domingo, 14 de julio de 2013

Obama evalúa apoyar a la Argentina en el juicio contra los buitres. Funcionarios del gobierno de los Estados Unidos se reunieron con las partes e intervendrían ante la Corte Suprema de ese país.

La administración de Barack Obama está preocupada por el impacto global que pueden tener las acciones de los fondos buitre, y evalúa intervenir a favor de la Argentina en el juicio que se lleva adelante en los tribunales de la ciudad de Nueva York. 

Según publicó el diario The Washington Post, funcionarios de los departamentos de Justicia, Tesoro y Estado del gobierno de los Estados Unidos se reunieron el viernes con los representantes legales de ambas partes y empezaron a discutir la estrategia oficial, que podría consistir en una presentación en contra de los holdouts, incluso antes de un hipotético llamado de la Corte Suprema.

"El Departamento de Justicia ya se puso del lado argentino en la Cámara de Apelaciones de Nueva York en varias cuestiones. A los argentinos les fue mal en las cortes inferiores", destacó el diario norteamericano. De esa forma mostró la reacción favorable al país que ya tuvo el gobierno de Obama ante los antecedentes que generaron los fallos negativos de primera instancia del juez Thomas Griesa, siempre apelados por la defensa del gobierno nacional. Con la figura legal amicus curiae, argumentaron en línea con lo que se dice desde el Ministerio de Economía y pusieron una barrera a la fuerza de los fondos. 

"Están pensando en la posibilidad de presentar un escrito ante la Corte Suprema focalizado en defender el concepto de inmunidad soberana, que le da a las naciones protección ante demandas legales", agregó a pesar de que el vocero del Departamento de Justicia, Peter Carr, no quiso dar información oficial cuando el Washington Post lo consultó sobre el tema.
El lobby de los holdouts que no entraron a los canjes que lanzó el gobierno nacional en 2005 y 2010 es fuerte. El conflicto no se limita a una causa legal sino que, a través de la publicidad, tanto explícita como implícita en diarios (como el mismo Washington Post) se acusa a la Argentina de no respetar las leyes estadounidenses, de ser un paraíso para narcotraficantes y de construir alianzas con Irán, uno de los principales "enemigos" a los que se enfrentó políticamente Estados Unidos en los últimos años. 

Los tentáculos de la avanzada buitre también lograron que diez integrantes de la Cámara de Representantes (Diputados) republicanos y dos demócratas se pongan explícticamente de su lado. Este grupo le envió una carta al Procurador General del país, Eric H. Holder, para evitar que el Departamento de Justicia vuelva a ponerse del lado de la Argentina en los tribunales, y esta vez con un impacto de mayor fuerza. 

Los fondos buitre ya acumulan casi 5 millones de dólares en gastos para erosionar la credibilidad de la Argentina. El grueso (3,8 millones de dólares) se invierte en consultoría para saber cuáles deben ser los pasos a seguir para conseguir su objetivo, pero la estrategia se extiende además a un lobby fuerte dentro del Congreso, donde se gastaron un millón de dólares a lo largo de 2012 y en el primer trimestre de 2013 ya se acumularon alrededor de U$S 150 mil.

A pesar de toda la movida, el grueso de la administración de Barack Obama no lo ve con los mismos ojos y se preocupa más por cómo puede influir la cuestión tanto en futuras reestructuraciones como en la posición de Nueva York como centro financiero mundial.
Cabe recordar que la intervención de la Casa Blanca ya derivó en fallos favorables para la Argentina. Por ejemplo, un amicus curiae presentado en mayo del año pasado evitó que los fondos buitre lograran embargar cuentas que el Banco Central tenía en los Estados Unidos.

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