jueves, 17 de octubre de 2013

Campo de Mayo: El Tribunal Oral Federal 1 de San Martín dio inicio hoy al noveno juicio por delitos de lesa humanidad.

Los imputados son el ex comandante de Institutos Militares Santiago Omar Riveros, el ex jefe del Estado Mayor del Comando de Institutos Militares y ex presidente de facto Reynaldo Bignone, y los apropiadores Roberto Cándido Duarte, Margarita Noemí Fernández y Aída Blandina Dusolina Pizzoni.

También son juzgados los civiles Jorge Eduardo Ramella (médico), Liliana Mabel Alvarez, Alicia Itatí Rodríguez y Jorge José Buffe.

El tribunal, encabezado por su presidente, Héctor Sagretti, y compuesto por los jueces Marta Milloc y Daniel Petrone, dio comienzo a las 10 a la lectura de la elevación a juicio de la causa 2630.

En la audiencia se trató el caso 31, sobre el secuestro y desaparición del dirigente montonero Roberto Quieto, ocurrido el 28 de diciembre de 1975, en la que Riveros -único imputado por el fallecimiento de Jorge Rafael Videla y Albano Harguindeguy- está acusado de los delitos de privación ilegal de la libertad doblemente gravada por amenazas y tormentos.

En el proceso, Guido Quieto, hijo del dirigente desaparecido, quien tenía seis años cuando ocurrieron los hechos, actuará como abogado querellante.

También se sentarán en la querella la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y de la provincia de Buenos Aires, y el abogado Pablo Llonto.

Según consta en el expediente, ese día Quieto se encontraba en el "Recreo Playa Grande", ubicado a orillas del río de la Plata, de la localidad de Martínez, partido de San Isidro, acompañado por familiares que fueron sorprendidos cuando un grupo de diez personas que portaban armas largas les ordenó ponerse "cuerpo a tierra", efectuando disparos intimidatorios.

En esas circunstancias, el sujeto que dirigía el procedimiento y que se identificó como de apellido "Rosa", apuntó a Quieto con un arma y le ordenó que lo siguiera, y ante la resistencia del dirigente, fue reducido y golpeado en la cabeza con la culata de un arma y arrastrado hacia un automóvil marca Torino de color rojo.

Por testimonios de sobrevivientes, Quieto fue visto en el centro clandestino El Campito, que funcionó en la Guarnición Militar de Campo de Mayo, continuando hasta ahora desaparecido.

Tras la negativa de Riveros de prestar declaración, el primer testimonio que recibió el tribunal fue el de Martín Gras, amigo de Quieto y sobreviviente del centro clandestino de detención que funcionó en la ex ESMA, quien relató que durante su cautiverio, un represor que lo interrogaba, cuyo alias era "Cortes", y que después reconoció como Miguel Conde, le había asegurado que había interrogado a Quieto en Campo de Mayo.

"Trataba de ganar mi simpatía y se comportaba como un civil que hacía de `bueno de la película´ y en ese tono lo elogiaba, decía que era brillante y que estaba vivo en Campo de Mayo, que era bien tratado y que dirigía un equipo de asesoría política como si Quieto estuviera en un mundo paradisíaco", relató.

Ante esa declaración, Gras contó que preguntó al represor mirándolo a los ojos: "`¿Vos me querés decir que Quieto está vivo?´", y que "Cortés" respondió: "Hay preguntas que no me tenés que hacer, no me obligues a mentir", con lo cual el testigo concluyó que "todo lo que decía era falso".

Relató también que "después reconoció que Quieto había muerto y que `el Negro se equivocó esta vez´", al comparar su detención con las ocurridas en 1971 y en 1974.

El segundo testimonio fue el de Gladys Reartes, cuñada de Quieto y testigo del secuestro, quien relató el momento en que su hijo Manuel se encontraba en brazos del dirigente cuando fue interceptado por los diez atacantes, y cómo logró protegerlo en el interior de un auto.

La sala de audiencias se encontraba colmada por familiares de detenidos desaparecidos, alumnos de escuelas secundarias del partido, representantes de Madres de Plaza de Mayo y del candidato a concejal del Frente para la Victoria por San Martín, Hernán Letcher.

La próxima audiencia será mañana a las 10 en la sede tribunalicia de avenida Pueyrredón 3728, partido de San Martín, con el testimonio de José Luis Quieto, hermano del dirigente, Susana Piatti, cuñada de Quieto, y -sin confirmar aunque fue citado- uno de los fundadores de Montoneros, Roberto Perdía.

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