martes, 22 de octubre de 2013

Isla de Chagos: La historia que desnuda el doble discurso británico con Malvinas.



Más de 40 años después de ser expulsados de su tierra, un grupo de refugiados de la islas de Chagos llegó a Buenos Aires para compartir su lucha contra el Reino Unido y denunciar que mientras "en Malvinas dicen que representan a los habitantes, en Chagos se niegan a escuchar".

El presidente del Grupo de Refugiados de Chagos, Olivier Bancoult, habló con Télam horas antes de reunirse con el canciller Héctor Timerman y denunció el doble discurso del Estado británico, que "asegura que da todo el poder a los habitantes de Malvinas, mientras que con nosotros hace todo lo contrario".

"¡Si quieren tomar una posición, al menos tomen la misma posición en todos lados!", reclamó el hombre que hace cuatro décadas lucha por volver a pisar el lugar en el que nació y en el que están enterrados sus padres, abuelos y tatarabuelos.

La tragedia de Chagos, un archipiélago de 65 islas pero con una superficie de menos de 55 kilómetros cuadrados en el medio del Océano Indico, empezó a mediados de los 60, según Bancoult, cuando Londres y Washington acordaron construir una base militar estadounidense allí "a cambio de 40 millones de dólares".

"Chagos pertenecía al territorio de Mauricio, que era una colonia británica. Londres le ofreció a Mauricio la independencia, si aceptaban la escisión del archipiélago de Chagos. Ellos aceptaron y Londres creó, en 1965, su última colonia: el Territorio Británico del Océano Indico", relató Bancoult.

Una vez creada la nueva colonia, las autoridades británicas convocaron una reunión con todos los habitantes de Diego García, la principal isla del archipiélago y la más poblada, y les comunicaron que debían irse porque era muy peligroso que continuaran allí, junto a la base estadounidense.

Primero les dieron como opción dos islas más pequeñas de Chagos, pero en 1972 la expulsión fue completa: debían elegir entre la ya independiente Mauricio o las vecinas islas Seychelles.

"Nos prometieron la misma vida que teníamos en Chagos, -recordó Bancoult- pero nos tiraron en los muelles, no nos mostraron ninguna consideración. Hubo algunos que se quedaron tres días en la zona de los muelles sin saber a dónde ir, mientras que a otros les asignaron casas que no tenían ventanas".

Por ley, Londres prohibió a los chagosianos, que según Bancoult, superaban los 3.000, volver a sus hogares o siquiera visitar sus tierras.

En el año 2000, y después de veinte años de lucha organizada, el Grupo de Refugiados de Chagos consiguió su primera victoria judicial. Una corte británica les daba la razón y les devolvía el derecho al retorno a su tierra.

El gobierno británico no apeló el fallo, pero pidió realizar un estudio de viabilidad para permitirles el regreso a las islas, que concluyó que los chagosianos no podían volver porque el archipiélago estaba en proceso de hundirse y no existían suficientes fuentes de agua potable.

"¿Cómo es posible que Estados Unidos tenga una enorme base militar en una isla que se está hundiendo?", cuestionó el líder chagosiano, perdiendo por un instante el tono calmo y diplomático.

"¿Cómo es posible que todo el tiempo que nuestras familias vivieron allí no tuvieron problemas de agua? -continuó- Además, hoy existen otros métodos para obtener agua potable, a través de la lluvia, de plantas desalinizadoras."

Con el argumento del estudio de viabilidad, Londres anunció en 2004 que una nueva ley otorgaba a la Casa Real la prerrogativa de anular el fallo judicial y reinstalar la norma que negaba el derecho al retorno a los refugiados del pequeño archipiélago.

"El motivo real lo descubrimos poco después a través de documentos desclasificados de Estados Unidos, donde Washington expresaba su descontento por el fallo del año 2000 y recordaba a Londres la importancia estratégica de la base militar en Diego García", dijo el líder chagosiano.

La base estadounidense, que el próximo año debe renovar su alquiler en Londres por 20 años más, adquirió una nueva relevancia geoestratégica para Washington luego del atentado contra las Torres Gemelas de 2001 y la posterior invasión a Afganistán.

Además, por su ubicación se convirtió en base de apoyo para todas las operaciones militares estadounidenses en Medio Oriente.

Para asegurarse que los chagosianos no volverían y molestarían a los 2.700 militares estadounidenses que trabajan sin ningún control en las paradisíacas islas del Océano Indico, Reino Unido decidió adoptar una estrategia ambientalista: en 2010 declaró toda la zona del archipiélago como una zona de reserva marítima.

Según un cable filtrado por WikiLeaks y reproducido por el diario británico The Guardian, Londres lo hizo para evitar nuevos reclamos de los isleños.

Durante su última intervención en el Comité Especial sobre Descolonización de la ONU, el canciller Timerman recordó que el próximo "gobernador ilegítimo" de Malvinas será Colin Roberts, el mismo funcionario que impulsó e implementó la supuesta estrategia ambientalista en Chagos para bloquear el reclamo de los isleños.

"Queremos unir fuerzas con el gobierno argentino para que nuestra historia sea conocida y para presionar al gobierno de Reino Unido para que terminen con todas las injusticias que ha cometido en el mundo", explicó Bancoult.

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