Cuando las autoridades y trabajadores del Espacio para la Memoria La Perla llegaban para recibir a los funcionarios judiciales, testigos y periodistas, se encontraron con que en varios carteles de la colectora que une la autopista con el ex campo de concentración habían pegado carteles en “homenaje” al fallecido ex dictador Jorge Rafael Videla.
“El último prócer argentino. El pueblo honesto te recordará por siempre y la Patria te dice gracias”, era el texto que acompañaba una foto del genocida al lado de un crespón negro. Para Emiliano Fessia, la pegatina tuvo “una clara intención intimidatoria, que lejos de tener ese efecto entre nosotros, nos fortalece más y nos indica que estamos en el buen camino de la consolidación de la Justicia y la democracia”.
No es la primera vez que el sitio es blanco de la intolerancia. Ya en la víspera del 24 de marzo de 2007, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner entregó La Perla a los organismos de derechos humanos, se habían registrado destrozos al abandonar los militares el lugar. En otra ocasión, durante el juicio “Videla” celebrado en 2010, fueron tachadas las palabras “centro clandestino” de los carteles indicadores.
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