Los vecinos de Berazategui están en estado de asamblea y alertan sobre una nueva embestida represiva de las fuerzas de seguridad, quienes levantaron un vallado para proteger a las empresas. Isabel, vecina de la zona, habló con APN y denunció el posible nivel de contaminación.
En la madrugada de este lunes 27 de mayo, más de 200 policías de la provincia de Buenos Aires y la gendarmería tomaron los alrededores de la Subestacion Rigolleau de la compañía eléctrica multinacional Edesur.
Los vecinos, quienes hace varios años se resisten a la instalación de la subestación por considerarla una fuente de contaminación electromagnética, denunciaron que volvieron a levantar un vallado de más de dos metros y reanudaron las obras para conectar el cableado con el que le van a llevar electricidad a la planta de pretratamiento de líquidos cloacales en la costa de Berazategui. Un recorrido eléctrico que llevará más de 5 kilómetros.
De esta manera, Edesur con la protección de las fuerzas de seguridad, ingresó cuatro transformadores grandes y varios pequeños, junto a numerosos operarios, para terminar las obras de la Subestación Rigolleau, lo que aumentará la potencia trayendo mayor riesgo de enfermedad y muerte al barrio.
Isabel, de la Asamblea de Berazategui, dialogó con APNy contó que “la situación es tensa, llevamos casi 10 años de lucha, y la respuesta siempre ha sido violencia y represión. Y la forma en la que quieren instalar esta subestación es más violenta todavía, porque va a comprometer la salud de la población”.
Por otro lado, describió lo sucedido en la madrugada como una situación totalmente represiva, "una militarización del barrio", con un despliegue policial intimidante. “De un lado estamos los vecinos, viendo nuestra vida en riesgo, y del otro lado, las fuerzas de seguridad, pagadas por nuestros impuestos, al servicio de una multinacional y de intereses privados como es el de la empresa Rigolleau, que también se favorece con esta subestación y con un nuevo horno, anunciado por la Presidenta, sin importarles la salud de la gente. Hay 16 establecimientos educativos en la zona, realmente hay emergencia sanitaria”, dijo Isabel.
Los vecinos anunciaron que están en estado de asamble para decidir los pasos a seguir. La situación es dramática: los policías custodian el barrio. Sin embargo, en la zona no quieren dar el brazo a torcer. “De todas maneras -agregó Isabel- la postura nuestra ha sido una resistencia pacifica y a través de la unión de distintas asambleas del país. En Córdoba están haciendo lo mismo, así como en Jujuy, por eso estamos trabajando en una red nacional de lucha contra los campos electromagnéticos, por una red sanitaria. Esta temática ha sido ocultada por las autoridades, que desinforman diciendo que esto no contamina, cuando a nivel nacional e internacional hay estudios que alertan sobre la contaminación”.
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