación de una denuncia para que se investigue el incidente. En su escrito, los fiscales consideraron al hecho "grave" y le sumaron la función que cumplió en la dictadura: la de ser "un ex oficial del Ejército, formado en inteligencia, jefe de la sección de contrainteligencia".
Por otra parte, el 16 de octubre pasado el TOF N° 1 de La Plata, que tiene a su disposición la causa que investiga los hechos ocurridos en La Cacha, remitió el elemento secuestrado a la Gendarmería Nacional para que sea analizado, "con el objeto de constatar si fue utilizada, el contenido de su memoria, si alguna información comprendida fue borrada y en su caso se recupere la misma, detallando finalmente cualquier otra información relevante".
El ex espía está detenido –entre otras causas– por los crímenes de La Cacha, un centro que funcionó hasta 1978 en viejas instalaciones de Radio Provincia, ubicadas detrás de la cárcel de Olmos en las afueras de La Plata.
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