viernes, 28 de junio de 2013

Mandela: El ex presidente ha experimentado una "gran mejoría" respecto a su estado de los últimos días, pero "sigue estando clínicamente mal", según su ex esposa.

El expresidente sudafricano Nelson Mandela afronta hoy su sexto día hospitalizado en estado crítico, mientras Sudáfrica, que recibirá hoy la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, aguarda noticias sobre su estado de salud.

Mandela ha experimentado una "gran mejoría" respecto a su estado de los últimos días, pero "sigue estando clínicamente mal", declaró hoy la ex esposa del antiguo estadista, Winnie Madikizela-Mandela.

"Ha habido una gran mejoría respecto a hace unos días, pero sigue estando clínicamente mal", dijo a los reporteros la segunda esposa de Mandela ante la casa que ambos compartieron en Soweto, convertida hoy en museo.

Poco antes, la hija mayor del expresidente, Makaziwe Mandela, había asegurado en una entrevista a la radio pública que su padre estaba en una situación "muy crítica".

Según dijo Makaziwe Mandela, el icono de la lucha contra el régimen racista del apartheid "no tiene buen aspecto" y "puede pasar cualquier cosa de forma inminente".

Entretanto, Sudáfrica se prepara para recibir hoy al presidente Obama, que comenzará mañana en el país austral los actos oficiales de su visita de dos días.

El primer presidente negro de América, que llegará procedente de Senegal y cerrará su gira africana el 2 de julio en Tanzania, no visitará en principio al primer presidente negro de Sudáfrica, según anunció el Gobierno sudafricano.

Decenas de sudafricanos han acudido ya hoy a las puertas del hospital de Pretoria donde fue ingresado Madiba el pasado 8 de junio por una recaída de una infección pulmonar.

Un grupo de niños se desplazó hasta las puertas del centro para cantar a coro una canción con el lema: "Te queremos, Mandela".

"Él (Mandela) es uno de mis héroes personales, un héroe para el mundo. Su legado durará siglos", afirmó ayer en Senegal Obama, que homenajeará a su "héroe" el domingo en Ciudad del Cabo (suroeste de Sudáfrica) con una visita a la Isla de Robben, en la que Madiba estuvo preso 18 años.

El muro y la verja exterior de la clínica donde está ingresado Mandela se han convertido en un colorido mural de flores, globos y papeles y cartulinas que desean lo mejor a Mandela y le agradecen su sacrificio por la dignidad de todos los sudafricanos sin distinción de raza.

A pocas manzanas del hospital, el gubernamental Congreso Nacional Africano (CNA) -al que pertenece Mandela- celebró anoche una vigilia en honor al antiguo estadista.

La oración colectiva nacional a la que había llamado el CNA tuvo lugar en otro de los centro neurálgicos, en la casa del antiguo gueto negro de Soweto (Johannesburgo) donde vivió Mandela, quien volvió a recibir ayer la visita de toda su familia más próxima.

Nelson Mandela luchó durante 67 años contra el régimen de segregación racial o "apartheid", en cuyas cárceles pasó 27 años y contrajo los problemas respiratorios que padece de forma recurrente.

Tras ser liberado en 1990, Madiba encabezó, junto al último presidente del apartheid, Frederik de Klerk, el desmantelamiento pacífico del régimen racista. Esta lucha les valió a ambos el Premio Nobel de la Paz de 1993.

Elegido como presidente en 1994, Mandela afianzó desde la presidencia una improbable paz racial, después de más de cuatro décadas de dominación racista de la minoría blanca de Sudáfrica.




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