En Madrid, unos 60 mil manifestantes, según el Sindicato de Estudiantes (SE), marcharon desde la glorieta de Atocha hasta la emblemática Puerta del Sol para exigir la renuncia del ministro español de Educación, José Ignacio Wert.
Los alumnos desfilaron hacia la céntrica plaza capitalina tras dos pancartas en las que se leía "No a la contrarreforma franquista. Sí a las becas, no a las tasas. Wert, dimisión" y "Abajo el gobierno de los banqueros. Huelga general ya".
Esta marcha coincidió con la segunda de tres jornadas de huelga en los colegios públicos de casi toda España.
Convocados por el Sindicato de Estudiantes (SE), más de tres millones de alumnos de la enseñanza media estaban llamados nuevamente a secundar la protesta, que concluirá mañana con una huelga general de profesores, alumnado y padres.
Además de sacar a las calles a miles de alumnos de secundaria y bachillerato, la convocatoria al paro -que la víspera fue secundado por el 80 por ciento del estudiantado- volvió a vaciar las aulas.
En declaraciones a la prensa, la secretaria general del SE, Ana García, cifró en un 90 por ciento el seguimiento de la medida de fuerza, un porcentaje similar al de la víspera.
García advirtió que si Wert y el gobernante Partido Popular (PP) no cambian su política de severos ajustes para dejar la enseñanza reservada a los ricos, la organización juvenil se planteará la convocatoria de una huelga por tiempo indefinido.
Megáfono en mano, la dirigente estudiantil acusó al titular de Educación de "apestar a franquismo" -en alusión a la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975)- por querer evitar a toda costa que los jóvenes de familias humildes puedan estudiar.
Nos castiga por ser pobres, exclamó García, que arrancó los aplausos de los congregados en la Puerta del Sol.
El problema son ellos y su sistema capitalista, denunció la líder del SE, quien animó a padres y docentes a sumarse a la movilización de mañana.
Destacó la respuesta contundente de los universitarios en la Comunidad Valenciana y Madrid, donde más sufren los alumnos las políticas educativas del PP, de acuerdo García.
Los duros recortes aplicados en los presupuestos destinados a la instrucción estatal y la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad de la Educación (Lomce), proyectada por la administración de Rajoy, están en el epicentro de estas movilizaciones.
Para la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, que aglutina al SE, a la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos y a varias centrales obreras, la reforma educativa impulsada por el Gobierno es elitista y segregadora.
Alumnos, docentes y familias consideran que la Lomce, séptima reforma en 37 años de democracia, es contraria a la igualdad de oportunidades y favorece la privatización de la escuela pública.
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