miércoles, 10 de julio de 2013

EE UU acelera su retiro de Afganistán Fuentes del Pentágono, así lo aseguraron al matutino estadounidense The New York Times.

El presidente estadounidense, Barack Obama, está considerando adelantar los planes para que su ejército abandone Afganistán, por lo que es probable que antes de que finalice 2014 ya no queden integrantes de su armada en el país asiático.

El motivo del cambio en la estrategia militar se debe, según el diario The New York Times, a que la relación entre el mandatario de EE UU y su par afgano atraviesa un mal momento desde que la Casa Blanca anunció su voluntad de establecer diálogos de paz con los talibanes en Qatar.

El diario neoyorquino cita a fuentes gubernamentales locales y europeas sin especificar según las cuales también peligra la posibilidad de que un grupo de militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) permanezca en el país haciendo tareas de formación del ejército local. Estados Unidos siempre había señalado, hasta el momento, que dejaría algunas tropas después de 2014 para garantizar la transición. Alemania, por ejemplo, había anunciado que dejaría hasta 800 soldados pasada la fecha de retiro.


El plan diseñado para Afganistán difería del empleado en Irak, lugar que el Pentágono alega haber dejado completamente en diciembre de 2011, tras casi ocho años de ocupación. Ahora, el modelo iraquí volvió a ser considerado por Obama, asegura el matutino. 


Actualmente hay alrededor de 63 mil integrantes de las Fuerzas Armadas estadounidenses en Afganistán. Ese número bajará hasta los 34 mil en febrero de 2014, siguiendo la planificación vigente. Lo nuevo es que ahora mencionan que todos ya podrían estar de regreso en su país para julio del año próximo, cuando finalice el período más activo de enfrentamientos en la República Islámica debido a las condiciones climáticas.


La posible salida acelerada de EE UU le abre al gobierno afgano una serie de problemas adicionales. Oficiales de la OTAN informaron al The New York Times que las fuerzas italianas y alemanas, dos de las que habían prometido dejar importantes dotaciones de soldados, también elegirían irse. Algo que podría ser imitado por naciones más pequeñas.


Por último, el retiro en malas condiciones pondría en compromiso la ayuda económica que actualmente EE UU le da a Afganistán. Esos 8000 millones de dólares anuales distribuidos tanto para gastos militares como civiles representan más de la mitad del presupuesto afgano.
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