sábado, 18 de mayo de 2013

"Si alguien lo llora, sepa que llora a una mala persona, un asesino"

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo convocó a una conferencia de prensa. Dijo que en la organización no sienten alegría, sino "el pesar de que Videla no haya contribuido a encontrar a los desaparecidos".

El fallecimiento del ex dictador Jorge Rafael Videla fue "un alivio" para la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. "Deja la faz de la tierra un genocida, un hombre deshumanizado, que no tuvo pruritos en idear un plan de exterminio, que mató, robó, que no se arrepintió, que reivindicó lo hecho y prometió volver a hacerlo", afirmó ayer la referente de la institución en una improvisada conferencia de prensa, acompañada por los nietos restituidos Horacio Pietragalla, Victoria Montenegro y Andrés La Blunda, entre otros. 

Apenas se conoció la muerte de quien encabezó la primera conducción del terrorismo de Estado que azotó al país entre 1976 y 1983, en Abuelas de Plaza de Mayo recibieron una gran demanda de entrevistas. Como consecuencia decidieron –junto a otros organismos de Derechos Humanos– atender a la prensa, alrededor de las 13, en su sede.
"¿Qué sentimos? El sentimiento en absoluto es de alegría –relató Carlotto a los periodistas–. La muerte no es alegría y por otra parte no es costumbre nuestra festejar este tipo de acontecimiento", dijo. Y explicó: "Sentimos un alivio. Pero a la vez, el pesar de que (Videla) no haya contribuido a encontrar a los desaparecidos y los 400 nietos que buscamos. Nunca nos dijo nada."

"Cuando habló desde su lugar de detención, reivindicó lo que hizo y prometió volver a hacerlo si fuera necesario", recordó la titular de Abuelas. Por eso, remarcó: "Si alguien lo llora, que sepa que llora a una mala persona, a un asesino." Finalmente, Carlotto –que tenía varias hojas impresas con afirmaciones y agravios del dictador y los nombres de sus víctimas–, concluyó: "Acá no se cierra nada, la justicia seguirá trabajando. Lo que no se juzga se repite." 

Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, sostuvo ante Tiempo Argentino: "Murió un monstruo. Pero por lo menos lo hemos juzgado". "Nuestra lucha es por Memoria, Verdad y Justicia. Justicia hicimos: lo condenamos a cadena perpetua y murió en la cárcel. Pero la verdad no la sabemos. Tenemos el derecho a saber dónde están los restos de nuestros hijos, los nietos de las abuelas. Yo no pierdo las esperanzas." 

Por su parte, Nora Cortiñas, co-fundadora de la misma organización, aseguró a radio América: "Videla se murió en una cárcel común, lo que muestra que se va terminando la impunidad." No obstante, advirtió: "Se mueren los genocidas y no se van abriendo los archivos. Queremos que se abran, que salga a la luz, que no se mueran llevándose el secreto."
En el mismo sentido, el integrante de la Agrupación HIJOS, Carlos Pisoni, consideró: "Videla se fue con muchos secretos a la tumba. Sabía donde están nuestros familiares desaparecidos y nuestros hermanos apropiados. Se fue uno de los personajes nefastos de la historia Argentina." 

 

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