miércoles, 14 de agosto de 2013

Madrid busca "malvinizar" el pleito por Gibraltar.

España está dando un giro de 180 grados en su política hacia la colonia británica de Gibraltar. El gobierno de Mariano Rajoy se plantea internacionalizar un diferendo que hasta ahora se mantuvo a nivel bilateral con el Reino Unido y estudia una alianza con la Argentina frente a Londres.

Tanto Gibraltar como las Malvinas, reclamadas por la Argentina, están en la lista de Naciones Unidas de territorios a descolonizar. España había evitado hasta ahora vincular la reivindicación de las dos colonias británicas. Y es que Madrid y Londres son socios y aliados en la Unión Europea y en la OTAN. Y la Argentina intentó recuperar las Islas Malvinas por la fuerza en la guerra de 1982. Pero el gobierno de Rajoy estudia un cambio de posición: evalúa aprovechar el viaje que a principios de septiembre hará a Buenos Aires el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, para abordar con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner un posible frente común para llevar a Reino Unido a la ONU. 

"Se está evaluando aprovechar el viaje para intercambiar puntos de vista", señalaron a dpa fuentes de Exteriores. "Es una situación similar aunque distinta", dijeron sobre Gibraltar y Malvinas. "Los dos temas han estado siempre en la ONU."

La Argentina cuenta con un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU hasta 2014 y podría intentar incluir el asunto de la colonia británica en el sur de la Península Ibérica en la agenda del máximo órgano decisorio de Naciones Unidas. Reino Unido tiene en él derecho a veto, pero debería abstenerse porque el tema le afecta directamente, según observadores. Además, la Argentina tiene el apoyo latinoamericano en su reivindicación de las Malvinas.

Por ahora, es sólo una posibilidad que estudia el Ejecutivo de Rajoy, cuya relación con el de Fernández se vio enturbiada con la expropiación en 2012 de YPF a Repsol, una de las joyas empresariales de España. Rajoy, además, tiene enfrente al Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, que apoya las reivindicaciones sobre Gibraltar, pero defiende una solución en el marco de la UE.

En una posible internacionalización del tema, España podría llevar también a Reino Unido con el apoyo argentino a la Asamblea General de la ONU, donde a finales de la década de los '60 ya obtuvo resoluciones favorables, como el reconocimiento del derecho a la "integridad territorial" o el dictamen que pedía a Londres terminar con "la situación colonial de Gibraltar antes del 1 de octubre de 1969".

"Para nosotros la doctrina de la ONU es muy clara", señalaron a dpa las fuentes del Ministerio de Exteriores español. "La colonia destruye la integridad territorial de España" y es "incompatible" con la Resolución 1514 de la Asamblea General. Esta establece que "todo el intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas".

La colonia, de 6,5 kilómetros cuadrados y 30 mil habitantes, pertenece a Reino Unido desde 1704, cuando George Rooke la conquistó en medio de la Guerra de Sucesión española. El Tratado de Utrecht confirmó en 1713 la soberanía británica, pero Madrid la reclama desde entonces.

España podría también acudir al Tribunal Internacional de La Haya, aunque "tendría que ser en conformidad con el Reino Unido", señalaron las fuentes. Opción arriesgada porque sería jugar todo a una carta.

El estudio de la internacionalización del diferendo se enmarca en una tensión con el Reino Unido que llegó a cotas inusitadas en los últimos días, con Madrid y Londres en una escalada de amenazas no vista hasta ahora. El Ejecutivo de Rajoy se reserva "todas las medidas legales para defender los intereses de los ciudadanos españoles" y el de David Cameron asegura que está "estudiando seriamente" la adopción de medidas legales "sin precedentes".

Hasta ahí llevó una batería de acciones y reacciones. Hace dos semanas, las autoridades del Peñón lanzaron 70 bloques de hormigón en una zona de la Bahía de Algeciras en la que faenan pescadores españoles a los que las moles de cemento impiden ahora pescar. España intensificó después los controles en la frontera, lo que lleva a largas colas de vehículos, de más de dos horas, como ayer volvió a ser el caso. Madrid alega que es para evitar actividades de contrabando y que debe hacerlo porque Gibraltar no está en la zona Schengen de libre circulación de personas y mercancías.

El gobierno de Rajoy considera "irrenunciables" los controles. Para Gibraltar son "ilegales". Y entremedio intervino Londres directamente, primero con una llamada de Cameron a Rajoy y luego con las advertencias del lunes desde Downing Street acerca de las posibles medidas legales "sin precedentes" que estudia tomar.

España pretendió siempre negociar con el Reino Unido la soberanía del Peñón. En 2002 pareció que el momento había llegado, con un principio de acuerdo de los gobiernos de Tony Blair y José María Aznar sobre la cosoberanía, pero el 99% de los gibraltareños lo rechazó en un referéndum. Desde entonces, Londres no quiere hablar de soberanía sin el visto bueno de Gibraltar. El gobierno de la colonia rechaza un cambio en este tema y aspira además a sacar al Peñón de la lista de la ONU de territorios a descolonizar porque dice que sus ciudadanos ya eligieron seguir siendo británicos.

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