lunes, 22 de abril de 2013

Triunfó Cartes y los colorados vuelven al gobierno en Paraguay

El millonario conservador, que entró a la política recién en 2009, obtuvo el 45,9% de los votos, casi nueve puntos más que su inmediato perseguidor, el liberal Efraín Alegre. Expectativa por la actitud que asumirá Asunción respecto del Mercosur, la Unasur y el gobierno de Venezuela.

El presidente electo de Paraguay se incorporó a la vida pública recién en 2009. La agencia antidrogas de los Estados Unidos tiene fuertes sospechas de que el millonario tenga relación con el narcotráfico.

El nuevo presidente paraguayo, Horacio Manuel Cartes Jara, es un empresario millonario investigado por lavado de dinero y contrabando que se inscribió en el Registro Cívico Permanente para votar recién en 2009, a los 54 años. Ese mismo año se afilió al Partido Colorado, la expresión política conservadora y autoritaria que gobernó ininterrumpidamente el país entre 1946 y 2008. Hoy, poco más de tres años después de sus inicios en la política, es el encargado de devolverle al partido de Alfredo Stroessner el sillón del Palacio de los López.
Cartes nació en 1956 en Asunción y gozó los privilegios de criarse en una familia acomodada. En 1989 incursionó en el sector cambiario local y creó Cambios Amambay, una empresa que en 1992 se transformó en el Banco Amambay, hoy uno de los más grandes de su país. El nombre de la entidad financiera se popularizó fuera de las fronteras de Paraguay al aparecer mencionado en los cables secretos de la Secretaría de Estado de los EE UU difundidos por WikiLeaks a finales de 2010. Allí, los funcionarios diplomáticos estadounidenses mencionaban que para el entonces director de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), Hugo Ibarra, el "80% del lavado de dinero en Paraguay se mueve a través del Banco Amambay".
Un segundo cable señalaba que la DEA había logrado infiltrar agentes encubiertos en la empresa de Cartes, "una organización que se cree lava grandes cantidades de la moneda estadounidense (dólar) a través de medios ilegales, incluyendo la venta de narcóticos desde la Triple Frontera a los EE UU". Según un artículo del diario brasileño O`Globo, que siguió la serie de cables filtrados, la DEA cree que "Horacio Cartes comanda una gran lavandería para mafias de varios países, principalmente el Brasil." Uno de los indicios que fundamentan su sospecha es que en marzo del año 2000, la Dirección Nacional de Narcóticos de Paraguay (Dinar) incautó 343 kilos de marihuana y 20 kilos de cocaína de un avión que aterrizó en la estancia La Esperanza, propiedad de Cartes.
Más allá de su emprendimiento financiero, Cartes alimentó su fortuna de la mano de Tabacalera del Este, una empresa fundada en 1994 y sobre la que pesan varias denuncias de contrabando. De hecho, en marzo de 2012 el candidato colorado a la presidencia reconoció que sus productos llegaban al mercado negro de la Argentina y Brasil.
La incursión de Cartes en la política nacional fue tan sorpresiva como su convicción democrática. Antes de 2009, su única participación como dirigente había sido al frente del Club Libertad, donde ocupó el cargo de presidente entre 2001 y diciembre último, consiguiendo siete títulos de fútbol de primera división para su equipo.
La forma que encontró Cartes para responder a las numerosas denuncias y su deteriorada fama no abunda en argumentos. "Si el 1% de lo que dicen de mí es cierto, no entraría a la política", se defendió ante el diario Última Hora.

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