sábado, 24 de agosto de 2013

El racismo en Estados Unidos 50 años después de King.


La situación de los derechos humanos de los afroamericanos mejoró claramente desde el famoso discurso que Martin Luther King pronunció en 1963. Aun así, el racismo no es cosa del pasado en Estados Unidos.


Cuando el 28 de agosto de 1963 el reverendo King llamó a sus conciudadanos a "subir del valle oscuro y desolado de la segregación", dos de cada tres afroamericanos no podían votar. Tampoco podían asistir a la escuela junto a los blancos, ni sentarse junto a ellos en el cine o utilizar los mismos aseos.

La libertad de movimiento para la gente de su color consistía en "ir de un gueto pequeño a otro más grande", lamentó Martin Luther King. Aun así, predicó la esperanza. "Tengo un sueño, de que algún día (..) los hijos de antiguos esclavos y los hijos de antiguos dueños de esclavos podrán sentarse juntos en la mesa de la fraternidad", proclamó ante cientos de miles de personas en Washington.

Medio siglo después, los estadounidenses reeligieron a su primer presidente negro, Barack Obama. Ya no hay leyes segregadoras y los carteles de "Negros prohibidos" no son más que una pieza de museos. Parece como si el sueño de King se hubiera cumplido, como si se hubieran hecho realidad las palabras finales de su famoso discurso: "¡Al fin libre!¡Al fin libre!".

Pero según los defensores de los derechos humanos, se trata de una imagen engañosa. "Hay mucha aflicción, mucho sufrimiento en Estados Unidos", afirmó el congresista John Lewis en declaraciones a "The New York Times". Algunos acontecimientos recientes "recuerdan a nuestro oscuro pasado", considera el último orador vivo de la "Marcha de Washington".

Los 30 millones de afroamericanos que viven en Estados Unidos no sólo sufren todavía problemas por prejuicios racistas en un país que es el suyo desde hace siglos. También hay conflictos sin resolver. "Los desafíos siguen dando miedo", explica John Conyers, que desde 1965 está en la Cámara de Representantes.

Cuando el Tribunal Supremo declaró este verano inconstitucional partes de la Ley de derecho de voto de 1965, Lewis denunció que se trataba de una puñalada "en el corazón de la ley". Por otro lado, cada vez más estados están dificultando la posibilidad de votación de las minorías, afirmó Lewis.

Por otro lado, los sistemas escolares, que se habían integrado a pesar de una fuerte oposición, están de facto segregados por cuestiones económicas entre escuelas blancas (de padres ricos) y escuelas negras (de padres pobres), afirmó Conyers.

¿Y por qué los negros cumplen penas de prisión un 20 por ciento más largas que los blancos por el mismo crimen?

Cinco décadas después del discurso de King, el 88 por ciento de los afroamericanos cree que son discriminados en Estados Unidos. Para el 46 por ciento, se trata de una gran discriminación, informó en junio el instituto de opinión Pew. En cuanto a los blancos encuestados, el 57 por ciento aseguró sentirse discriminado por los afroamericanos. Pero sólo el 16 por ciento considera que se trata de una gran discriminación.

Incluso Obama, que en la mayor parte de las veces se ha mostrado contenido, pues quiere ser el presidente de todos, puso de relieve recientemente los "desequilibrios racistas". "En este país hay muy pocos hombres afroamericanos que no tengan la experiencia de haber sido seguidos mientras compraban en un supermercado. Incluido yo", afirmó el presidente.

También las cifras muestran que Estados Unidos todavía no es el oasis de justicia que soñaba King. El desempleo entre los afroamericanos es en la actualidad incluso superior al registrado en 1963. Entonces, la cuota era de un 10 por ciento, hoy llega al 12,6 por ciento. Casi el doble que entre la población blanca, donde es del 6,6 por ciento. Además, un negro gana una media de un diez por ciento menos que un blanco en el mismo puesto de trabajo.

Pero no todos los datos son malos: el 85 por ciento de los afroamericanos terminan la educación básica, muy por encima del 25 por ciento de 1963, y el número de universitarios negros se ha triplicado. Además, el porcentaje de quienes viven por debajo del límite de la pobreza, cayó del 48 al 28 por ciento. Aún así, a los blancos les va mejor.

Pese a ello, los expertos advierten en contra de minimizar los éxitos. "Nos hemos convertido en un país en el que la mayor parte de la gente considera que la igualdad es realmente un ideal estadounidense", afirmó la renombrada profesora de Derecho Sheryll Cashin en declaraciones a "Time". "Se considera antiamericano ser racista o discriminador".

A todos los que duden o estén frustrados, el reverendo y activista Jesse Jackson les recomienda recordar las palabras de King, que en su discurso habló sólo del inicio de un largo camino. "La lucha por la democracia nunca será una cosa del pasado. Debemos seguir caminando", reclamó Jackson.

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