viernes, 11 de octubre de 2013

La causa contra Mercedes Benz llega a la Corte Suprema de EEUU. Busca determinar la competencia de los tribunales estadounidense en el expediente por daños y perjuicios iniciado por familiares y sobrevivientes contra la firma alemana. El Departamento de Justicia expresará argumentos.



La automotriz alemana Mercedes- Benz tendrá que comparecer ante la Corte Suprema de los Estados Unidos el próximo 15 de octubre, en una audiencia pública por la desaparición de 14 operarios de la firma en la Argentina durante la última dictadura cívico- militar. La citación marcará un hito en materia de Derechos Humanos, ya que el Máximo Tribunal estadounidense habilitó la instancia para que avance el juicio civil por presuntos delitos de lesa humanidad cometidos fuera de su territorio, basados en su propia Ley Federal. Hace casi diez años que los familiares de los desaparecidos junto a tres sobrevivientes iniciaron el proceso legal que podría desembocar ahora en que los tribunales de los Estados Unidos sean la sede de un juicio millonario contra la automotriz por complicidad civil, una cuestión que ha interesado incluso al Departamento de Justicia, que expresará sus propios argumentos.

Similar a la audiencia pública llevada a cabo en nuestro país por la Ley de Medios, la Corte Suprema norteamericana escuchará el próximo martes los argumentos de las partes para definir si admite la competencia de esos tribunales para juzgar a Mercedes-Benz por crímenes cometidos en la Argentina. La causa por daños y perjuicios denominada "Daimler AG v Barbara Bauman" se inició en 2004 y terminó de recorrer el espinel judicial de los Estados Unidos, luego de que fuera rechazada en dos instancias previas –la última en el 2009– que derivaron en que la Corte de Apelaciones del noveno circuito de California se pronunciara al año siguiente por la anulación de esos fallos y por la competencia, además de rechazar las apelaciones de Daimler. El argumento en aquella época fue que los crímenes se habían cometido en Argentina y que, en todo caso, Alemania era la sede alternativa para llevar a cabo el juicio. 

AUDIENCIA. 
Sin plazos por agotar, el expediente escaló a la Corte, que lo anunció entre los temas a tratar dentro de este semestre y fijó día para la audiencia previa. Si el tribunal acepta la competencia, inmediatamente comenzará sustanciarse la investigación para confirmar la complicidad civil de Mercedes-Benz en la desaparición en 1977 de 17 operarios, incluyendo a la comisión interna, de la planta ubicada en González Catán. Sólo tres de ellos sobrevivieron al cautiverio en Campo de Mayo. El argumento que se pondrá a prueba es que en el momento del comienzo del juicio, la firma tenía una doble casa matriz con los mismos derechos, una en Stuttgart, Alemania, y la otra en Auburn Hills, Michigan, por lo que se podría aplicar la jurisdicción estadounidense. 

"La Corte no tiene plazos para expedirse, sólo debe agotar todas las demandas que toma antes de junio de 2014. Pero esperamos que resuelva sobre este caso para fines de este año", aseguró el abogado querellante Terrence Collingsworth, en diálogo con Tiempo Argentino, desde Washington. "Es muy importante que este tipo de empresas que llevan adelante negocios millonarios en Estados Unidos reciban la señal de que no son inmunes y pueden ser alcanzadas por la ley", afirmó. El martes, la querella tendrá tiempo de exponer frente a los jueces por 30 minutos. El mismo lapso tendrá la empresa para expresar sus argumentos, y luego habrá preguntas a las partes por parte de los magistrados. Pero a pesar de la gran cantidad de "amigos del tribunal" que se presentaron, sólo uno tendrá espacio para tomar la palabra: el Departamento de Justicia norteamericano.

EXPECTATIVA. 
Con una posición pretendidamente neutral, el organismo tiene interés en plantear ante la Corte que se establezcan reglas claras para determinar qué tipo de delitos están sujetos a la jurisdicción estadounidense. Existe una nómina de poderosas empresas demandadas en los Estados Unidos por cuestiones que abarcan desde delitos penales en otros territorios, hasta incumplimientos con consumidores que miran con atención lo que pueda suceder con esta decisión. "Será un ejercicio para conocer qué empresas que llevan adelante negocios importantes en Estados Unidos también pueden ser juzgadas en sus tribunales", indicó Collingsworth. 

"Creemos que es correcto nuestro planteo inicial, lo que fue ratificado por la Corte de Apelaciones. Es importante que la Corte Suprema tenga curiosidad y preguntas sobre esta causa por complicidad civil. Nuestro trabajo será responderlas", resumió el abogado las expectativas con las que arribarán a la audiencia, luego de casi dos años de que se hubiera reabierto el expediente. En un principio, legalmente se recurrió a la justicia estadounidense bajo la figura de la Ley de Reclamación por Agravios contra Extranjeros (Alien Tort Claims Act), una ley de 1789 que establece la posibilidad de demandar en territorio de los Estados Unidos a personas o corporaciones que hayan violado leyes federales allí o en países con los que tiene tratados celebrados, como la Argentina. Pero la Corte tomó el caso en base a la propia Ley Federal, debido a la posibilidad de sancionar a firmas que desarrollen negocios en su territorio. Tiempo Argentino adelantó en mayo y en noviembre de 2011 que la causa se encaminaba a ser tratada por el Máximo Tribunal. 

AMIGOS. 
Entre las diversas presentaciones que se acopiaron al expediente figuran los "amicus curiae" a favor de la postura argentina, presentados por ONG que apoyan el reclamo de reparación económica por parte de Mercedes-Benz. En la contraparte se presentó la Alianza de Fabricantes de Automóviles, y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, entre otros poderosos actores de la economía que rechazan cualquier fallo favorable. El caso influye en el escenario internacional: Alemania ha hecho llegar de manera extraoficial su preocupación con un eventual avance sobre una de sus empresas insignia. Desde Estados Unidos también creen que podría repercutir en futuras inversiones. 

Un juicio de similares características fue perdido en Alemania, ya que los tribunales de ese país utilizaron un argumento similar al del extinto dictador Jorge Rafael Videla al referir que si no se encontraban los cuerpos de los desaparecidos, no había delito. La causa fue iniciada en 1984 con el testimonio de Héctor Ratto, uno de los trabajadores que sobrevivió 

CAUSAS. 
En nuestro país, la justicia federal de San Martín tiene una causa penal con idéntica sustancia pero con escasos avances. Es un legajo dentro de la causa Riveros en el juzgado a cargo de la jueza Alicia Vence. Allí también se pidió que se cite a indagatoria a Juan Ronaldo Tasselkraut, ex gerente de Producción de la empresa, como cómplice civil de los secuestros. El empresario aduce que ya fue juzgado en Alemania, pero en realidad se le dictó un equivalente a una falta de mérito, antes de que en nuestro país se derogaran las leyes de amnistía. La querella también solicitó que se cite a prestar testimonio a Rubén Cuevas, que fue asesor legal del directorio y que en el Juicio por la Verdad –que no tenía poder punitivo– declaró que la Mercedes había donado dos aparatos de neonatología al Hospital Militar de Campo de Mayo.
En tanto, en el juzgado federal de La Plata se comenzó a investigar la pista de los obreros de la fábrica que estuvieron detenidos desaparecidos en la Brigada de San Justo y en la Comisaría de Avellaneda que dependía de la Brigada de Lanús, en la cual han sido detenidos recientemente tres policías bonaerenses que dirigían esos centros clandestinos.

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