jueves, 31 de octubre de 2013

NarCórdoba: Encontraron los restos de Facundo Rivera Alegre, secuestrado por la policía de Córdoba hace un año.

Encontraron los restos de Facundo Rivera Alegre, secuestrado por la policía de Córdoba hace un año, fueron encontrados en una sala crematoria de un cementerio público. Organismos de Derechos humanos señalan a la policía, el poder político y el narcotráfico como coautores de este nuevo crimen.


Facundo fue secuestrado el 19 de febrero del 2012, tenía 20 años de edad y una hija que aún lo espera. La Justicia dice que Facundo fue asesinado por un grupo de narcotraficantes. A esta Coordinadora no le asombra el dato, así como tampoco le llama la atención el hecho de que hayan utilizado un cementerio público para acabar con los restos del joven. Lo insultante es que la Justicia intente desligar a la Policía de la Provincia y al mismísimo gobernador de este nuevo crimen.

En primer lugar, testigos aseguraron haber visto que Facundo fue subido a un móvil policial, en la esquina de Av. Colón y Nicolás Avellaneda, la noche de su desaparición, a la salida del baile de Damián Córdoba. En segundo lugar, la noticia llega en los días posteriores al suceso conocido como “narco-escándalo”, por el cual se “descubrió” la relación necesaria entre las fuerzas represivas y el negocio del narcotráfico.

Este gobierno, al igual que el gobierno nacional y el resto de los gobiernos de todo el país, es parte del flagelo del narcotráfico, porque en definitiva es el sistema capitalista el que necesita inyecciones de dinero negro para subsistir. Asimismo, las costosas y abrumadoras campañas de los partidos patronales son en parte financiadas por la guita negra de los narco-negocios.

Las fuerzas policiales y la Gendarmería tienen un rol privilegiado, porque funcionan como la vía de acceso y la fuerza de regulación del mercado de estupefacientes. Los narcos tienen la obligación de pactar con jueces, comisarios y gendarmes para sostener la actividad delictiva. A esto se le llama delito organizado.

Las consecuencias de la connivencia entre los gobiernos, el Sistema Judicial y el negocio del narcotráfico están a la vista. Millones de pibes que terminan enredados en el consumo y en el deber de pagar lo que consumen; cientos de familias pobres empujadas a vivir del saldo que deja el negocio; un puñado de narcos que se enriquecen; y un sistema económico que se abastece del sucio dinero. Y lo más trágico: miles de pibes asesinados, muertes e innumerables enfrentamientos entre pobres.

Los gobiernos del narcotráfico son los responsables del asesinato de Facundo Rivera Alegre. En particular el Gobierno Provincial, la cúpula policial de la Policía de la Provincia de Córdoba y la Justicia cómplice, que dejó pasar más de 20 meses para dar una respuesta.

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