Para Claudio Lozano, presidente del Bloque de Diputados de Unidad Popular, los gobiernos de Argentina y Uruguay deben “dejar de ahondar diferencias y privilegiar el uso de los mecanismos institucionales que establecen el modo de utilizar una cuenca de agua compartida”.
“Lo que existe y nunca funcionó por desidia de ambos Estados es la (C.A.R.U), que es el organismo bilateral que debe encauzar el proceso de control medioambiental y el que debe monitorear permanentemente lo que se hace".
Y añadió: " Lo que está fracasando, y que estaba estipulado claramente en el fallo de La Haya, son los controles ambientales y los monitoreos que ambos países debían realizar para evaluar el estado de emisión de posibles contaminantes como el fósforo y otros fluidos que podrían emitirse a la atmósfera como resultado de la producción en escala de esta empresa”.
A su juicio, "lo que define este nuevo conflicto es que nunca se avanzó en acuerdo alguno sobre los controles. Los compromisos del Gobierno Argentino con distintas formas de contaminación ambiental y la subordinación del Gobierno Uruguayo a las determinaciones de la transnacional Botnia definen un momento lamentable que habla del bajo grado de institucionalidad del Mercosur y de la integración nacional".
"Los gobiernos deben dejar de declamar integración y dedicarse a construirla. Argentina no debe ir a La Haya , debe hacer funcionar la C.A.R.U y obligar al control medioambiental y al monitoreo”, concluyó Lozano.
“Lo que existe y nunca funcionó por desidia de ambos Estados es la (C.A.R.U), que es el organismo bilateral que debe encauzar el proceso de control medioambiental y el que debe monitorear permanentemente lo que se hace".
Y añadió: " Lo que está fracasando, y que estaba estipulado claramente en el fallo de La Haya, son los controles ambientales y los monitoreos que ambos países debían realizar para evaluar el estado de emisión de posibles contaminantes como el fósforo y otros fluidos que podrían emitirse a la atmósfera como resultado de la producción en escala de esta empresa”.
A su juicio, "lo que define este nuevo conflicto es que nunca se avanzó en acuerdo alguno sobre los controles. Los compromisos del Gobierno Argentino con distintas formas de contaminación ambiental y la subordinación del Gobierno Uruguayo a las determinaciones de la transnacional Botnia definen un momento lamentable que habla del bajo grado de institucionalidad del Mercosur y de la integración nacional".
"Los gobiernos deben dejar de declamar integración y dedicarse a construirla. Argentina no debe ir a La Haya , debe hacer funcionar la C.A.R.U y obligar al control medioambiental y al monitoreo”, concluyó Lozano.
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