lunes, 8 de julio de 2013

Duele ver a un cura con el último modelo de coche", dijo el papa Francisco en una homilía que le duele ver a un sacerdote o a una monja "con el último modelo de coche" y pidió que la Iglesia renuncie a la riqueza y que los religiosos sean coherentes con su voto de pobreza.

Francisco indicó ante unos 6.000 seminaristas y novicias que el coche, si bien "es necesario", es mejor un vehículo "humilde". "Si os viene la tentación de un buen coche, pensad en los niños que se mueren de hambre", dijo.


"En este mundo en el que las riquezas hacen tanto daño, los curas y las monjas tenemos que ser coherentes con la pobreza. Cuando vemos que el primer interés de una institución parroquial o educativa es el dinero, esto es una gran incoherencia", lamentó Francisco.

En su homilía, el papa subrayó ante los seminaristas y las monjas que la difusión del Evangelio "no está asegurada ni por el número de personas, ni por el prestigio de la institución, ni por la cantidad de recursos disponibles". Según dijo, "lo que cuenta es estar imbuidos del amor de Cristo, dejarse conducir por el Espíritu Santo, e injertar la propia vida en el árbol de la vida, que es la Cruz del Señor".

En tanto, el sábado, el Papa pidió a los católicos que no teman la reforma de "las estructuras antiguas y frágiles" de la Iglesia católica, como la burocracia y el banco del Vaticano.
"En la vida cristiana y en la Iglesia también hay estructuras antiguas y frágiles. Debemos renovarlas", declaró el sumo pontífice durante una misa privada para los Guardias Suizos, según publicó el sitio de internet de Radio Vaticano.

"No debemos tener miedo de abandonar las estructuras frágiles que nos encorsetan", aconsejó.

Francisco lan
zó una investigación sobre el funcionamiento del banco del Vaticano , y pidió a varios cardenales que propongan una serie de reformas de la administración vaticana durante una reunión prevista en octubre próximo.

El banco del Vaticano, llamado Instituto para las Obras de la Religión, está en pleno centro de una investigación italiana sobre el blanqueo de dinero. "Existe un riesgo elevado en el modo de funcionamiento del IOR, que al no identificar a sus clientes con precisión, puede ser utilizado como pantalla para disimular operaciones ilegales", detalló el informe de una investigación de tres años sobre la institución, publicado hoy en el Corriere della Sera.

Varias infidencias surgidas a partir de documentos oficiales del Vaticano publicados el año pasado por el mayordomo de Benedicto XVI denunciaron actos de corrupción y un mal funcionamiento de la Curia romana, la administración central de la Iglesia católica.

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