miércoles, 11 de septiembre de 2013

Córdoba: El fuego que desde hace cuatro días azota las sierras cordobesas ya arrasó 50 mil hectáreas y destruyó 40 casas. Una persona permanece detenida acusada de haber comenzado el foco ígneo. La lluvia es la única esperanza.


Dos personas se encuentran heridas de gravedad, cerca de 500 siguen evacuadas y 40 viviendas quedaron destruidas por los incontrolables focos de incendio que ya llevan cuatro días en las sierras de la provincia de Córdoba. El panorama más desolador fue resumido por el gobernador José Manuel de la Sota, quien aseguró que "con una sequía de cuatro meses y vientos cruzados, no hay forma de parar el fuego". A raíz de las altas temperaturas pronosticadas para las próximas horas, advirtió: "Es imposible pensar en detenerlo hasta que llegue la lluvia."

El ministro de Desarrollo Social de Córdoba, Daniel Passerini, aseguró que "hay una persona detenida", acusada de haber iniciado un foco de manera intencional y "dos denuncias donde aseguran haber visto gente iniciando otros focos". En el valle de Chalamuchita se encuentra el foco más extenso, sobre todo en Yacanto y Villa Alpina. También hay otro al norte de la ciudad de Córdoba, en la zona de Ascochinga, en La Granja, otro en la zona del Valle de Punilla, cerca de Cosquín, y otro en Paravachasta cerca de El Potrerillo.

Los incendios, que comenzaron el sábado, persisten a raíz del calor, los vientos fuertes y la sequía. Al cierre de esta edición, habían arrasado con al menos 50 mil hectáreas de vegetación, y el panorama no era alentador: "Los meteorólogos pronostican que las condiciones climáticas serán peores en las próximas 48 horas, con una temperatura de 40 grados y vientos de entre 50 y 60 kilómetros por hora", dijo ayer De la Sota. La presidenta Cristina Fernández se comunicó con el gobernador y dispuso enviar aviones hidrantes para ayudar a combatir los focos. El secretario de Seguridad, Sergio Berni, viajó para monitorear la situación y expresó que el Gabinete nacional estaba "a total disposición del Centro de Operaciones y de Protección Civil" de la provincia.

Los dos heridos quedaron internados en terapia intensiva en la capital cordobesa, con heridas graves y pronóstico reservado, a raíz de golpes y quemaduras que sufrieron por intentar combatir el fuego. Carlos Pallen, de 25, fue trasladado al Servicio del Quemado del Hospital Córdoba por quemaduras en el 38% de su cuerpo, después de que el fuego le destrozara la casa, en la localidad de Salsipuedes. El otro herido es Isidro Pelliza, de 49 años, dueño de un complejo de cabañas: sufrió traumatismo craneoencefálico y de tórax cuando un pino le cayó encima, y quedó internado en la Clínica Privada Vélez Sarsfield. Sobre los evacuados, además de los 400 que había anoche, otras 150 personas ya habían podido regresar a sus hogares y, según se informó desde el Ministerio de Desarrollo Social, estos últimos se encontraban "fuera de peligro". Quienes continuaban evacuados, quedaron alojados en las localidades de Alta Gracia, Punilla y Yacanto.
Fuentes policiales reportaron que unas 40 viviendas terminaron quemadas y detallaron que había animales muertos. En Yacanto, por ejemplo, el intendente Oscar Musumeci reveló que ahí "se quemaron alrededor de 30 casas, con cabañas incluidas" y aseguró que la mayor preocupación era restablecer el servicio de energía, aunque tampoco tenían luz y agua corriente. 

"Las llamas eran tan altas que no... imposible", describió ayer María Elena Canessa, cuya casa resultó destrozada. Según le contó al diario local La Voz, allí, en el barrio Cerro del Sol, en Salsipuedes, vivía con su esposo Daniel y sus cinco hijos. "Era arrasador. Había bolas de fuego", detalló la mujer.
El jefe de la Policía Caminera, comisario Carlos Galbucera, indicó que dispuso cortes preventivos en distintos tramos de rutas, como la 36 y la 13, para evitar choques ante la presencia de humo. Por el mismo motivo, se dispuso el cierre preventivo del aeropuerto de la capital cordobesa.

Capacitados en el Plan de Manejo del Fuego para guardia de cenizas, soldados voluntarios e infantes de marina fueron desplegados para tareas de logística y evacuación.
Unos 15 bomberos voluntarios de distintos cuarteles de localidades del sudoeste bonaerense viajaron a Córdoba para combatir el fuego, tras haber realizado un curso de incendio forestal durante la última temporada de verano en Bariloche.

Se trata de integrantes de los cuarteles de Pigüé, Monte Hermoso, Coronel Pringles, Laprida, Claromecó y San Cayetano, que se sumarán a los más de 200 bomberos que se encuentran trabajando en Calamuchita. La ONG Greenpeace denunció que estos incendios obedecen a la falta de una política firme en defensa de los bosques nativos y reclamó al gobierno provincial que modifique su Ley de Bosques, sobre la cual la Universidad Nacional de Río Cuarto presentó un pedido de inconstitucionalidad a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. "Córdoba se encuentra en emergencia forestal debido a los desmontes y a los incendios, muchos de ellos intencionales. Esto ocurre por la irresponsabilidad de productores agropecuarios y la falta de controles efectivos", dijo Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.

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