viernes, 14 de junio de 2013

El PRO no pudo conseguir una alianza con De la Sota. Desde cada espacio atribuyeron el desencuentro a "una lucha de egos" y a las pretensiones excesivas de los dirigentes.

Los caminos de Mauricio Macri y Francisco de Narváez no volverán a cruzarse, al menos en estas elecciones. 
Igual suerte correrá el armado que el oficialismo porteño pretendía cerrar con Roberto Lavagna.
A pesar de que lleva seis años al frente de la Ciudad de Buenos Aires y no logró cerrar ningún acuerdo en los principales distritos del país, el jefe de gobierno porteño se mostró optimista: "Se sigue hablando, siempre buscando ver si hay valores para compartir", sostuvo el líder del PRO.
Un operador lavagnista resumió la situación de la siguiente forma: "No sólo hay quilombos políticos, es una lucha de egos." La misma frase bien podría haber salido de la boca de un dirigente del macrismo o de un negociador denarvaísta. Todos coincidieron en que las personalidades de Macri, Lavagna y De Narváez hicieron imposible cualquier acuerdo.
Fue la aparición de José Manuel de la Sota el factor que revivió las charlas que parecían terminadas hace varias semanas. El gobernador cordobés se ofreció como "gentil componedor" y propuso un gran frente nacional conformado por el peronismo disidente y el PRO, pero su predisposición no fue suficiente. Según dijeron en el denarvaísmo, el macrismo pidió demasiados cargos para "el poco desarrollo territorial que tiene": cinco diputados nacionales y once legisladores provinciales fueron mucho para Unión Celeste y Blanca. "No les venía nada bien. No querían negociar. No les interesa. Macri no quiere que el 'Colorado' gane. Pero si ellos no tienen nada, tienen que integrarse a la listas", comentaron desde Las Cañitas. La última oferta fue competir en internas tanto en la provincia como en la Ciudad pero, según afirmaron en el denarvaísmo, la propuesta no alcanzó.
La respuesta no tardó en llegar desde Bolívar 1. "Anoche (por el miércoles) decían que habíamos roto porque pedíamos 13 legisladores, ahora dicen que rompimos porque no aceptamos nada, pero lo cierto es que Lavagna dio el no definitivo la semana pasada", desmintieron. Más allá de los argumentos de uno y otro lado, De la Sota dejó la Ciudad enfurecido por la ausencia de Mauricio Macri en la mesa de negociaciones, pero antes de partir acordó con Lavagna seguir con la campaña y mañana recibirá a De Narváez en la Docta.
En el PRO también tildaron de "exageradas" las pretensiones de Lavagna. "Le ofrecimos una de las dos senadurías y dos de los seis diputados, pero no le alcanzó. Además, había distintos conceptos de lo que pretendía que debía ser la alianza. Lavagna quería representar al PJ disidente y Mauricio lo quería sólo a él", confiaron en el partido amarillo. "En su espacio lo que vende es la figura de Lavagna, territorio no tiene y otras figuras tampoco", analizaron en el PRO. Según parece, quien sí sería al ex ministro es Graciela Ocaña.
"Lo que no se cerró hasta ahora es difícil que se cierre", se sinceraron en el macrismo. "Sólo un milagro haría que nos sentemos de nuevo con el PRO", habría sido la respuesta de Lavagna ante uno de sus colaboradores.
Alianzas en el interior

El repaso por las alianzas electorales que se forjaron en varias provincias del país sirve para ilustrar el complejo mosaico de fuerzas que competirán, primero, en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se realizarán el próximo 11 de agosto.
En Córdoba, por ejemplo, una provincia con importante caudal electoral, se inscribieron cinco alianzas: el Frente para la Victoria (FPV); Unión por Córdoba, impulsada por el gobernador José Manuel de la Sota; Frente Cívico, del senador Luis Juez; el macrismo con su Unión Pro y el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT). La UCR, por su parte, irá sola, sin alianzas.
En el caso de Santa Fe se inscribieron siete frentes: el FPV; el gobernante Frente Progresista Cívico y Social; Unión Pro Santa Fe Federal, que impulsará a Miguel Del Sel, la alianza Unite; el Compromiso Federal; el Frente del Pueblo Sur y el FIT.
Los mendocinos, por su parte, podrán optar entre cinco alianzas: el FPV; Compromiso Federal; el FIT; el frente FAP-Coalición Cívica; y el Frente Partido Demócrata-PRO. En este caso, el radicalismo también se anotó por su cuenta, pero incorporará en la lista a dirigentes de Libres del Sur.
En Catamarca competirán el próximo 11 de agosto sólo tres coaliciones: el FPV, el Frente Cívico y Social y el Frente Tercera Posición. Y Salta, donde se renuevan tres diputados y tres senadores nacionales, será escenario de una pelea entre cuatro conglomerados políticos: el FPV; Unión por la República, que incluye al radicalismo y al FAP, el Frente Popular Salteño, que incluye al PRO, y el Frente de la Cultura, la Educación y el Trabajo.

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