viernes, 4 de octubre de 2013

Réquiem a líder de Panteras negras, Herman Wallace.

Hoy murió el afronorteamericano Herman Wallace, quien estuvo solo tres días en libertad, luego que un juez federal decidiera su excarcelación tras 41 años en confinamiento solitario en una prisión del sureño estado de Louisiana.

Medios de prensa de Estados Unidos publicaron su deceso y con él se inscribe en la historia judicial de ese país otro oscuro capítulo de arbitrariedades, al decir de defensores de los derechos humanos.

Wallace pasó las últimas cuatro décadas luchando contra todo lo que es injusto en el sistema de justicia penal y tratando de demostrar que era inocente.

El magistrado ordenó su liberación inmediata el 1 de octubre para que el exmiembro del partido Panteras Negras y uno de los integrantes del llamado grupo los Tres de Angola (nombre de la cárcel), no pasara los últimos hálitos de vida tras las rejas, pues padecía un cáncer terminal sin probabilidades de sobrevivir más allá de unas pocas jornadas.

Personas familiarizadas con este caso expresaron que a pesar de Wallace fallecer sabiéndose libre, esto no mitiga las injustificables décadas que padeció en inhumano confinamiento en solitario, 23 horas al día, sin acceso a ningún programa de rehabilitación o reinserción y saliendo solo siete horas a la semana de su celda.

Natural de Nueva Orelans, más allá de las razones por las cuales fue arrestado, en 1974 lo condenaron por el asesinato de un guardia de prisión por un jurado compuesto totalmente por hombres blancos.

Nunca existió una prueba de ADN que lo relacionara con el crimen, ni tampoco el cuchillo ni las huellas de sangre encontradas en el lugar de los hechos.

Posteriormente se supo también que el testimonio del testigo clave había sido comprado por el estado a cambio de favores, incluido un indulto.

Estas circunstancias indujeron a que un comisario judicial estatal recomendara en 2006 que se revocara su condena, pero el Tribunal Supremo de Louisiana rechazó la apelación.

En 2009, Wallace pidió la revisión de su caso por los tribunales federales.

Por años diversas organizaciones de derechos humanos pidieron la excarcelación de los Tres de Angola (Wallace y Albert Woodfox, pues Robert King Wilkerson obtuvo su libertad después de 29 años en similares condiciones).

Los tres hicieron campaña para mejorar las condiciones de trabajo y a favor de la solidaridad racial entre los presos, así como para poner fin a las violaciones y la esclavitud sexual, de acuerdo con un reporte publicado en 2012 por el sitio electrónico Democracy Now.

Wallace y Woodfox permanecieron en régimen de aislamiento desde el 17 de abril de 1972.

King, quien salió en libertad en 2001 cuando su condena fue anulada y él se declaró culpable de un delito menor, denunció que este caso constituye una total violación de los derechos humanos y civiles.

Los continuos mensajes de Wallace advertían que estaba luchando porque la gente comprendiera que tanto él como sus compañeros son "total y completamente inocentes".

Artículos publicados en Internet advierten que aún no hay evidencia física que vincule a Wallace y Woodfox al crimen del guardia, pues pruebas de ADN potencialmente exculpatorias se han perdido y el testimonio de la testigo principal se ha desacreditado.

Discriminación racial, mala conducta de la fiscalía y defensa inadecuada son elementos que ensombrecen esta causa para que recibiera, como apuntan expertos, una "sentencia defectuosa".

Como bien circula en un obituario difundido en páginas digitales: este es un trágico ejemplo de que la justicia retardada es justicia denegada y que nada puede deshacer el sorprendente trato de las autoridades de Estados Unidos a este hombre, que de los 72 años que iba a cumplir, pasó 41 en una celda aislado totalmente.

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